POR REDACCIÓN LA HORA 
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Una tragedia previsible desde hace 20 años

El pasado 1 de octubre un deslizamiento de tierra en la comunidad El Cambray II, en Santa Catarina Pinula, provocó la muerte de 273 personas –hasta el 11 de octubre-. La tragedia que enlutó al país, ya se podía prever desde los sucesos de 1995, cuando ocurrieron deslaves y posteriormente se emitieron alertas e informes para evacuar a los habitantes del lugar y se permitió el desarrollo habitacional. Esta se suma a una larga lista de tragedias prevenibles que se repiten en Guatemala, y que a pesar del dolor que provoca en las familias, no genera acciones interinstitucionales que eviten la pérdida de vidas de guatemaltecos.

DESLIZAMIENTO ANUNCIADO

El suceso de El Cambray II es otro ejemplo de la falta de acciones por parte de las entidades estatales para evitar la pérdida de vidas humanas.

Desde décadas atrás los cuerpos de socorro alertaron sobre los riesgos latentes en el área, según relató a La Hora Luis Assardo, consultor en seguridad y exbombero, quien señaló que entre 1995 y 1998 los Bomberos Municipales atendieron dos emergencias en esa localidad.

Assardo asistió a los vecinos por un alud en 1995, en el que hubo víctimas mortales; según el entrevistado, en esas fechas ya habían iniciado las construcciones de vivienda en esa área, pese a que los riesgos eran evidentes.

Posteriormente en 1998, dos semanas antes del paso del huracán Mitch por Guatemala, se registró otro deslave en el lugar y dejó a decenas de afectados, quienes fueron testigos de la fuerza de la naturaleza.

El experto indicó que luego de esos eventos, cuando trabajó en el Departamento de Previsión y Seguridad de los Bomberos Municipales, se realizó un informe sobre la situación de riesgo y ya consideraban que no era pertinente que personas habitaran en el sector.

Por otro lado, según una Declaratoria de la Conred del año 2001 explicaba: “Los problemas de deslizamientos o derrumbes, están relacionados con la falta de planificación urbanística y los cambios en la dinámica del curso de los ríos, debido a la explotación poco tecnificada de la arena para uso industrial”.

El informe advertía: “En el caso de la cuenca Villalobos, se observa una zona central de alta vulnerabilidad en la cuenca la cual abarca en el norte desde la altura de Guajitos y Ciudad Real y se extiende hasta San Miguel Petapa y Villa Nueva en el sur, mientras que desde el este abarca desde Bárcenas y se extiende hasta la altura de Boca del Monte en el oeste. Sin duda alguna, los ríos más problemáticos en esta cuenca son Pinula, Villalobos y Platanitos, estos dos últimos causan más estragos en la zona de su confluencia en los alrededores de Villa Canales”, explicaba.

Actualmente en los sectores mencionados siguen viviendo centenares de habitantes, a pesar de los riesgos ya anunciados.

En tanto, en 2008 esa instancia realizó estudios de vulnerabilidad y declaró el lugar de alto riesgo. Mientras que, en 2014, emitió un informe que entregó el 15 de diciembre de ese año a la Municipalidad de Santa Catarina Pinula para que evacuara a las familias.

“Existen deslizamientos puntuales en las laderas que conforman las vertientes del cauce. Los materiales se depositan dentro de este, obstruyendo y cambiando de dirección el flujo. Se observaron fracturas en los bloques de material, que pueden indicar futuros deslizamientos”, refirió.

_Repo6_1eEl documento indicaba: “De manera general, puede considerarse como soluciones posibles la reubicación de la comunidad afectada, parcial o totalmente en sitios que sí reúnen condiciones aptas para vivienda; o bien, intervenir con obras dentro del cauce, las cuales garanticen seguridad en sus alrededores y normalidad en su régimen de flujo, tanto en el tramo que atraviesa el sector El Cambray II como aguas arriba y debajo de dicho tramo”.

A pesar de las advertencias, la Municipalidad continuó permitiendo la estadía de personas y el desarrollo del sector inmobiliario en el lugar; la situación de alto riesgo fue ignorada por las autoridades. La semana pasada se buscó a Antonio Coro, exalcalde que estuvo 15 años al frente de la jefatura edil, pero no respondió a las llamadas a su teléfono celular.

El Ministerio Público (MP) empezó una investigación por el caso para deducir la responsabilidad de quienes están implicados.

EL CAMBRAY Y OTRAS TRAGEDIAS

Las advertencias no sirvieron de nada en El Cambray II. Al menos 273 personas están muertas, pero pudo evitarse sí se hubieran tomado las recomendaciones en el momento adecuado y si el papel de Conred hubiese sido vinculante y coercitivo para movilizar a las poblaciones en riesgo, según profesionales entrevistados.

Las personas, a pesar de los riesgos, se quedan viviendo en el lugar aduciendo que no tienen a donde ir: “Mire, primero no tenemos a donde ir como se puede ver ahora que estamos en el albergue; segundo, compramos porque se nos dijo que se tenían todas las licencias municipales y prueba de ello eran los servicios que prestaba la municipalidad. Viendo ahora las cosas, hubiera sido mejor irnos, pero alguien debe asumir responsabilidad por haber desarrollado ahí y por haber dado permisos”, señala un vecino que pidió que se omitiera su nombre.

Las víctimas de El Cambray no son las únicas, a estas se suman las que dejaron otros fenómenos naturales como Mitch, Stan y Ágatha.

De acuerdo con Amanda Morán, arquitecta y urbanista del Centro de Estudios Urbanos y Rurales (CEUR) de la Universidad de San Carlos (Usac), la Ley de Conred debería reformarse para que esa instancia se involucre directamente cuando ocurren estos problemas e incida oportunamente.

