Edith González
“El deber de la juventud es pelear contra la corrupción”. Kurt Cobain
El tiempo y los medios de comunicación, formaron mitos en la política guatemalteca, pero en las recientes elecciones generales, estos mitos, o ídolos con pies de barro, se cayeron. Simplemente ya no están en el tablero nacional y seguramente no volveremos a escuchar de ellos.
ALFONSO PORTILLO: expresidente de la República, igualmente expresidiario de las cárceles de México, Guatemala y Estados Unidos, por delitos que van desde doble asesinato hasta saqueo de arcas nacionales. A su retorno a Guatemala después de su persecución, captura, enjuiciamiento y condena por corrupción, regresa a Guatemala y los desbordes populares, lo elevaron una vez más a la cúspide. La realidad estaba por llegar. Nunca pudo siquiera ser candidato. El mito, el ídolo, el “vengador”, cayó y la historia lo juzgará por sus malas acciones.
MANUEL BALDIZÓN: Este político, que seis meses antes de las elecciones se proclamaba el absoluto ganador. Porque ahora “Me toca” y que incluso contaba con gabinete, embajadores y altos funcionaros, simplemente cayó “al tercer lugar”. Otro ídolo con pies de barro, que ya no regresará, Los guatemaltecos lo sepultaron políticamente. Es Quizás el más claro ejemplo de cómo el votante es analítico e inquisidor. Ya pasaron los tiempos en que se le podía engañar con “espejitos”
SANDRA TORRES: Ambiciosa y sin principios familiares ni valores morales, pensó que haber sido Primera Dama y el poder tras el trono en el gobierno de su ex esposo, (¿) Álvaro Colom, le daba derecho de acceder al poder. Pero el votante la “congeló” y con ello, otro mito, otro ídolo con pies de barro, fue castigada severamente. No creo que vuelva a la política, pero como en Guatemala se han “visto muertos acarreando basura”, quizás no aprendió la lección y quiera regresar.
Estos falsos ídolos, estos mitos, simplemente no deberán de estar en los nuevos procesos electorales, el castigo ya lo recibieron. Su retorno sólo provocará que el castigo sea aún más severo. El votante guatemalteco no es tonto y ya no se le “dirige” como en la década de los sesenta. Es una clase pensante, con suficiente información.
En otro tema y como lección que nos dejan estas elecciones, es que el populismo, (Cerezo Arévalo, Portillo, Colom) al menos en estos años, han perdido su impacto y seguramente tendrán que gobernar mandatarios al estilo de Maduro, en Venezuela, para su retorno.
JIMMY MORALES. El caso del recién electo presidente de la República nos envió otro mensaje de estas elecciones. El nuevo mandatario mostró que con poco dinero, se hace una buena campaña electoral, pero igualmente que los guatemaltecos queremos nuevos dirigentes en busca de una realidad concreta y no solo promesas en el vacío.
LA JUVENTUD. Nadie puede negar que los jóvenes nos dieron otra revolución, sin balas, pero altamente efectiva. El antecedente de octubre del 44 fue importante y los jóvenes nos dijeron SÍ a un nuevo sistema.
Los ídolos de pies de barro ya no están sus malas acciones fueron sus peores enemigos.