“La justicia sin fuerza es impotente; la fuerza sin justicia es tiranía.” Blaise Pascal
Guatemala es un país, en el que los acontecimientos diariamente marcan rumbos insospechados, por lo que, cada día que inicia, la incertidumbre nos acompaña, así es la vida de la mayoría de los guatemaltecos, incierta, nuestra capacidad de asombro parece ilimitada, país en el que la cultura del silencio es superior a cualquier manifestación, de ahí la importancia de lo actuado por los 48 Cantones, hemos luchado siempre contra corriente, y lo seguimos haciendo.
Lo importante, como suele suceder, es no desmayar en la lucha por cambiar el camino porque es posible, aunque por momentos sentimos que estamos en un despeñadero, debemos tender cuantos puentes sean necesarios para superar los precipicios que se abren constantemente.
Nuestra historia está cargada de situaciones, en las que siempre estamos en condición de vulnerabilidad, con relación a cualquier país desarrollado o supuestamente desarrollado, desde quienes pretender vender recetas mágicas para resolver variedad de problemas, hasta paladines de la justicia que no lo resultan siendo, ante quienes la mayoría rinde tributo, ese ha sido el esquema del ciudadano común y del país en general.
Pero basta ya de seguir con los ojos cerrados ante la historia, no podemos ni debemos seguir viviendo al margen de todo, es necesario tomar conciencia que, solo los que se levantan ante cualquier tiranía tienen la oportunidad de sobrevivir, la historia tiende a repetirse si lo permitimos, creo que debemos levantar la frente y exigir nuestros derechos como país, este es el momento que las autoridades en turno sepan actuar ante los agravios cometidos y que se siguen cometiendo, basta de utilizar el Sistema de Justicia pervirtiéndolo como día con día vemos, el último en el momento del cambio de Cortes, momento que debió ser trascendente por su importancia histórica, se vio empañado con la última aberración jurídica como fue detener en la puerta de la misma Corte a un magistrado electo, el espectáculo no pudo ser más bochornoso, sin entrar a juzgar su actuación que considero correcta, estamos permitiendo que se utilice al sistema para castigar al que se ajusta a cumplir con el mismo.
Desde hace mucho tiempo se viene utilizando al Sistema de Justicia para vengarse del contrario, pero estamos llegando a traspasar todos los limites posibles, en ese orden de ideas me llamó la atención el discurso que el presidente interino pronunció, dijo “….ya estamos hartos de la confrontación y de la persecución política Pues se cree o se sospecha que la justicia se ha politizado y que la política se ha judicializado. Yo creo que es tiempo de acabar con esos estereotipos que sólo nos han llevado a la confrontación y desestabilización”, esperamos que se haga realidad inmediatamente su discurso, revisando la resolución en la que se programó la audiencia para el periodista José Rubén Zamora hasta para el 2025, manteniéndolo detenido, mientras internacionalmente se sigue reconociendo que es un prisionero político, pero también revisar el acto que empaño su propio discurso, que eclipso el acto con la detención del Magistrado.
Necesitamos reparar la dignidad, palabra que parece olvidada de nuestro léxico, es necesario el resarcimiento moral por el daño causado y que a la vista está se sigue causando, sería un buen mensaje para la sociedad que la nueva Corte enviara los mensajes que la sociedad necesita recibir, dejar el Lawfare que se ha venido utilizando en el pasado y actuar no solamente conforme a Derecho, que es bastante, actuar conforme a la Justicia aplicándola como se representa con los ojos tapados para no ver a la persona, si percibir los hechos, y si son injustos enmendarlos que no es suficiente pero de momento necesario.
Tenemos que ser prácticos y encontrar remedios para los grandes males del país, el sistema de Justicia no debe continuar colapsado como lo ha estado en los últimos años, debemos encontrar soluciones reales a los mismos y aunque creo que la decepción, frustración y cuanto sentimiento tengamos no va a cambiar de momento, por lo menos debemos solucionar lo inmediato.
La cárcel es para los delincuentes no para los rivales, a los rivales se les vence en su propio campo, no con injusticias.
