El día de las elecciones presidenciales de Estados Unidos ha llegado. Las urnas abrieron el martes en todo el país y los estadounidenses emitieron sus votos en las elecciones presidenciales de 2024. En una nación profundamente dividida, los comicios son un verdadero empate entre la demócrata Kamala Harris y el republicano Donald Trump.
Sabemos que hay siete estados clave que decidirán el resultado, a menos que ocurra una gran sorpresa. Pero persisten grandes preguntas sobre el momento de los resultados, la composición del electorado, la afluencia de desinformación, incluso la posibilidad de violencia política. Al mismo tiempo, ambos bandos están preparados para una prolongada batalla legal que podría complicar aún más las cosas.
Esto es lo que hay que observar durante la jornada electoral de 2024:
SE HARÁ HISTORIA PASE LO QUE PASE
Dado todos los giros y cambios de los últimos meses, es fácil pasar por alto la importancia histórica de esta elección.
De ganar, Harris se convertiría en la primera mujer en ocupar la presidencia en los 248 años de historia de Estados Unidos. También sería la primera mujer de raza negra y persona de ascendencia del sur de Asia en ocupar el cargo. Harris y su campaña han minimizado en gran medida el género y la raza, temiendo que podrían alienar a algunos partidarios. Pero la importancia de una victoria de Harris no se perdería para los historiadores.
En tanto, una victoria de Trump representaría un logro histórico distinto. Se convertiría en la primera persona condenada por un delito grave elegida para la presidencia de Estados Unidos habiendo sido condenado por 34 cargos de delitos graves en un caso de un pago de dinero para ocultar información perjudicial en Nueva York hace poco más de cinco meses.
Trump, quien todavía enfrenta cargos por delitos graves en al menos dos casos penales separados, argumentó que es víctima de un sistema de justicia politizado. Y decenas de millones de votantes aparentemente le creen, o están dispuestos a pasar por alto su extraordinario historial jurídico.
¿CUÁNTO TIEMPO TOMARÁ CONOCER EL GANADOR?
El día de las elecciones de Estados Unidos se considera ahora la semana de las elecciones, ya que cada estado sigue sus propias reglas y prácticas para contar los votos, sin mencionar los desafíos jurídicos, que pueden retrasar los resultados. Pero la verdad es que nadie sabe cuánto tiempo tomará para que se anuncie al ganador esta vez.
En 2020, The Associated Press declaró al presidente Joe Biden ganador el sábado por la tarde, cuatro días después de que cerraron las urnas. Pero incluso entonces, la AP declaró ganador a Trump en Carolina del Norte 10 días después del día de las elecciones y a Biden en Georgia 16 días después después de recuentos manuales.
Cuatro años antes, la elección de 2016 se decidió solo horas después de que la mayoría de las urnas cerraran. La AP declaró a Trump ganador en la noche de las elecciones a las 2:29 a.m. (técnicamente era la mañana del miércoles en la costa este).
Esta vez, ambas campañas creen que la carrera está extremadamente cerrada en los siete estados políticamente oscilantes que se tiene previsto sean los que decidan la elección, a menos que ocurra una gran sorpresa: Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Carolina del Norte, Pensilvania y Wisconsin.
El tamaño del mapa y la estrechez de la contienda hacen difícil predecir cuándo se podría declarar un ganador.
¿DÓNDE PUEDO ENCONTRAR PISTAS TEMPRANAS SOBRE CÓMO PODRÍA DESARROLLARSE EL CONCURSO ?
Mire a dos estados clave de la costa este, Carolina del Norte y Georgia, donde los resultados podrían llegar relativamente rápido. Eso no significa que obtendremos los resultados finales en esos estados rápidamente si la contienda esta cerrada, pero son los primeros estados decisivos que podrían ofrecer una idea de cómo será la noche.
Para profundizar, hay que observar las áreas urbanas y suburbanas en el norte industrial y sureste, donde los demócratas han ganado terreno desde 2020.
En Carolina del Norte, los márgenes de Harris en los condados de Wake y Mecklenburg, hogar de la capital del estado de Raleigh y la ciudad más poblada del estado, Charlotte, respectivamente, revelarán cuánto necesita Trump exprimir de las áreas rurales menos pobladas que ha dominado.
En Pensilvania, Harris necesita una alta participación en el profundamente demócrata Filadelfia, pero también está buscando aumentar la ventaja de los demócratas en el arco de condados suburbanos al norte y oeste de la ciudad. Ha hecho campaña agresivamente en los condados de Bucks, Chester, Delaware y Montgomery, donde Biden mejoró los márgenes de victoria de Clinton en 2016. El área metropolitana de Filadelfia, incluidos los cuatro condados circundantes, representa el 43% del voto de Pensilvania.
