Por: Ángel Elías
Si me preguntan, la colección Resonancias, del Fondo de Cultura Económica, tiene títulos diferentes y particulares. Ese es el caso de este libro La balada de los niños muertos, del escritor Efraím Blanco.
Este libro es ganador del Premio Bellas Artes de Cuento Infantil Juan de la Cabada 2019, galardón otorgado por la Secretaría de Cultura, en conjunto con el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), a través de la Coordinación Nacional de Literatura, y el Gobierno del Estado de Campeche.
La publicación tiene algo en particular. Es la historia que cuentan niños que murieron y que deberían estar en el más allá, pero se quedaron en la tierra para evidenciar a su asesino: El señor muerte. Es una historia de terror y ficción particular. Porque toca el tema de la muerte, el asesinato y los niños. Y aunque la trama suene perturbadora, la historia va más allá de la simplicidad de enlazar esos temas. Es una novela que revela las circunstancias en las que los niños son desaparecidos en el pueblo de Gatonegro. Este lugar es un lugar en el que niños cuentan su historia e impiden, en la medida de sus posibilidades, que el Señor muerte siga haciendo maldades.
Por momentos ellos relatan su desaparición en otros, los padres hacen una búsqueda incansable a través de redes sociales y periódicos para localizar a sus hijos. Otras escenas en las que los niños desde otra dimensión platican, juegan y elucubran sobre el mundo terrenal. Aquellos personajes llevan una vida normal, en una dimensión paralela. A veces se conectan con el mundo, ven a sus padres, tratan de consolarlos o simplemente de darles un susto. Pero ahí están, perennes en la memoria, en un eterno juego entre ellos y la misión de detener a la muerte, en aquel lugar que habitan gatos gigantes.
La balada de los niños muertos es una novela ilustrada que nos lleva a reflexionar sobre el tema de la muerte, la violencia, la angustia de las desapariciones, pero principalmente hacer introspección sobre la vida y de quienes nos acompañan en este paso por la tierra.
Esta publicación nos lleva por los caminos de la memoria y la tradición. Todo para reflexionar sobre la importancia de la comunidad y cómo el dolor por la pérdida se lleva mejor cuando se comparte con otros. La balada de los niños muertos es un libro lleno de simbolismos y visiones sobre el otro mundo en el que el lector encontrará sus rutas para explicar la muerte y el más allá, pero principalmente preservar en la memoria, la existencia de quienes ya partieron
Dan Quijote y el espagueti del abuelo Pedro, de Stedho
A Dan le han confiado una importante misión: conseguir los ingredientes que se necesitan para preparar la cena. Y aunque podría parecer una tarea fácil, ¡ninguna aventura es pequeña para este ingenioso infante! Así, junto con su leal compañero, el gato Panza, recorre lugares insospechados, donde habitan criaturas extraordinarias, con el objetivo de llevar a casa todo lo que el abuelo Pedro requiere para cocinar su delicioso espagueti. Una entrañable novela gráfica silente llena de fantasía.
El comprador de vidas, de José Antonio del Cañizo
Escuche: usted tiene un montón de pasta y nosotros no tenemos un duro. Pero nosotros nos ganamos la vida vendiendo risas, alegría, diversión, ilusiones, y usted no tiene nada de eso. –¡Yo lo he comprado todo en la vida! –Minutos después firmaban en lo alto de la torre el contrato de compra-venta más insólito. Acababa de comprar su vida.
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