Guatemala es rica en tradiciones y cultura, sin importar la fecha. Casi todos los meses hay por lo menos una festividad que celebrar. Sin embargo, durante la época de Navidad, estas tienden a incrementar por la quema del diablo, la festividad de la Virgen de Concepción y de la Virgen de Guadalupe. Al ambiente de celebración se suman las posadas, que se realizan por la llegada de José y María a Belén.
Esta tradición fue incorporada por el Santo Hermano Pedro de San José de Betancourt como parte de las festividades navideñas. Las posadas sirven para recordar la travesía de María y José en su viaje a Jerusalén, con el objetivo de cumplir así con el censo romano y el nacimiento del niño Jesús en Belén.
Las posadas religiosas inician aproximadamente el 12 de diciembre y durante nueve días pequeñas andas con imágenes de María y José, vestidos de peregrinos y con decoración de la época (manzanilla, pino, ranchitos de paja, musgo, entre otros), recorren calles y avenidas en honor al largo camino que tuvieron que realizar los papás de Jesús hasta llegar a la ciudad de Belén.
En tendencia:
Esta tradición es muy esperada por toda la familia católica, ya que une a grandes y pequeños que acompañan al anda, con faroles creativos hechos con madera, latas, vasos y papel celofán de colores que iluminan el paso de todos los acompañantes.
MÚSICA
Otra característica especial de las posadas es la música que las acompaña. Los villancicos son entonados con instrumentos autóctonos como chinchines, caparazón de tortugas y pitos de barro.
Al llegar a la casa que ofrecerá posada el primer día, los peregrinos tocan la puerta y cantan:
– «En el nombre del cielo, os pido posada, pues no puede andar mi esposa amada…”
Mientras que las personas que están dentro de la vivienda responden con otro cántico.
Finalmente, al permitir el ingreso a la vivienda, ambos grupos cantan:
– “Entren santos peregrinos, peregrinos, reciban este rincón, aunque es pobre la morada, la morada, os la doy de corazón”.
Posteriormente, se lee un pasaje bíblico y se ofrece un refrigerio que generalmente consiste en un tamal y ponche de frutas, aunque depende de cada familia, ya que también se puede dar chuchitos, paches, tostadas, café, chocolate.
Al día siguiente el anda va a pedir posada a otra casa, y así sucesivamente hasta completar la novena.
Cada día de esta novena es dedicada a algún lugar recorrido por los feligreses en aquella época:
Día 1: el Monte Tambor.
Día 2: la Ciudad de Naín.
Día 3: los Campos de Samaria.
Día 4: el Pozo de Sequén.
Día 5: el Corral de las Ovejas.
Día 6: los Copos de Nieve.
Día 7: la entrada de Jerusalén.
Día 8: la entrada a Belén.
Día 9: el portal de Belén.
Otras Noticias: