Foto La Hora / Fabricio Alonzo / MP - Diseño La Hora / Alejandro Ramírez

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos vino a Guatemala en la semana que termina para promover el mayor respeto en esa delicada materia vital para la convivencia pacífica en todos los países del mundo. Sostuvo reuniones con diferentes sectores, tanto sociales como políticos, y afirmó que le preocupa mucho la enorme polarización que se aprecia, así como el espíritu de confrontación y la influencia que en todo ello tienen los “altos niveles de corrupción” que aún persisten en el país.

Uno de los temas que provocó la visita fue la continuada falta de un Estado de Derecho, la persecución penal que se ejecuta contra activistas de derechos humanos y comunicadores sociales que sufren el acoso legal como consecuencia de sus posturas (en algunos casos) en contra de las mafias que por años se han ido adueñando de toda la institucionalidad en el país. Una de las reuniones que más interesaban al Comisionado era la que se programó con la Jefa del Ministerio Público, Consuelo Porras, pero la misma no se pudo llevar a cabo porque la Fiscal General se excusó esgrimiendo “una situación de urgencia, en virtud que el Ministerio Público recibe aproximadamente 52 denuncias por minuto y que muchas de las circunstancias no admiten demora, pues se deben privilegiar los derechos humanos de las víctimas.”

La simple matemática nos permite suponer que si esas denuncias por minuto ocurren únicamente en horas hábiles, serían diariamente 24,960 denuncias; pero como en materia de crímenes no hay días ni horas inhábiles, estaríamos hablando de alrededor de 75,000 denuncias diarias. De acuerdo con la lógica de la explicación que dieron las autoridades del MP al Alto Comisionado de la ONU, seguramente que la Fiscal General no pude disponer de ningún minuto en el día para descansar, comer o reponerse de la fatiga que le provoca esa perpetua dedicación a “privilegiar los derechos humanos de las víctimas”, tal y como explicaron en el comunicado hecho público para explicar su ausencia.

Qué raro que de todas esas denuncias a las que no les pone atención son a las de Miguel Martínez. ¿Por qué será?

Es un hecho que abundan los crímenes en nuestro país y que diariamente se producen muchos casos que ameritan formular las denuncias respectivas para que el Ministerio Público inicie las investigaciones pertinentes, pero si cada minuto del día se presentan ante ese ente encargado de la investigación penal nada más y nada menos que 52 denuncias, estamos hablando de más de 9 millones de casos. Eso explicaría por qué el MP no puede atender al comisionado, pero también por qué no pueden dedicar ni siquiera un minuto de su tiempo a investigar la corrupción en general, no digamos la de Giammattei y Martínez en particular.

La sensación que queda tras esa excusa es que son tan malos para la investigación como para las matemáticas.

Redacción La Hora

post author
Artículo anteriorArévalo se reúne con delegación liderada por senador demócrata de EE. UU.
Artículo siguienteRaphy Pina queda en libertad supervisada, tras culminar su condena en prisión