Gladys Monterroso

licgla@yahoo.es

Abogada y Notaria, Magister en Ciencias Económicas, Catedrática de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Diploma otorgado por la Corte de Constitucionalidad en 2005, como una de las Ocho Abogadas Distinguidas en Guatemala, única vez que se dio ese reconocimiento, conferencista invitada en varias universidades de Estados Unidos. Publicación de 8 ediciones del libro Fundamentos Financieros, y 7 del libro Fundamentos Tributarios. Catedrática durante tres años en la Maestría de Derecho Tributario y Asesora de Tesis en la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

post author

“Cuando se irrespeta la voluntad soberana, la resistencia ciudadana es la vía para defender la Constitución.”  María Corina Machado

Las elecciones generales en Venezuela del domingo 28 de junio, revestían especial importancia, porque los hermanos venezolanos estaban dispuestos a ponerle fin a la dictadura a la que han estado sometidos desde hace años, tiempo en el que una nación próspera se convirtió en exportadora de extrema pobreza, representada por gran cantidad de inmigrantes que circulan por las calles de Latinoamérica y del mundo, sumado a la corrupción que rodea al actual mandatario, por ello las encuestas vaticinaban un necesario y esperado cambio de guion en la vida política de los venezolanos.

Pero la democracia colisionó con el fenómeno que ha atacado a varios países,  como lo es que las instituciones del Estado se encuentren alineadas para responder a los intereses de las elites corruptas que pretenden mantenerse tras los hilos del poder, la democracia para ellos es un teatro en el que se falsean las elecciones, para que nada cambie, lo que no es otra cosa que una farsa de múltiples dimensiones, en la que cada vez menos se guardan las formas, brindándose un espectáculo bochornoso, parecido a lo que nos sucedió a nosotros en las elecciones del año pasado, cuando sin pudor alguno aún tratan de invalidar uno de los actos más democráticos como lo es el voto popular, aunque les quiten visas y sean defenestrados por el primer mundo, el domingo  en Venezuela, se repitió la primera parte del guion.

Como sociedad, aún no hemos logrado superar el ataque a la democracia llevada a cabo por grupos oscuros que se valen de las instituciones del Estado, las que, después de haber sido colonizadas por personajes regularmente sombríos y afines a los grupos de poder real, que funcionan como clicas y que observamos se han diseminado en muchos ambientes, con el objetivo de crear dictaduras cuando creíamos que habíamos superado esa parte de la historia.

El secuestro delictivo del padrón electoral con nuestra información por demás sensible es otro golpe por parte de delincuentes que se esconden tras una investidura, y a los que les pagamos con nuestros impuestos, para que se burlen de un sistema que no fue diseñado para que ellos lo utilizaran en contra de la población que les paga sus salarios y que, amparados por un título no se sabe en qué condiciones han obtenido, no dejan de actuar como lo que son: el rostro de la iniquidad.

La lucha desde nuestras trincheras por la democracia continuará, pero lo que seguimos soportando nos hace más sensibles a lo que está sucediendo en Venezuela, porque seguimos dando batallas contra los detentadores de nuestra libertad, por eso, es tan importante la solidaridad de pueblos a los que ha hermandado la lucha incansable por el futuro en libertad.

En un mundo tan desigual y convulso, nos encontramos con aprendices de dictadores que muchas veces se convierten en dictadores, que destruyen a las sociedades porque una dictadura es opresiva se vea por donde se vea, caminando ya, hacia el tercer decenio del siglo XXI se quieren asentar constantemente, quienes siempre cuentan con grupos que se convierten en sus siervos por unos denarios.

Con todas las pruebas que están circulando, del probable fraude en Venezuela, esperamos que la democracia triunfe como debe ser en ese país hermano, lo que no podemos aceptar es que pseudolíderesen nuestro país comparen la situación en el sur con la nuestra, cuando lo que acá sucedió y sigue sucediendo, es que las elites corrompidas nos quisieron despojar de lo más importante: Nuestro destino, las similitudes si las hay, consisten en las actitudes antidemocráticas de quienes utilizan las instituciones para destruirlas desde dentro.

Es altamente ridículo que los que fueron parte del golpe de Estado que quisieron asestar,  hoy sean los que se pongan a emitir discursos en los que ni ellos creen, no señores las sociedades somos las que nos defendemos de las dictaduras que personas como ustedes nos quieren imponer.

Esperamos que los venezolanos triunfen sobre los antidemocráticos, nosotros acá seguimos en la lucha.

Artículo anteriorDe los vendedores de sueños
Artículo siguiente"Corredor seco" se amplia de oriente hasta Huehuetenango