Factor Méndez

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Defensor Derechos Humanos. Catedrático. Periodista/Escritor. Estudió Derecho, Derechos Humanos y Trabajo Social en Guatemala, Honduras y Costa Rica. Catedrático San Carlos y Rafael Landívar. Fundador Centro de Investigación, Estudios y Promoción de Derechos Humanos CIEPRODH. Autor de ensayos y artículos sobre temas sociales, políticos, memoria histórica y Derechos Humanos.

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“En este momento, cuando reconocen mi partido, lo difícil es lograr que no me maten, ya que las técnicas de la ultraderecha para sostenerse en el poder han cambiado. En la actualidad la derecha ha enarbolado la bandera del crimen, jugando al asesinato político”. 

Manuel Colom. Última entrevista realizada el 19 marzo, cuatro días antes de ser ejecutado.

Hoy hace 45 años el 22 de marzo de 1979, Manuel Colom, el líder nacional revolucionario junto a sus dos custodios, Héctor Barillas Zelada e Hilario Hernández Quiñonez, fueron ejecutados extrajudicialmente por esbirros del ejército nacional en la 5ª calle, zona 9 de ciudad Guatemala. El operativo por tierra y aire que acabó con sus vidas lo dirigió desde un helicóptero el general David Cancinos Barrios, en ese momento jefe del Estado Mayor del ejército (1977-1979). También se supo que el piloto del helicóptero fue Guillermo Castañeda Lee, ex agente de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA por sus siglas en inglés). Este crimen político ocurrió durante la dictadura militar del general Romeo Lucas García (1978- 1982).

El 12 de junio de 1979, el general Cancinos Barrios murió en una emboscada preparada por una unidad del Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP), que reivindicó la acción como respuesta por la muerte de Colom Argueta.

Las nuevas generaciones tienen derecho a conocer la historia reciente del país, saber sobre los efectos de la política contrainsurgente, del terrorismo de Estado, la violación sistemática de derechos humanos, los crímenes de lesa humanidad o el genocidio que tuvieron su mayor expresión durante el Conflicto Armado Interno que polarizó a la sociedad guatemalteca entre 1960-1996.

La aplicación de la Doctrina de Seguridad Nacional (DSN) y las políticas represivas del Estado, dejaron un alto costo social que se expresa en estadísticas de terror; más de 200 mil ejecuciones extrajudiciales y 50 mil desapariciones forzadas o involuntarias, 350 mil refugiados y exiliados, un millón de desplazados, cientos de aldeas indígenas exterminadas, miles de detenciones ilegales y arbitrarias, tierra arrasada, torturas, tratos crueles e inhumanos, practicadas por las dictaduras militares que contaron con apoyo de elites fascistoides nacionales y gobiernos extranjeros como el estadounidense e israelí y las dictaduras militares de entonces en Argentina y Chile.

Las múltiples olas represivas selectivas e indiscriminadas desatadas en ese período por el Estado dictatorial y su aparato represivo, tuvieron como estrategia central desarticular organizaciones sociales y populares de todo tipo, eliminar a sus dirigentes y debilitar los movimientos comunitarios, sectoriales y políticos opuestos al proyecto contrainsurgente.

Esas prácticas violentas golpearon a todos los sectores sociales organizados; religioso, sindical, campesino, estudiantil, intelectual, profesional, académico, periodistas, obreros, maestros, políticos y pueblos indígenas; hombres, mujeres, jóvenes, niñas, niños y ancianos fueron objetivos directos de la represión.

Los jóvenes de hoy deben saber que Colom Argueta fue un notable abogado, académico, político, fundador y candidato presidencial del Frente Unido de la Revolución (FUR) y el mejor alcalde de ciudad Guatemala (1970-74). Un líder carismático, profesional honesto, gozaba de gran prestigio nacional e internacional, seguido por campesinos, trabajadores, pueblos indígenas, intelectuales, académicos, profesionales y estudiantes. Siendo alcalde construyó el anillo periférico “Adolfo Mijangos López”, los colectores subterráneos de aguas negras que atraviesan la ciudad y contribuyen al saneamiento ambiental. Creó la escuela de pintura al aire libre en el cerro del Carmen y bibliotecas municipales. Robusteció la extensión y cobertura del servicio de salud con dispensarios municipales en áreas marginales y planificó el ordenamiento de la ciudad hasta el año 2000.

Colom Argueta fue víctima del terrorismo de Estado y de las élites intolerantes, que acostumbran utilizar métodos violentos para eliminar a opositores políticos, propagar culturas de terror y de silencio. Su eliminación como la de otros miles de hombres, mujeres, jóvenes, niñas y niños sigue impune, los autores materiales jamás fueron identificados.

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