Lic. Américo Cifuentes Rivas

Lo que deseo resaltar en estas pocas líneas es referirnos aunque sea brevemente a las acciones de dignos y audaces guatemaltecos que se opusieron a la traición interventora. En aquellos días posteriores a junio de 1954, supimos de protestas de comunidades campesinas en la Costa Sur, cuyos líderes se decía eran fusilados o encarcelados; de cuyos hechos era poca la información que se divulgaba. Pero la muchachada valiente y rebelde de la Universidad de San Carlos y de la sociedad civil organizada, específicamente de la Asociación El Derecho, la Asociación de Medicina y otras permanecieron siempre en pie de lucha. Los recuerdos que me saltan a estos setenta años de Revolución y 60 años del liberacionismo consisten en la edición del periódico universitario “EL ESTUDIANTE”, consistente en una hoja periódica cada ocho o quince días, no recuerdo exactamente, con una posición de profunda crítica y de denuncia al gobierno de facto de Castillo Armas. A estos 70 años de la gesta de la Revolución de Octubre y sesenta de la contrarrevolución anticomunista – USA, es oportuno rendir homenaje y nuestros recuerdos a aquellos muchachos que jugándose la vida formulaban el periódico y lo distribuían en toda la Universidad, en toda la capital y en todo el país: al bachiller Antonio Fernández Izaguirre quien ya partió de este planeta, al bachiller, hoy doctor Jorge Mario García Laguardía y al bachiller, hoy abogado Mario René Chávez (son los nombres que recuerdo) A todos ellos un modesto reconocimiento de quienes un día nos inspiraron sus escritos en el periódico “EL ESTUDIANTE”. Esperamos que al conmemorar los setenta años de la Revolución de Octubre (y al condenar la intervención extranjera liberacionista que tanto daño causó y sigue causando a los guatemaltecos) las nuevas generaciones asuman en forma orgánica su responsabilidad de conducir al país por nuevos derroteros. Para concluir estas líneas, recuerdo que los autores y promotores de “EL ESTUDIANTE” eran objeto de una troglodita persecución política que los obligó a exilarse en la República Mexicana donde, por cierto fueron bien tratados.

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