LE BOURGET, Francia
AP

Los jefes de gobierno están de vuelta en casa y es hora para que los negociadores climáticos especializados resuelvan las cuestiones más mundanas para llegar a un acuerdo.

En general, las negociaciones climáticas siguen un cierto ritmo, según expertos y negociadores veteranos. Hoy se encuentran en la fase central, cuando comience a cobrar forma el contenido del acuerdo.

«Es como ver una película de acción», dijo el exnegociador climático estadounidense Nigel Purvis, que ahora preside Climate Advisers. «En general hay una trama, tipos malos que vienen a amenazar el mundo. En un momento dado, la humanidad se une y lo supera. Es la clase de cosas que ocurre aquí».

Durante los próximos dos días, los negociadores trabajarán para cerrar los temas menos polémicos y explorar posibles compromisos en los principales puntos de fricción, todo antes de que tomen el relevo los representantes de más nivel.

Los negociadores de nivel más bajo tienen como fecha límite el jueves por la noche para establecer el vocabulario de un acuerdo que reduzca las opciones a algo con lo que puedan empezar a trabajar los altos cargos, según expertos en negociación.

«Es un día bastante importante para hacer progresos donde puedan hacer progresos», señaló Alden Meyer, director de política y estrategia de la Union of Concerned Scientists. «En cierto modo es la clave del régimen. En realidad son las piezas clave que necesitas tener para que funcione. No son necesariamente los elementos que llenan titulares».

Miles de negociadores de bajo nivel operan en grupos más pequeños en los que tienen que reducir las opciones en cada asunto, por ejemplo de seis a dos, para que luego los altos cargos tomen la decisión final, explicó Jennifer Morgen, directora de clima global para el World Resources Institute. Los negociadores celebran conversaciones formales e informales, incluso en los viajes en autobús de vuelta al hotel.

«Está bastante claro que si este nivel no ofrece algo que sea mucho más definido, hace mucho más difícil que los ministros negocien», dijo Morgan.

El vocabulario que utilizan ahora los negociadores es «enrevesado y lleno de acrónimos», dijo Meyer. «Pero es importante, sin él no puedes conseguir el ingrediente».

Aunque se trata de una fase tensa, Morgan señaló que no es momento para gritar… aún. Eso llega en un momento posterior de las negociaciones, dijo Purvis.

«Sí que empeora antes de mejorar», apuntó Purvis. Los negociadores experimentados saben que habrá alguna clase de «crisis» en la que todo parezca perdido, y después se encontrará una solución.

«Puede parecer que hay un colapso desde fuera de las negociaciones, pero por dentro suele haber mucha paciencia y perseverancia», afirmó Purvis.

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