“Conred solo tiene un Consejo de Reducción de Desastres y por eso tiene que ampliar sus funciones para que tenga la prevención del desastre y después pueda realizar acciones con municipalidades o con promotores inmobiliarios porque su papel es muy limitado y posiblemente no tiene todos los recursos humanos y materiales para llevar a cabo una verdadera prevención”, explicó Morán.

La profesional dijo que actualmente Conred no está dentro de las instituciones que conforman el Consejo Nacional de Vivienda (Conavi) y en el Fondo para la Vivienda (Fopavi), por lo que sería conveniente que fuera incluida para intervenir cuando se requiera.

David de León, portavoz de la Conred, admitió que es importante fortalecer el marco legal de Conred para involucrarse en evacuaciones y otros aspectos.

“Creemos que es necesario fortalecer la labor, por ejemplo ahora se habla de poder sacar a las personas en un momento determinado por condiciones de riesgo, es parte de lo que creemos que debe fortalecerse en el marco legal y luego asegurar la participación de todas las personas”, argumentó.

Por otro lado, al vocero se le consultó sobre la tecnología adquirida en los últimos años y el presupuesto de Conred. El 2 de octubre, un día después de lo ocurrido en El Cambray II, decenas de voluntarios trabajaban únicamente con palas y excavadoras y aunque hubo personas que aún respondieron mensajes de texto para decir que estaban vivas y otras que pedían auxilio o golpeaban las paredes de sus casas bajo toneladas de tierra no pudieron salvarse.

De León dijo que la tecnología se ha obtenido principalmente con el apoyo de la Comunidad Internacional, en tanto el presupuesto de Conred de 2011 a la fecha ha sido de Q50 millones, pero al final del año logra acumular alrededor Q80 millones de presupuesto extraordinario.

“En el presupuesto tenemos que contemplar personal para capacitar, porque nuestra labor es apoyar a los alcaldes en la conformación de coordinadoras municipales, coordinadoras locales y recordemos que la institución no tiene –fondos- para llegar a todos los puntos, pero tenemos el apoyo de la comunidad internacional que nos está ayudando a través de diferentes proyectos en diferentes regiones del país”, reiteró de León.

En otro tema, hace algún tiempo se anunció la posibilidad de alianzas entre Conred y la Gremial de Operadores de Telefonía para enviar mensajes de prevención a las comunidades, sin embargo, esto no prosperó, según el vocero de Conred.

“Hemos buscado por parte de las empresas de telefonía tener recursos para emitir las alertas tempranas que permitan a una comunidad evacuar, lastimosamente ninguna empresa ha querido dar seguimiento”, expresó el funcionario.


Yurrita: El subdesarrollo genera inmigración rural

A criterio del urbanista Alfonso Yurrita, el origen de los problemas como lo ocurrido en El Cambray II, responde a la situación económica de la población que no posee casa y que se aloja en espacios inapropiados; muchas de estas personas migraron del interior del país a la capital.

“El subdesarrollo del país que genera esta Mega Ciudad, provocó también la inmigración rural. Los inmigrantes rurales se ubican en los lugares menos adecuados para vivir”, explicó.

Según el análisis del urbanista el deslave en El Cambray II, pudo originarse por un sismo y no por la lluvia.

“Los deslaves se dan por un sismo no por el agua. Hubo un sismo no en la ciudad, pero cuatro días antes en la costa de San José, fue fuerte y aquí el terreno estaba un poco mojado y se cayó”, explicó.

El profesional indicó que lo ocurrido en la referida localidad podría ser una advertencia de otra tragedia en el futuro, debido a las fallas en ese sector.

“En Guatemala hay dos grandes fallas: la de Mixco que se movió para el terremoto del 76 y la falla de Santa Catarina Pinula que no se movió, a mí me decía un amigo geólogo, que esa falla le preocupaba porque no se movió para el terremoto y está latente, cargando energía y posiblemente el próximo terremoto va a ser en Santa Catarina Pinula. No hubo terremoto
–en El Cambray II- pero sí podría ser una advertencia de que podría ser el inicio de una cosa peor para el futuro”, indicó Yurrita.


Informes previos para evitar desastres

Varios informes y recomendaciones se emitieron desde 1998 en El Cambray II, sin embargo no se tomaron en cuenta las sugerencias. En el caso de Conred recomendó en una Declaratoria de 2001:

“Los problemas de deslizamientos o derrumbes, están relacionados con la falta de planificación urbanística y los cambios en la dinámica del curso de los ríos, debido a la explotación poco tecnificada de la arena para uso industrial”.

El informe agregaba: “En el caso de la cuenca Villalobos, se observa una zona central de alta vulnerabilidad en la cuenca la cual abarca en el norte desde la altura de Guajitos y Ciudad Real y se extiende hasta San Miguel Petapa y Villa Nueva en el sur, mientras que desde el este abarca desde Bárcenas y se extiende hasta la altura de Boca del Monte en el oeste. Sin duda alguna, los ríos más problemáticos en esta cuenca son Pinula, Villalobos y Platanitos, estos dos últimos causan más estragos en la zona de su confluencia en los alrededores de Villa Canales”, explicaba.

Por otro lado, en 2008 realizó estudios de vulnerabilidad; declaró el lugar de alto riesgo.
En tanto, en 2014, emitió un informe que entregó el 15 de diciembre de ese año a la Comuna de ese sector, donde sugería evacuaciones de vecinos.

“Existen deslizamientos puntuales en las laderas que conforman las vertientes del cauce. Los materiales se depositan dentro de este, obstruyendo y cambiando de dirección el flujo. Se observaron fracturas en los bloques de material, que pueden indicar futuros deslizamientos”, refirió.

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