Como es de dominio público en octubre de 2024 deben asumir nuevas Altas Cortes. El proceso de integración de las Comisiones de Postulación está en curso. Nuestro andamiaje constitucional establece en los artículos 215 y 217 que los magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) se eligen por el Congreso de la República para un periodo de cinco años de una nómina de veintiséis candidatos propuestos por una comisión de postulación integrada por un representante de los Rectores de las Universidades del país, quien la preside, los Decanos de las Facultades de Derecho o Ciencias Jurídicas y Sociales de las Universidades, un número equivalente de representantes electos por la Asamblea General del Colegio de Abogados y Notarios del país y un número equivalente electo por los magistrados titulares de la Corte de Apelaciones y demás tribunales de igual categoría. En el caso de las Salas de Apelaciones y tribunales de igual categoría, de la misma forma son elaboradas las nóminas (el doble del número a elegir) por los mismos órganos, con excepción que la Corte Suprema nombra a los representantes de la Corte en lugar de que los magistrados titulares de Salas de Apelaciones elijan sus representantes.
El proceso de elección de Altas Cortes en nuestro país ha sido criticado mucho. Durante el gobierno del FRG (2000-2003) se dieron cambios legales que llevaron a que eventualmente en el seno de mi colegio profesional, el Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala (CANG), se explotara políticamente la mayor participación y el rol del citado colegio en las elecciones de magistrados de las Altas Cortes y de otros funcionarios del Estado. De allí que se crearon redes y grupos que politizaron las comisiones de postulación de elección de magistrados, con el agravante que eso desembocó en una politización de la justicia. Ocurrió lo que se quería evitar con el andamiaje de la reforma constitucional del ’93 que creó el mecanismo de las comisiones al politizar incluso a la academia. El modelo parece estar listo para modificación profunda, sin embargo, dado lo enraizado de los intereses en juego, no ha tenido eco una reforma constitucional sobre la materia, habiendo fracasado la del 2016 que promovió MP-CICIG-CSJ que trastocaba por completo el mecanismo.
Si el modelo es tan disfuncional, ¿qué se puede hacer? El próximo 21 de junio el CANG elige en Asamblea General sus representantes en las Comisiones de Postulación, tanto para Corte Suprema de Justicia como de Sala de Apelaciones. Se dice que el 20% de los agremiados asisten a votar. De ese porcentaje un alto número del mismo es voto de las minorías organizadas que han prosperado del sistema mismo. Hoy quiero incitar a mis colegas abogados y notarios, así como las ciencias afines agremiadas al mismo que participemos y ejerzamos nuestro voto. Tenemos una cita para votar el 21 de junio. El sistema de justicia está en una crisis muy grande y debemos tratar de retomar el camino de la independencia judicial. Rompamos el ciclo de “tú me elijes, yo te elijo” que sólo lleva a constituir en puestos a magistrados venales.
El año pasado pudimos ver frente a nuestros ojos que la democracia de nuestro país se nos iba de las manos por acciones y omisiones de jueces y magistrados venales. Nuestro sistema republicano de pesos y contrapesos no puede funcionar bien si el sistema de elección de Altas Cortes dejamos que se convierta en un “mercado político de jueces”. El sistema no es bueno, pero es lo que hay bajo las reglas constitucionales actuales. Incito a mis colegas que participemos, que venzamos la apatía, que organicemos las agendas del viernes 21 y que vayamos a votar. Tengo que ser franco y declarar que formo parte de la Planilla 8 de Unidad por la Justicia, la cual es un esfuerzo de coalición de grupos gremiales conocidos y con trayectoria como Alternativa Independiente del cual formo parte. Estimados colegas, yo hoy no les pido el voto por la planilla 8, sino lo que le pido a ustedes agremiados es que, concienzudamente, tomen la decisión y hagan el sacrificio de ir a votar y luego que reflexionen sobre los integrantes de cada planilla y elijan la mejor opción, no por compadrazgos o favores, sino por quienes en realidad quieren coadyuvar a escoger los mejores perfiles para candidatos de las Altas Cortes. La independencia judicial y la elección de los mejores magistrados para el país no debe ser dejada a elección de una minoría de votantes del CANG, vamos a ejercer nuestro deber y vayamos a votar estimados agremiados. Tenemos enfrente una oportunidad para cambiar el rumbo de la justicia en el país. Tomemos ventaja de ella.