Diseño: Alejandro Ramírez
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Profesionales de la psicología consultados por La Hora ofrecieron sus puntos de vista acerca de las secuelas que puede dejar en un niño el presenciar una muerte violenta, luego del incidente ocurrido dentro de una barbería en un centro comercial de la zona 18, la noche del viernes 31 de mayo.

En un video que circula en redes sociales se puede ver como un niño de 8 a 10 años, aproximadamente, está sentado dentro de la barbería cuando un hombre con casco de motorista dispara en contra de otro a quien cortaban el pelo.

En las imágenes se logra ver que las personas salen corriendo y en el lugar se queda el menor mientras se tapa los oídos por el estruendo de las detonaciones.

SECUELAS

A juicio de psicólogos consultados por este medio, el menor puede sufrir consecuencias en el corto, mediano y largo plazo, por lo cual, es importante que se le dé asistencia profesional.

La psicóloga clínica Meshelle Kababie explicó que el menor puede desarrollar algún trauma dependiendo de las acciones que se tomen después del suceso, por ejemplo, si al lugar llegó un familiar pronto o si el niño vio el cadáver inmediatamente después de que le dispararan.

Aunque una muerte de ese tipo no es natural, agregó la profesional, es importante que cuente con el soporte familiar y profesional para entender la situación y superar el hecho. Sin embargo, afirma que habrá síntomas como pesadillas recurrentes y recuerdos repentinos del suceso, lo cual le asustará y producirá angustia lo que podría derivar en alguna depresión o trastorno, aunque esto dependerá de cómo se maneje la atención psicológica que reciba el niño.

Otro de los síntomas, precisa, es el «evitamiento», es decir, el negarse a asistir a lugares que le recuerden la tragedia, lo que puede quedarse en el mediano o largo plazo.

A LARGO PLAZO

Estas secuelas pueden producirse independientemente de si el niño era familiar o no de la víctima. Sin embargo, la situación se complica si se trata de su hijo.

José Cecilio del Valle, también psicólogo clínico, expuso que los efectos en el corto y mediano plazo también pueden incluir el sentir terror a escuchar algún estruendo como fuegos artificiales o cuetes o sentir miedo con el simple hecho de salir a la calle.

Si es su hijo también tendrá que lidiar con la carga emocional que representa el velorio, el entierro o el enfrentare al hecho de que no volverá a ver su padre.

Pero en el largo plazo, sin una atención psicológica adecuada, el trauma sufrido puede impactar en su desarrollo mental, emocional, académico y social, este último que tiene que ver con su capacidad para relacionarse con los demás.

Del Valle coincide en que, a pesar de lo traumático del suceso, con terapia psicológica pueden manejarse los problemas. Si bien no se pueden desaparecer de la memoria del niño, puede llegar a aceptarlos y vivir con ello.

Por el contrario, si no se tratan, las secuelas pueden llegar, incluso, a tener sentimientos de odio o deseos de venganza.

«Por eso es necesario recibir asistencia psicológica, hay instituciones que ayudan como la Fundación Sobrevivientes o la Comisión Nacional contra el Maltrato. Si el niño no es auxiliado psicológicamente le puede quedar como una huella que vivirá en el resto de su vida», acotó.

Del Valle añadió que la terapia psicológica es necesaria, aunque el niño que presenció el hecho no sea familiar de la víctima e incluso para los adultos que lo vivieron de cerca.

Bomberos llegaron a la barbería, pero la víctima ya había fallecido. Foto: Bomberos Voluntarios.
Bomberos llegaron a la barbería, pero la víctima ya había fallecido. Foto: Bomberos Voluntarios.
Sergio Morales
Periodista y licenciado en Ciencias de la Comunicación. Temas políticos, comunitarios, gestión pública y migración.
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