Resulta increíble que en 2024 exista una corporación municipal que abastece de agua a sus comunidades a un precio de cinco quetzales mensuales. Es un excelente trabajo en equipo que brinda ese servicio a hogares, escuelas, centros de salud, y en fuentes distribuidas en el casco municipal.
Es un ejemplo para los 339 alcaldes a nivel nacional. Aquí en Boca del Monte, Villa Canales, el alcalde actual, (Víctor Rivera), ofreció durante su campaña electoral abastecer del vital líquido cada 48 horas. Ahora abastece de ese servicio cada 8 días, el fontanero abre el chorro a las 21:00 horas, y lo cierra la madrugada del día siguiente a las 05:00.
Hay semanas que se carece de agua que impide lavar ropa, utensilios de cocina, aseo personal, y muchas necesidades más. Incluso la Municipalidad de la capital genera racionamiento y escasez de agua en varias colonias y sectores que afectan a millares de vecinos.
Si el alcalde de San José Chacayá, Luis García Chután, alcanza ese beneficio para la población, ¿por qué en Boca del Monte y muchos municipios más a nivel nacional no lo hacen? La respuesta está en los programas que ejecuta la corporación municipal de San José Chacayá, entre los cuales destaca la automatización de servicios de agua; la política de agua y saneamiento municipal, rehabilitación de modelos higiénicos en centros educativos, buenas prácticas en el cuidado de la gestión del agua, control de la calidad del agua que permite el consumo humano, empoderamiento de las mujeres en uso y consumo de agua, fortalecimiento institucional y la participación ciudadana.
En ese proceso también participan los cocodes, codedes, para garantizar el abastecimiento de agua a toda hora. Cada corporación municipal debe abordar temas como educación, salud, agua, ambiente, bienes naturales, reforestación, tratamiento de desechos sólidos, turismo, ordenamiento territorial, mediante un denominado “tren de aseo”.
Esa gestión municipal debe ser un ejemplo para el resto de alcaldes del país, a fin de que todos los vecinos podamos suplir nuestras necesidades higiénicas que permitan combatir la desnutrición aguda y crónica en niños menores de 5 años, mediante un plan nacional de servicios públicos que permita el desarrollo humano.