Las polémicas declaraciones del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, advirtiendo que si no es reelecto en los comicios electorales del próximo 28 de julio, el país podría enfrentar un «baño de sangre» y una «guerra civil fratricida», han provocado diversas reacciones, entre ellas las de algunos gobernantes.
Los venezolanos acudirán a las urnas el próximo domingo, en donde Maduro competirá por su tercer mandato consecutivo contra otros nueve aspirantes de distintos sectores opositores.
El proceso electoral se tornó «sombrío» ante las advertencias de Maduro, durante un discurso en la parroquia La Vegua, en Caracas, en donde resaltó la importancia de resultar ganador para evitar estos conflictos.
“El 28 de julio, si no quieren que Venezuela caiga en un baño de sangre, en una guerra civil fratricida producto de los fascistas, garanticemos el más grande éxito, la más grande victoria de la historia electoral de nuestro pueblo”, dijo el presidente venezolano.
TEMOR INTERNACIONAL
Las palabras trascendieron y llegaron a oídos de su homólogo brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y el mandatario chileno Gabriel Boric, quienes expresaron su preocupación.
Lula se negó durante mucho tiempo a criticar abiertamente al venezolano, pero anunció que enviará a un alto diplomático a Venezuela como observador electoral.
“Me asusté con la declaración de Maduro de que si pierde habrá un baño de sangre. Cuando pierdes, te vas a casa y te preparas para contender en otras elecciones”, subrayó Lula.
Posteriormente, el presidente de Chile, mostró este jueves su respaldo a Lula y dijo que es inconcebible que el mandatario venezolano, amenace con «baños de sangre» si no gana las elecciones del próximo domingo.
«Concuerdo y respaldo las declaraciones de Lula: no se puede amenazar bajo ningún punto de vista con baños de sangre. Lo que reciben los mandatarios y los candidatos son baños de votos y esos baños de votos representan la soberanía popular, que debe ser respetada», dijo Boric en un encuentro con corresponsales extranjeros.
Maduro ha gobernado Venezuela desde el 2013, asumiendo el poder tras la muerte de su predecesor y mentor Hugo Chávez.
Su principal adversario será Edmundo González, un exdiplomático elegido por la coalición opositora para reemplazar en las urnas a la lideresa María Cori.
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