POR GRECIA ORTIZ
gortiz@lahora.com.gt
Llevar agua potable a niños del interior del país a través del programa “Adoptemos una escuela, contribuyamos a la salud y desarrollo de la niñez guatemalteca” es el objetivo del proyecto escolar promovido por la empresa Ecofiltro, que se lanzó en abril pasado y que proviene de un inventor guatemalteco que ahora se distribuye en el extranjero y mantiene gran aceptación debido a su utilidad.
Philip Wilson, director y fundador de la institución explicó que se inició entregando el Ecofiltro en hogares de escasos recursos, sobre todo en el interior del país, mientras que en las escuelas se realizó en el departamento de Escuintla. Fue entonces que se dieron cuenta, que en las escuelas estaba llegando agua contaminada, y eso estaba provocando que los niños se enfermaran con mayor frecuencia de padecimientos gastrointestinales.
“Nosotros empezamos el programa escolar, para tratar de llegar a todas las aulas de las escuelas rurales del país, y en este ciclo escolar, llegamos a 753 escuelas con un Ecofiltro en cada aula que ha beneficiado a más de 170 mil niños”, afirmó.
En ese sentido, también resaltó que iniciaron en Escuintla por la calidad del agua, “es la peor de Guatemala, ahí bajan todos los ríos del Altiplano y mucha del agua subterránea está muy contaminada, pensamos que era importante llegar a las escuelas de la costa sur porque era el lugar en donde tendríamos mayor impacto”.
Además, destacó que el uso constante del purificador de agua, permitió que los menores llevaran la iniciativa de uso a sus viviendas también, y para el próximo año indicó que esperan llegar a 1,500 escuelas del área rural, y con ello se llegaría hasta unos 500 mil niños que se espera sean beneficiados.
Para realizar estas acciones, la entidad cuenta con empresas aliadas que hacen su aporte apoyando la iniciativa, además, se realiza “La semana del agua”, actividad en la que niños destacan la importancia de cuidar los recursos hídricos del país, acentuando la necesidad de “cuidar ríos, lagos; no tirar basura en nacimientos de agua, en pozos y otros lugares aledaños, se trata de crear conciencia de la importancia de cuidar este recurso”.
El ecofiltro es un invento guatemalteco impulsado a nivel internacional, según explicó Wilson; actualmente se encuentra en al menos 38 países, donde goza de gran aceptación “tiene mucha popularidad, y fue creado por el licenciado Fernando Mazariegos”, “ha tenido mucha aceptación, porque el agua sale muy fresca, parece una maceta de barro”.
Para utilizarse el filtro, se llena de agua que luego “gotea” de uno a dos litros por hora, con esto se logra que atrape todo tipo de bacterias que podría portar el vital líquido.
Y es que existen diferentes tipos de filtros, en cuanto a su presentación los hay de plástico, barro y cerámica, “el modelo en plástico es el más económico y se usa en el área rural, así también para el programa escolar”.
De acuerdo a Wilson la diferencia entre los modelos que poseen, únicamente radica en el recipiente, pues las funciones y el filtro siguen siendo los mismos.
La aceptación que ha recibido la invención guatemalteca en el extranjero ha sido grande, afirmó el entrevistado.
Para 2020, la empresa que está comprometida con los objetivos del milenio de las Naciones Unidas, buscando sumar esfuerzos y proveer a las comunidades más vulnerables de agua potable a través del programa escolar, que tiene como propósito lograr la donación de filtros para ayudar a cumplir la meta de un millón de familias con acceso al vital líquido para ese año.
¿Puedo aportar?
La empresa busca llegar a más centros educativos, y si usted desea apoyar la causa puede hacerlo al solicitar información al correo pwilson@ecofiltro.com o a info@ecofiltro.com, también puede patrocinar una escuela si lo desea. Asimismo, si desea adquirir un Ecofiltro, puede visitar la página web www.ecofiltro.com.
“Nosotros empezamos el programa escolar, para tratar de llegar a todas las aulas de las escuelas rurales del país y en este ciclo escolar, llegamos a 753 escuelas con un Ecofiltro en cada aula que ha beneficiado a más de 170 mil niños”.
“El modelo en plástico es el más económico y se usa en el área rural, así también para el programa escolar”.