Son evidentes los desafíos que afronta el gobierno de Bernardo Arévalo, entre ellos podemos mencionar que los diputados del Congreso, buscan una alianza con incentivos partiendo de la aprobación de la ampliación presupuestaria, así como impunidad con la elección e integración de nuevos magistrados de la CSJ, y cortes de apelaciones.
Además, el gobierno del partido Semilla carece de un mediador político que tenga la habilidad de negociar con el Organismo Legislativo los temas de interés nacional que influyen en las políticas emanadas desde el Ejecutivo. Pese a que el gobierno tiene algunos aliados en el hemiciclo, provienen de la bancada VIVA, y de otros partidos con escasa representatividad a la hora de las votaciones parlamentarias de interés nacional.
Pese a que el gobierno cuenta con aliados como el gobierno de los Estados Unidos, la Organización de las Naciones Unidas, ONU; de la Organización de los Estados Americanos, OEA; la Unión Europea, UE, Canadá, y otros, la situación mundial como la guerra entre Rusia y Ucrania, y el conflicto de Israel en el medio oriente, influirán en el corto plazo con el apoyo internacional al gobierno guatemalteco.
Sin embargo, hay una incertidumbre que crece en los Estados Unidos con la elección presidencial que se celebrará en noviembre 2024, cuando elijan entre el republicano Donald Trump, y el demócrata Joe Biden. La expectativa por el potencial triunfo de Trump podría influir en el apoyo norteamericano a las políticas hacia Guatemala. Esta hipótesis cobra fuerza partiendo de que ese gobierno no impidió la salida de la CICIG, en Guatemala, así como la elección de la fiscal durante el gobierno de Jimmy Morales, en 2017, y la posterior reelección en 2022, en la administración de Alejandro Giammattei. Desde allí se inició la persecución sistemática de operadores de justicia del MP, jueces, periodistas e intelectuales que hoy afrontamos.
A ello sumar la falta de identidad en el Gabinete de gobierno, pues los actuales ministros demuestran debilidad en sus funciones, lo cual disminuye la habilidad de gobernar e impulsar acciones para combatir el problema agrario y campesino.
Esta crisis genera ansiedad en la población cuando no observa cambios sustanciales en el corto plazo, y la mayoría de sectores se dedican a criticar negativamente generando desgaste, e impide la formulación de un diálogo pluricultural que permita la transformación de conflictos.
Es urgente que los guatemaltecos identifiquemos la ventana de oportunidad que representa el gobierno del partido Semilla, pues rompió con más de una década de gobiernos, funcionarios, algunos industriales y empresarios que integraron el pacto de corruptos y desean recuperar la cuota de impunidad, corrupción y de poder que gozaron en el pasado y que aún poseen en el aparato estatal.
Los guatemaltecos y tanques de pensamiento debemos generar crítica constructiva, señalar los posibles errores, pero también involucrarnos y participar activamente en la identificación de problemas y posibles soluciones para que el gobierno pueda cumplir sus ofrecimientos de campaña que hoy lo tienen en el poder.