El descalabro que hay en la red vial del país es algo notorio y si bien es cierto que el mismo viene de atrás y tiene estrecha relación con el mal manejo que durante años se ha hecho de los recursos públicos en el tema de infraestructura, también lo es que las actuales autoridades del ministerio parecen no dar pie con bola para realizar acciones de respuesta a las necesidades de la población. Algunos hablan de una conspiración contra el Ministro de Comunicaciones por las críticas que se formulan al despacho, pero pasan por alto que los señalamientos se fundamentan simplemente en la notoria incapacidad para reaccionar ante la calamidad.
El diputado Jose Chic presentó la solitud de Amparo ante la Corte de Constitucionalidad dirigida contra el Presidente de la República, el Ministro de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda y el Ministro de Finanzas, a quienes señala como responsables de la falta de atención a problemas puntuales de la red vial. El mismo Presidente, al evacuar la audiencia que le otorgó la Corte de Constitucionalidad, dice que ese campo no es una atribución directa del mandatario, sino que compete al Ministro a cargo de la infraestructura del país.
Entendemos perfectamente que para cualquiera que llegue a ese despacho es una tarea difícil enmendar todos los entuertos derivados de la corrupción, pero aun comprendiendo esa realidad es evidente que en el actual gobierno, vía el referido ministerio, no tienen una adecuada estrategia para responder a las emergencias que, lamentablemente, se incrementan por las condiciones climáticas y ello repercute en la vida diaria de millones de guatemaltecos. Quien asumió y cualquiera que en el futuro pueda asumir ese despacho debe saber qué le espera y lo que de él se espera, puesto que las excusas no sirven para aplacar la molestia de los ciudadanos que siguen sufriendo las consecuencias de tanto amaño en la gestión pública.
Las críticas que se han formulado a la gestión de Félix Alvarado son consistentes y reiteradas porque prácticamente en todos los casos que demandan acciones inmediatas no hay capacidad de respuesta y las explicaciones que ofrecen terminan siendo poco serias tomando en cuenta la urgencia de reacción oficial. A lo único que ha logrado dar respuesta es a las críticas, propagando que las mismas son parte de una conspiración o complot en su contra, tema que repiten los contactos de sus asesores en temas de comunicación social.
No se puede tapar el sol con un dedo y el amparo otorgado por la CC obliga al gobierno a tomar medidas para solucionar la crisis agudizada por la inacción del Ministerio a cargo. Repetimos que el mal viene de antes, pero el problema grave y real es de ahora y de una u otra forma merece respuesta.
Lejos de tener asesores que buscan espacios de poder, es necesario que el Ministerio tenga un equipo dedicado a las reformas necesarias para poder ejecutar más rápido sin sacrificar transparencia y un equipo de apoyo a quienes están luchando contra las mafias de corrupción ahí enraizadas.