Jorge Santos

jsantos@udefegua.org

Defensor de derechos humanos, amante de la vida, las esperanzas y las utopías, lo cual me ha llevado a trabajar por otra Guatemala, en organizaciones estudiantiles, campesinas, de víctimas del Conflicto Armado Interno y de protección a defensoras y defensores de derechos humanos. Creo fielmente, al igual que Otto René Castillo, en que hermosa encuentra la vida, quien la construye hermosa.

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En 1957 fue constituido uno de los carteles más poderosos en el país conocido como el Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras -CACIF-, el cual ha sido el fiel representante de los grupos corporativos familiares más grandes de Guatemala, no de la totalidad de empresarios, sino de los intereses de un pequeño grupo de capitales que desde tiempos pasados han impulsado a esta sociedad hacia el atraso y el deterioro. 

Este cartel de empresarios -si cabe el nombre- ha estado en buena parte de las decisiones de política pública que el Estado guatemalteco ha ido asumiendo a lo largo de décadas, al formar parte de los órganos directivos de más de 55 instituciones públicas y en todas las áreas, no sólo en aquellas que están intrínsecamente vinculadas a su quehacer. Es decir, han estado involucrados en las decisiones de políticas públicas, económicas, pero también de carácter social, tales como educación, salud, vivienda, justicia, entre otras.  A su vez, este cartel ha impuesto a través de acciones fraudulentas e ilegales a funcionarios del más alto nivel, ha incidido para la elección de presidentes de la República, diputados al Congreso y la imposición de ministros de Estado. Es decir, han tomado decisión desde el tipo de cambio y la política fiscal en el país, hasta la decisión de privatizar derechos y servicios esenciales para la población guatemalteca. 

Este cartel, junto a los diferentes gobiernos de turno, son los responsables del grave deterioro en el país. Hoy la sociedad guatemalteca tiene los más bajos indicadores socioeconómicos del continente americano. A pesar de ser una sociedad de ingresos medios, sufrimos de mayores tasas de desigualdad y nos aquejan mayores problemas que países de ingresos bajos. Este país y las políticas públicas que han implementado han expulsado a millones de guatemaltecos y guatemaltecas, tirándolos a su suerte a la migración en busca de mejores condiciones de vida y hoy son quienes sostienen a este país, con el envío de remesas familiares que por mucho superan a las divisas que nos ingresan por la exportación de azúcar, café, banano y otros productos.  

La sociedad guatemalteca, no olvida que miembros de este cartel fueron los responsables de que uno de los peores gobiernos de la historia reciente llegara al poder en el 2015 a través de financiarles ilegalmente para que pudieran ganar las elecciones y que luego fuera sucedido por otro grupo delincuencial. Durante los últimos 3 gobiernos, se han coludido para saquear y convertir a las instituciones públicas en meros títeres que garantizan sus espurios intereses, en detrimento de las aspiraciones de democracia y vida digna de la población guatemalteca y son el principal sostén de actores mafiosos y corruptos en el Estado, tal es el caso de la actual fiscal general y jefa del MP. Hoy que existe un gobierno que adversan reclaman aireadamente por asuntos que no son más que responsabilidad de los gobiernos con los que ellos se coludieron y sus acciones están dirigidas a apuntalar un golpe de Estado y no ha construir democracia y futuro en el país. 

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