Si bien es cierto que las luces led en los vehículos livianos, de transporte colectivo y pesado permiten tener una luz más brillante con un mayor rango de iluminación, puede ayudar a evitar accidentes en las carreteras durante los días de lluvia, niebla y oscuridad, especialmente en una red vial que no está señalizada, en muchos casos, el uso incorrecto y exceso de las mismas, provocan que los conductores, quienes viajan en vía contraria, se accidenten.
El uso de luces LED en vehículos ha crecido significativamente en los últimos años, debido a su eficiencia y durabilidad. Sin embargo, cuando no se utilizan de manera adecuada, pueden representar un riesgo considerable para la seguridad vial y ha provocado que los percances viales se conviertan en la segunda causa de muerte en Guatemala.
Los datos estadísticos del Observatorio Nacional de Seguridad del Tránsito -ONSET- revelan que del año 2011 al 2023 se han suscitado 87,335 hechos de tránsito que dan una media anual de 6 mil 778 casos que dejan pérdidas de vidas valiosas y familias enlutadas por diversas causas, especialmente por la falta de controles de las autoridades viales.
El problema que se vive en la ciudad y carreteras es que los conductores han colocado baterías de luces led y su uso incorrecto provocan deslumbramientos, porque los pilotos viajan con luces altas incluso en horarios diurnos, que afectan la vista de los demás conductores.
El problema principal radica en que muchas luces LED, por su alta intensidad, no están correctamente reguladas o ajustadas a la vista de los conductores que viajan en sentido contrario. Esto provoca un deslumbramiento excesivo, afectando la visibilidad de los conductores y peatones, especialmente durante la noche. La exposición continua a este tipo de iluminación puede causar fatiga ocular, dificultad para calcular distancias y, en el peor de los casos, accidentes de tránsito.
La ley de tránsito señala que no se deben usar luces altas en las ciudades y en las carreteras, porque se debe respetar a los que viajan en vía contraria, pero desafortunadamente no se respeta y los entes encargados de verificar esta situación brillan por su ausencia.
En cualquier salida que uno tiene en su vehículo, sin importar si es de día o de noche nos encontramos con otro piloto que lleva puestas las luces altas y no le importa si va dañando la vista de los demás, eso se volvió una “cultura” entre los conductores, especialmente porque no conocen la Ley de Tránsito y otros casos porque compraron las licencias de conducir.
La seguridad vial es una responsabilidad compartida. Todos debemos ser conscientes de las consecuencias del mal uso de las luces LED y tomar las medidas necesarias, para evitar poner en riesgo la vida de otros. Para regular el uso adecuado de las luces LED en vehículos y reducir los accidentes causados por su mal uso, es necesario tomar una serie de medidas que involucran tanto a las autoridades como a los usuarios.
Es recurrente viajar, especialmente en las horas pico, y traer un vehículo con luces altas detrás de uno, esta situación afecta la vista y como el viaje tarda varios minutos, la vista se ve afectada, lo cual en determinado momento puede provocar que en otra parte del trayecto se sufra de un accidente vial. Es importante recomendar que seamos conscientes de la situación y que respetemos a los demás, este problema es una situación de sensibilidad social.
Los directores de las diferentes Policías Municipales de Tránsito (PMT) deben hacer un llamado urgente a los conductores para que revisen la configuración de sus luces LED y se aseguren de que cumplen con las normativas de seguridad establecidas para evitar contratiempos. Asimismo, instamos a las autoridades a reforzar la regulación y supervisión de estos sistemas de iluminación para garantizar que su uso no represente un peligro en las vías públicas.
Por esto es que es fundamental que las autoridades competentes revisen y actualicen las leyes de tránsito y las regulaciones que rigen los sistemas de iluminación vehicular, específicamente en cuanto a las luces LED. Las normativas deben establecer parámetros claros sobre la intensidad, el ángulo y la temperatura de color permitidos para evitar deslumbramientos.