El caso ocurrido en la Comisión Presidencial de los Derechos Humanos, donde el Director Ejecutivo de la misma, Oswaldo Samayoa, contrató a su novia como Directora Administrativa-Financiera de la entidad, crea una situación inaceptable en el marco del mandato expresado por los ciudadanos para elegir al presidente Bernardo Arévalo. En efecto, los guatemaltecos eligieron al actual gobernante por el cansancio que tiene la sociedad tras muchos años de prácticas ya muy arraigadas que persiguen usar las instituciones públicas para beneficio personal de quienes las dirigen o administran.
Creemos que dirigir una entidad de ese tipo y tener en la Dirección Financiera y Administrativa a alguien con quien se tienen vínculos tan cercanos es más que un tonto error; si el presidente Arévalo destituyó a una ministra porque permitió que su hija usara los vehículos oficiales y se exhibiera en redes sociales, el hecho de que se coloque al frente de la administración y las finanzas de una Comisión Presidencial a quien es su novia es un caso aún más serio y que amerita una reacción ejemplar del gobierno.
La licenciada Mélany Escobar Díaz puede tener las credenciales académicas para ejercer el cargo, pero su relación personal con quien es su jefe la inhabilitan por completo por elementales razones éticas y porque, con ello, se está reafirmando el precedente de que cada funcionario siente que es dueño de la entidad en la que trabaja.
El compadrazgo ha sido parte de las prácticas que han enturbiado tanto la administración pública en Guatemala y este es un caso más dentro de esas mañas que, por el bien del país y por el claro mandato que recibió Bernardo Arévalo en las urnas, no se puede tolerar. El Presidente pidió a la Comisión Presidencial Contra la Corrupción un informe de la situación, mismo que deberá recibir en las próximas horas, pero honestamente no hace falta mucho análisis para entender que el caso es inaceptable.
Repetimos que no se juzga la calidad académica de la persona nombrada para dirigir la Administración y Finanzas de la Comisión Presidencial de los Derechos Humanos sino puntualmente su relación, corroborada por publicaciones en las redes sociales y aceptada hoy en comunicado por el mismo Samayoa.
El precedente que sentó Arévalo con la Ministra removida por permitir que su hija hiciera uso de los vehículos del Estado lo pone en posición de marcar el rumbo ante la situación actual que fue destapada por críticas formuladas públicamente contra la actitud del Director Ejecutivo de la COPADEH.