La semana pasada ofrecí hablar del contenido del manual que recientemente hicimos público, los del equipo de caminemos y el instituto republicano, para ponerlo a disposición de las organizaciones sociales, empresariales y gubernamentales y por supuesto a personas individuales que quieran proponer al Congreso de la República proyectos de ley, para que en todo caso se convierten en iniciativas de ley para ser discutidas y en su momento aprobadas por el Congreso de la República.
Dentro de ese contexto quiero literalmente transcribir lo que en ese manual me atreví a redactar como presentación del mismo finalizando con algunas palabras del Lic. Edgar Alfredo Balsells Tojo, quien en la primera versión del manual nos diera palabras sabias que pareciera que las hubiera escrito para esta ocasión.
Y es que al realizar la revisión y actualización del Manual de “Cómo Presentar Proyectos de Ley”, hemos caído en cuenta que vamos a alcanzar cuatro décadas de acompañar la labor del Organismo Legislativo y que en los diferentes períodos de esta etapa de vida institucional han variado las circunstancias en las que hemos pretendido realizar este aporte a la democracia representativa, que encarna el Congreso de la República a través de sus integrantes, electos por el pueblo de Guatemala.
Primero promoviendo el conocimiento y buenas prácticas parlamentarias, entre la generación de cuadros políticos que debían encarar la transición democrática, luego con la preparación y acercamiento de organizaciones sociales con interés de promover sus agendas ante el Congreso, necesidad que se disparó con la firma de los Acuerdos de Paz, en diciembre de 1996, cuando acompañamos a numerosos grupos de la sociedad que quisieron ver plasmados muchos de los compromisos de paz, convertidos en leyes de la República.
También cuando se hizo urgente y se asumió como una tarea de nación, la reforma de justicia, o la revisión de las leyes que atañen a la seguridad pública que ha convocado a un gran número de organizaciones y personas. En las postergadas reformas electorales y en la promoción de leyes que atiendan la protección del ambiente.
Por si fuera poco, la vida nos permitió servir de nuevo a la población y tener una alta responsabilidad en el Congreso de la República, donde pudimos practicar lo que durante tantos años predicamos, y decidimos implementar un modelo de Congreso de puertas abiertas, que no sólo fue un discurso, sino un trabajo al que dedicamos mucho tiempo y trascendió de temas puramente legislativos.
Al realizar la revisión y actualización, que ahora presentamos, en el país se ha instalado un ambiente de polarización política, que, entre otros efectos nocivos, ha alejado a las organizaciones de la sociedad del Congreso, de las comisiones y los diputados. Ante esas fracturas, promovemos como siempre la necesidad de dialogar y construir canales de comunicación, y sin ninguna duda, desde la postura que el Congreso es la casa del pueblo y debe abrir sus puertas a las demandas y necesidades de la población y de sus organizaciones.
Con esa convicción presentamos esta versión actualizada del manual de “Cómo Presentar Proyectos de Ley” esperando que represente una contribución a la necesidad que tiene el país de fortalecer la democracia y recuperar el camino del desarrollo y el progreso para sus habitantes.
Con esta experiencia de casi cuarenta años, puedo asegurar que no me cabe la menor duda de que, invariablemente, la participación de la sociedad en la actividad legislativa, mejoró siempre la calidad política y casi siempre técnica de las leyes que aprueba el Congreso de la República, de manera que, apuntamos la necesidad de retomar dichos mecanismos desde el Congreso, los bloques y partidos políticos, y por supuesto también desde la llamada “llanura”, desde las comunidades y organizaciones de la sociedad.
En esta oportunidad, solo me resta agradecer al público que ha utilizado este manual, así como a las instituciones y organizaciones que han apoyado su divulgación, y cumplir el modesto aporte que ha sido ponerlo a disposición de nuestra sociedad.
NO SE VALE “que creamos que este libro será solo de beneficio para nosotros los ciudadanos que formamos el electorado. También la obra es de valor primordial para los diputados al Congreso de la República, a quienes ilustrar sobre la forma de trabajar internamente en las labores legislativas y aún el tratamiento político de los temas a debate. Sin embargo, posiblemente su mayor valor recae en la información compartida en vista que los parlamentarios sabrán, de hoy en adelante, que su interlocutor común sabe cómo se hacen las cosas allí adentro. Como consecuencia de todo, el diálogo entre elector y congresista deberá ser diferente, por fructífero, resultando ganadora la democracia con el experimento”, dijo el Lic. Edgar Alfredo Balsells Tojo.
YA ES HORA , dijo en Febrero de 1996, “que entendamos que todo lo que sea enseñar a vivir en democracia debe ser bienvenido. Si el parlamento es esencialmente una expresión de la práctica democrática, el conocer su manejo interno es ilustrativo y beneficioso para el sistema. Al augurar que este manual será bien recibido en todo el ámbito de la sociedad civil, me alegro de haberlo conocido y queden estas líneas como humilde respaldo a la labor divulgativa que encierra, así como mi inquebrantable devoción a la democracia y a la legalidad.