Por Grecia Ortíz
gortiz@lahora.com.gt

Juan Carlos Pérez se ha caracterizado por ser una persona emprendedora, a quien su discapacidad nunca lo ha limitado para cumplir con sus propósitos; ahora tiene como reto escalar el volcán Tacaná, pero a su lista también se agregan otros obstáculos que ha superado.

_2Pérez relató a La Hora Departamental, que su inspiración de obsequiar zapatos a niños nació desde hace varios años, cuando buscaba cómo regalar calzado a niños de escasos recursos, y fue entonces que se decidió a apoyar a quienes más lo necesitan.

En lugar de solamente pedir donaciones, Pérez inició una campaña inusual para los demás pues a sus amigos a cambio de que lo apoyaran les ofreció que escalaría volcanes, pues a su criterio no todo se trata de recibir sino de ganarse todo.

“Yo empecé con volcanes pequeños, por ejemplo el de Ipala, ese fue el primero y de algo si estoy seguro y estoy dispuesto a aceptar que todo en la vida es un proceso, todo tiene su tiempo, no puedes saltearte los puntos o pasos, así fue como todo inició”, afirmó.

Al principio su iniciativa, comentó que causó un poco de asombro para sus amigos pero cuando les indicó que era para ayudar no dudaron en apoyarlo, y conforme pasaron los años empresas también se sumaron a su iniciativa.

En ese sentido dijo, que se volvió costumbre que dos veces al año se realizan dos actividades “fuertes”, con retos que tienen el objetivo de ayudar a los demás. El regalarle zapatos a los niños considera que al final resulta como otorgar algo a quienes lo necesitan y en cierta forma le recuerdan su infancia, que también fue de escasez de alimentos, ropa y zapatos.

Si bien aseguró que para muchos un lápiz, un cuaderno no significan mucho “antes cuando me regalaban algo yo decía gracias porque no lo tenía, yo recuerdo cuando escribía con lápices pequeños y usaba hasta lo último”.

Su infancia relató Pérez, que la vivió en la Ciudad Capital y a los nueve meses su vida cambió totalmente pues fue diagnosticado con polio a los nueve meses “nunca he caminado, mi vida ha sido dura, pero me ha permitido soñar y no conformarme con que esto es lo que el destino me tiene preparado”.

El éxito para el entrevistado radica en trazarse metas en búsqueda de lo que se desea, y recordó que vivió en el área de la zona 14 con más limitaciones, en donde dormía junto a su familia en pequeños “catres”, su mamá trabajaba en las noches y se quedaba a veces solo, aseveró.

“No tenía zapatos, era una persona que pasó mucha hambre y a mí siempre me ha gustado la comida, y yo sé lo que es irse a la casa sin haber comido algo, o por lo menos llenar la necesidad… esa fue mi infancia, y hoy que llevamos obsequios a los niños veo que eso no me llegó a mí, ese cumpleaños ideal no llegó hasta mí.

Incluso mentía cuando me preguntaban cómo me había ido en las vacaciones, porque me daba tristeza no hacer nada, lo único que hacía era jugar pelota y trabajar”, aseguró.

Por otro lado comentó que desde los diez años, laboraba lustrando zapatos en las calles, también cortaba leña, trabajaba como agricultor “aún con mi discapacidad me iba al campo”. Otro aspecto que destacó es que si bien no le pagaban mucho por su trabajo, si le era suficiente para tener algo que comer y con ello también tratar de apoyar a su mamá.

Si bien siempre pensó en no verse derrotado, sí le afectó sicológicamente, pues de niño era muy deprimido y amargado “me veía como una persona rara”, pero todo eso cambió años más tarde pues el deseo de superación lo motivó a salir siempre adelante.

“Me superé con la misma necesidad, creo que hasta que uno tiene necesidad no se sabe de qué es capaz, pero eso no justifica que la gente diga que tuvo que robar. Yo me refiero a la necesidad de trabajar todos los días”, apuntó.

Años más tarde, Pérez también tuvo la oportunidad de formarse en el extranjero gracias al apoyo de su mamá que siempre estuvo a su lado. Ahora que el entrevistado tiene la oportunidad de compartir menciona que trata de hacerlo seguido y ahí radica ese deseo de ayudar a los niños, que ahora se convierte realidad para los que fueron afectados por el derrumbe de la aldea El Cambray II en Santa Catarina Pinula.


ESPERAN SUS DONACIONES

De acuerdo a Pérez lo importante es compartir con los demás, en ese sentido invita a quienes lo deseen a que se sumen a su proyecto de ayuda, al apoyar con bolsas de útiles para niños, o zapatos para quienes deseen hacerlo.
Si desea información puede comunicarse con el entrevistado a través de la red social Facebook en la página Cero excusas Guatemala y también al correo jcperez502@yahoo.es.

“Yo empecé con volcanes pequeños, por ejemplo el de Ipala, ese fue el primero y de algo si estoy seguro y estoy dispuesto a aceptar que todo en la vida es un proceso, todo tiene su tiempo, no puedes saltearte los puntos o pasos, así fue como todo inició”.

“Nunca he caminado, mi vida ha sido dura, pero me ha permitido soñar y no conformarme con que esto es lo que el destino me tiene preparado”.

“Me superé con la misma necesidad, creo que hasta que uno tiene necesidad no se sabe de qué capaz, pero eso no justifica que la gente diga que tuvo que robar. Yo me refiero a la necesidad de trabajar todos los días”.
JUAN CARLOS PÉREZ

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