Flaminio Bonilla

Abogado, escritor, comentarista, analista de prensa, columnista en “Siglo XXI” de 1991 y luego en La Hora del año 1991 a la fecha con mi columna “sin esconder la mano”. En la política nacional fue miembro del Partido Democracia Cristiana Guatemalteca, su Vicepresidente del Consejo Político Nacional y Director Nacional de la “Organización Profesional Demócrata Cristiana”. Soy un hombre de izquierda y soy socialdemócrata. Fui Registrador General de la Propiedad del 1982 al 1986; Registrador Mercantil General de la República del 1986 al 1990 y luego 15 años Representante Judicial y Consultor Jurídico del Registro Mercantil. Ha sido profesor universitario en la Facultad de Derecho de la USAC y en la Facultad de Derecho de la Universidad Rafael Landívar. Especialista en Derecho Mercantil Corporativo y Constitucional. Soy graduado en Guerra Política del Colegio Fu Hsing Kang de Taipéi, Taiwán.

post author

El sábado 26, nació otro libro literario, “Manojos de rosas, preludio y conflicto. Genocidio, ignominia  y violencia contra los Ixiles.”

Cuando era un patojo de 17 o 18 años, le dije a mis padres: voy a ser abogado, escritor y político. Soy abogado litigante (retirado), no es picapleitos, sino un adversario y creo que fui de los buenos, porque disculpen el guatemaltequismo le gusta estar siempre en el callejón de los pijazos”.    

Como poeta y prosas, mis letras nacieron de un espíritu joven y corazón noble, sin ataduras a métrica y rima, sin lirismos, sin seguir ninguno de los estilos y patrones literarios, que en la Historia de la poesía han sido creados, forjados y seguidos por los poetas de nuestro tiempo y de todos los tiempos. “En la literatura, la prosa es un estilo con una expresión más libre, en el que escribimos sin ceñirnos a los lineamientos como la métrica, la rima o la cadencia. En la prosa, las frases no tienen por qué rimar. El verso se sujeta al conjunto de reglas de la métrica, por lo que su escritura debe respetar ciertos parámetros. La diferencia entre prosa y verso tiene que ver, esencialmente, con el cumplimiento de ciertas normas que definen a cada una de estas formas de expresión” (Enrique Muñoz Meany, Obra. Preceptiva Literaria). Por esto, la poesía ha brotado libre, espontánea y sin rodeos. Sin clichés, ni estereotipos. Sin afectación. En ocasiones, se podrá escribir en tercera persona, aunque en este manuscrito la narración debe ser en primera persona. Para contextualizar y ser más explícito en lo que se quiere dar a entender al lector, se podrá en momentos acudir a reconstruir una o varias unidades descriptivas.

Mis  columnas de prensa en La Hora, son de política, poesía,  filosofía y crónicas y anécdotas, siempre de impugnación, cuestionamiento, vanguardista y rebelde, contra políticos corruptos, gánsteres y cleptómano, pero al lado mis amigos, los correctos, las valientes y los combatientes, aquellos caídos en el enfrentamiento armado de la cruenta guerra de los 36 años.

En la literatura  me  satisface las tesis, tratados y experimentos con mis palabras, mis prosas, mis narrativas, historias con relatos. Me han apasionado. El ensayo es un tipo de texto en prosa que explora, analiza, interpreta o evalúa un tema. Se considera un género literario comprendido dentro de otros géneros. Las características clásicas más representativas del ensayo deben ser con un escrito fundamentado que sintetice un tema significativo.

En 1989 se publicó una obra, ensayo ético-político titulado “ESTADO DE DERECHO, DEMOCRACIA Y CRISIS MORAL”.  Y en 1971 un Poemario con seis poetas de la Escuela de Derecho. En 2013, publiqué  el libro.  “ . . . Y que mi canto llegue”. Y el 20 de marzo de 2025  ya terminado un libro con sus Bodas de Oro como abogado y un homenaje a mi padre titulado: “Anécdotas con mi padre y yo”.  También fue publicado en junio de 2022 en La Hora titulado: “Ensayo. La Soledad y el  Júbilo”. Y actualmente está trabajando en su quinto libro sobre un tema de Derecho Bancario y Financieros, con la temática de la tesis del Anatocismo.

