Fernando Mollinedo C.

Inició de manera formal el final del año; los negocios en una clara campaña adelantada inundaron estanterías y góndolas con artículos de temporada navideña; pues se le quita a la temporada cronológica su encanto; es decir, que cuando llega la verdadera temporada, de hecho, ya la hemos vivido.

Tal circunstancia es aprovechada por los avorazados pequeños y grandes empresarios para subir el precio de los artículos de primera necesidad sin que la inútil DIACO haga algo para frenar la actitud ignominiosa de los integrantes de la línea 2, la cual ni a sombrerazos “la descubren” ¿por qué será?

Mucho bla, bla, bla y demasiado güiri güiri y en realidad nada de ópera; los diputados siguen en su cueva de Alí Babá exprimiendo hasta el último momento para seguir negociando sus intereses económicos particulares a costillas del pueblo mientras estén “prestando sus servicios” a la patria.

El ASCO es la “alteración del estómago causada por la repugnancia que se tiene a alguna cosa que incita a vómito. Impresión desagradable causada por alguna cosa que repugna”. (DRAE), vemos con asombro la forma en que la vida delincuencial sigue campante en el país; estamos de hecho en un país ingobernable donde las mismas autoridades son parte de la delincuencia activa.

Lo mismo provoca el saber detalles del “negociazo” del Transurbano y las declaraciones de los “pobres empresarios” que -según ellos- están al “borde de la quiebra” subiéndole el costo al pasaje pues como no se ve, sólo se debita el costo aumentando precio del pasaje en las tarjetas, lo cual es un hueveo olímpico y ninguna autoridad del país, LÉASE BIEN, NINGUNA AUTORIDAD hace algo para defender al usuario como consumidor final.

Y ¿Qué decir de la carretera de ciudad Guatemala a San Juan Sacatepéquez? Es una verdadera desgracia el circular hacia ese destino y viceversa; la inmensa cantidad de agujeros (hoyos, pues) que tapizan la misma, producen una serie de daños mecánicos a los diferentes vehículos que se van dentro del hoyerío, y no se puede decir que es por la época lluviosa, ya que desde hace varios años esa situación no cambia, ni la arreglan, ni les importa, ni siquiera “le tapan el ojo al macho” medio rellenándolos. ¡Qué barbaridad! Que alcaldes, coviales y autoridades tan pura…vejiga.

Con el fin del ciclo escolar, se experimenta una vez más, la frustración que casi 80 mil nuevos “graduados” no tengan la oportunidad de encontrar un trabajo formal y se vean precisados a ingresar y engrosar la economía informal, lo cual se desdice el objetivo educacional de prepararse en la academia y en la técnica para ejecutar funciones laborales efectivas en el mercado nacional.

Así mismo, en el grueso de maestros y catedráticos que están de vacaciones, ¿cuántos se prepararán para mejorar su docencia? Y de las autoridades… ¿Cuántos supervisores en Escuintla, San Juan Sacatepéquez, Retalhuleu, Zacapa y otros lugares seguirán amenazando a los propietarios de colegios con cerrar tales establecimientos para obligarlos a dar “algo” material o inmaterial? ¿Qué supervisión de carácter pedagógico efectuaron durante el ciclo escolar? En todos los lugares hay ladrones.

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