La fiscal general llena de miedo, asesorada por otros miedosos, que saben su papel en el encubrimiento de los grandes casos de corrupción, que uno a uno liberan, dejan escapar, que conocen su sucio papel en su intento de que el presidente democrático Bernardo Arévalo tomara posesión al sacar caso tras caso en contra del Movimiento Político Semilla y en contra del binomio presidencial en todas sus ridículas acciones, desde Firmas Falsas, hasta USAC Botín Político, un cuento chino sin pies ni cabeza, hecho a la medida de su miedo para evitar la inminente victoria de Arévalo y Herrera. Adentro del Ministerio Público se repitió, como loros, la narrativa creada por los asesores homosexuales de Giammattei, defensor de la familia tradicional a juzgar por su alianza con la iglesia evangélica de la derecha política conservadora, que nunca le preguntó si su pareja, su novio o novia, era parte de esa familia tradicional que defiende los valores de los corruptos: La mentira.
No, no hay ningún problema con la homosexualidad, pero sí hay muchos problemas con el uso de la misma para mentir, manipular y sacar provecho de los recursos del Estado. Estos no son homosexuales, estos son el ejemplo máximo de la corrupción a partir de la prostitución de todo, de todo. Su defensora católica, la plagiadora de títulos, ampliamente demostrados falsos y protegida por la Corte de Constitucionalidad, la que obligó a la postuladora que reingresará su nombre para que el ladronote de Alejandro Giammattei la pudiera elegir a compadre hablado y retomar el control total del sistema de justicia para terminar de sepultar a la CICIG, un obstáculo del Pacto de Corruptos, formado principalmente de oligarcas obscuros que se han aprovechado de los recursos nuestros, el Estado, para robar e implantar sus monopolios, nada de libre mercado.
Antes de conocerse la propuesta del presidente Bernardo Arévalo para reformar la Ley del Ministerio Público en materia de la remoción de cualquier fiscal general, propuesta hecha dentro del marco constitucional el MP salió a la defensiva con un comunicado y una presentación grabada de la no doctora Consuelo Porras quien literalmente se expresaba, de lo que no conocía, pues esto fue anterior a la intervención nocturna del presidente del pasado domingo 6 de mayo, acompañada de su séquito de seguidores trabajadores reprimidos del MP, diciendo: «ante las acciones, espurias, maliciosas y antidemocráticas del presidente y de la vicepresidenta…». El mensaje toma la tónica de la victimización y ataca abusivamente acciones que al ser mostradas por el presidente son totalmente democráticas. Este intento del control de narrativa, donde ella es no solo la jefa del país, sino la defensora de la justicia, autoconcebida como la defensora número uno de la democracia. ¡Válgame Dios!
La fiscal general sin conocer en absoluto lo expuesto por el mandatario el domingo 6 de mayo a las 9 pm, en cadena nacional fue corriendo con sus amigos de la Corte de Constitucionalidad ante lo que ella llama amenaza real, cierta e inminente, de que el presidente le destituya y con ello siga tomando medidas arbitrarias e ilegales contra el MP dada su autonomía. Tanto el comunicado como la grabación previa de la fiscal antes de la Cadena Nacional fueron prematuras. No se percibe en la estrategia del presidente Arévalo, un demócrata de verdad, un solo intento de algún movimiento inconstitucional, todo legal, sin drama, sin exageraciones. Ciertamente el ciclo obscuro de Consuelo Porras debe terminar y ahora deja en el Congreso el camino para realizarlo. Como vemos, en el congreso la mayoría le tiene miedo a Consuelo Porras, posiblemente por los secretos que les guarda, qué miedo a perder la endeble democracia que tenemos.
La propuesta de la iniciativa de ley hecha por el presidente Arévalo es más que la transformación de la ley misma, es en sí un cambio de la práctica social ya construida con la cooptación del Congreso cuya norma era cobrar, simplemente cobrar por aprobación de leyes. Este es el cambio fundamental, el respeto a la ley. La forma de gobernar del presidente Arévalo es democrática en un país no democrático en la práctica. Entonces, los diputados, en su mayoría, tendrán que reaprender la práctica parlamentaria de la discusión, análisis y mejora de la propuesta del presidente. Para el caso propuesto, el camino sería utilizar la propuesta de transformación del Ministerio Público esté encaminado a la verdadera recuperación de la justicia y no solamente encaminada a destituir a la fiscal X. De momento la fiscal ha leído erróneamente la propuesta del presidente y su estrategia de victimización va acompañada en la captura de las instituciones con tal descaro que la señora se levanta en armas verbales atacando de forma descarada, abusiva y arrogante sabiéndose dueña del poder de facto a través de un golpe de Estado al sistema de justicia.
El camino del actual presidente para enderezar el sendero del MP, el sistema de justicia y a la misma democracia me parece como el camino correcto. Estamos en un proceso de aprendizaje a vivir en democracia. Esta forma de convivir choca con la visión autoritaria, cínica, egoísta y monetaria en la que tradicionalmente se han cooptado las instituciones, particularmente el Congreso. Ahora, esta oportunidad de transformar a nuestro país para bien es importantísima y no debemos tragar ansias porque construir instituciones democráticas, dejar atrás al autoritarismo y hacer funcionar al gobierno para resolver los problemas esenciales de inequidad, injusticia, desnutrición, pobreza y otros que no nos dejan salir del subdesarrollo, eso lleva tiempo y esfuerzo. Para ello hay que evitar el golpe de Estado jurídico que se le quiere dar al gobierno de Arévalo porque con ellos perderemos esta oportunidad real de transformación profunda. Para eso los y las ciudadanas, los y las guatemaltecas tendremos que participar en la construcción de la democracia. Este es el momento. Si no es ahora, no será nunca Guatemala.