Desde 1975 ejerce la profesión liberal de Abogado y Notario hasta julio de 2015, por enfermedad, ya que me dio un derrame, un accidente cerebrovascular provocó ese derrame en el hemisferio cerebral izquierdo, que controla el habla.  La secuela fue la dislalia, que dificulta articular palabras; y la dislexia, que dificulta la lectura, incluso, leer en voz alta y también la dislalia. Así, la lectura y la escritura son lentas y trabajosas. Por eso no puedo hablar mucho, (esta es la afasia) porque tengo una condición neurológica, aunque no soy discapacitado, lo que tengo es una limitación en el habla.

En la vida política fue miembro del Partido Democracia Cristiana Guatemalteca; fue parte del Consejo Político Nacional y Director Nacional de  la Organización Profesional Demócrata Cristiana”. Durante su juventud y parte de su madurez estudió a profundidad diversas corrientes ideológicas y políticas de pensamiento y acción, pero abrazó el social-cristianismo. Comparte el testimonio de Jacques Maritain, sobre que «la tragedia de las democracias modernas  es que aún no han conseguido realizar la democracia»  Es coherente y participa de la democracia comunitaria y no de la democracia individualista. Este escritor es un  ciudadano hombre de izquierda y socialdemócrata

Hoy vemos nacer esta nueva obra, con el género de  político, prosa  y poesía, y como siempre mis columnas en La Hora,  donde  publica asuntos de política de gobierno, yo soy vanguardista, es de impugnación, rebeldía y cuestionamiento, soy revolucionario. Y en el  pasado, presente que soy testimonio, como se los dije en  mi libro anterior. Son muchos los camaradas en las aulas universitarias y en las trincheras revolucionarias que soñaron y lucharon por realizar la utopía de ser partícipes del nacimiento de una sociedad redimida, más justa, humana y solidaria. Para ellos, la Revolución es un cambio violento en las instituciones y en el sistema político de un país: o una modificación real, clara, objetiva y victoriosa en los  gobiernos de este pedazo de América. Yo no viví el socialismo de hace siete  décadas, que ya hizo su propio revisionismo y se ha dado cuenta de las falencias del socialismo real. Como dice el maestro Edelberto Torres Rivas en su libro “Revoluciones sin cambios revolucionarios” “El marxismo debilitado en sus extraordinarios méritos teóricos busca sin encontrar aún las nuevas condiciones de su modernidad; la revolución centroamericana fue derrotada por su inherente responsabilidad histórica”.

Esta historia de vida es parte del presente libro, que espera encontrar el acomodo revolucionario y rebelde. Por ello, esta reseña trata de abarcar en mi prosa y en mi poesía, sucintamente, los enfrentamientos, miedos, temores, fracasos y sobre todo el desamparo de mis camaradas. Para mí, escribir esta pequeña obra, es un acto de justicia y consciencia.

Y mis  poemas y prosas de mi vida tratan de ser un testimonio de ello, porque no es la certificación de una historia subterránea. Son las pruebas de anales y sucesos profundos y que en su momento fueron paradigmas; y, parafraseando, casi lograron “tocar las más altas cumbres”.

Les pido benevolencia para este nuevo libro: “Manojos de rosas,  preludio  y  conflicto.  Genocidio, ignominia y violencia contra los  Ixiles”, y decirles  a mis lectores,  porque todos los bardos, rebeldes y renovadores, traemos una realidad auténtica   a nuestra particular manera, y sentimos que somos parte de esa realidad que debe ser   necesariamente transformada, porque cada día se vuelve más dificultosa  la vida. Por esto,  me  he dedicado  con  ahínco  a  practicar la literatura y la ciencia del Derecho, para continuar en la   senda de buscar y rastrear mi siempre latente y presente  utopía: ¡Que en nuestro país haya JUSTICIA SOCIAL!

Y cierro la columna de hoy: la obra fue publicada  por Centro PEN Guatemala  Internacional. Fue editado, diseñado y diagramado   por  Editorial Cholsamaj. Se presentó el sábado 26 de octubre de 2024, por Fondo de Cultura Económica (FCE). En el panel  en la mesa estuvieron: Carla Olascoaga, Presidenta de PEN, Mario Alberto Molina Loza, escritor, terapista y conferencista internacional, Víctor Muñoz Cruz, novelista, cuentista y poeta, Premio Nacional de Literatura Miguel Ángel Asturias en 2013; mi hijo Javier Bonilla Salazar mi vocero en la presentación del libro, ingeniero industrial químico, especialista en ambiente y recurso naturales y el autor.

Artículo anteriorEl gusano barrenador del ganado: Una plaga que vuelve a Guatemala
Artículo siguienteLa dañina narrativa de la "falta de valores"