En otro lugar del Muro Demócrata, Trump necesita contrarrestar el crecimiento demócrata en los condados suburbanos clave de Michigan fuera de Detroit, especialmente el condado de Oakland. Se enfrenta al mismo desafío en el condado de Waukesha en Wisconsin, fuera de Milwaukee.
¿DÓNDE ESTÁN LOS CANDIDATOS?
Trump pasó las primeras horas del día de las elecciones en Michigan, donde concluyó un mitin nocturno en Grand Rapids. El candidato republicano planea pasar la jornada en Florida, donde se prevé que vote en persona, a pesar de haber dicho anteriormente que votaría temprano. Está programado para celebrar una fiesta de vigilancia de la campaña en Palm Beach el martes por la noche.
Harris planea asistir a una fiesta por la noche en la Universidad Howard en Washington, una universidad históricamente negra donde se graduó con un título en economía y ciencias políticas en 1986 y fue miembro activo de la sororidad Alpha Kappa Alpha.
Aparte de Howard, no tiene ningún evento público anunciado para el día de las elecciones.
Harris dijo el domingo que había “acabado de llenar” su boleta por correo y que estaba “en camino a California”.
¿QUIÉN QUEDA POR VOTAR EL DÍA DE LAS ELECCIONES?
No está claro qué votantes acudirán a las urnas el martes. Más de 82 millones de personas votaron temprano, ya sea en persona o por correo. Tantas personas ya emitieron sus votos que algunos funcionarios dicen que las urnas en estados como Georgia podrían ser un “pueblo fantasma” el día de las elecciones.
Una de las principales razones del aumento es que Trump alentó a sus partidarios a votar de manera anticipada esta vez, un cambio con respecto a 2020 cuando llamó a los republicanos a votar solo en persona el día de las elecciones. Los números de votación anticipada confirman que millones de republicanos han seguido el llamado de Trump en las últimas semanas.
La pregunta clave, sin embargo, es si la oleada de republicanos que votaron de manera anticipada esta vez acabará canibalizando el número de republicanos que aparecerán el martes.
También hay cambios en el lado demócrata. Hace cuatro años, mientras la pandemia persistía, los demócratas emitieron abrumadoramente sus votos anticipadamente. Pero esta vez, sin el riesgo de salud pública, es probable que más demócratas aparezcan en persona el día de las elecciones.
Ese equilibrio en ambos lados es crítico mientras tratamos de entender los primeros resultados. Y depende de las campañas saber qué votantes aún necesitan movilizar el martes. En ese frente, los demócratas pueden tener una ventaja.
La campaña de Trump y el Comité Nacional Republicano han externalizado gran parte de su operación de movilización de votantes a grupos externos, incluido uno financiado en gran parte por el aliado multimillonario de Trump, Elon Musk, que enfrenta nuevas preguntas sobre sus prácticas. La campaña de Harris, en cambio, está llevando a cabo una operación más tradicional que cuenta con más de 2.500 empleados pagados y 357 oficinas solo en estados clave.
¿PODRÍA HABER DISTURBIOS?
Trump ha estado promoviendo agresivamente afirmaciones infundadas en los últimos días cuestionando la integridad de la elección. Insiste falsamente en que sólo puede perder si los demócratas hacen trampa, incluso cuando las encuestas muestran que la contienda es un verdadero empate.
Trump podría volver a reclamar la victoria en la noche de las elecciones, independientemente de los resultados, tal como lo hizo en 2020.
Tal retórica puede tener consecuencias graves, como ocurrió en la nación cuando los simpatizantes a Trump asaltaron el Capitolio el 6 de enero de 2021, en uno de los días más oscuros de la historia moderna estadounidense. Y lamentablemente, todavía existe la posibilidad de más violencia esta temporada electoral.
El Comité Nacional Republicano tendrá miles de monitores de “integridad electoral” en los lugares el martes en busca de cualquier señal de fraude, lo que los críticos temen que pueda llevar al acoso de los votantes o trabajadores electorales. En algunos lugares clave de votación, los funcionarios han solicitado la presencia de alguaciles además de vidrio a prueba de balas y botones de pánico que conectan a los gerentes de las urnas con un despachador local del número de emergencias 911.
Al mismo tiempo, los aliados de Trump señalan que ha enfrentado dos intentos de asesinato en los últimos meses que plantean la posibilidad de más amenazas contra él. Y la policía en Washington y otras ciudades se está preparando para la posibilidad de disturbios graves el día de las elecciones.
Como siempre, vale la pena señalar que una amplia coalición de altos funcionarios gubernamentales e industriales, muchos de ellos republicanos, encontraron que la elección de 2020 fue la “más segura” en la historia estadounidense.
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