Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com

Igual que después de un terremoto, en el mar se puede producir un tsunami, la crisis política que ha producido la renuncia y enjuiciamiento de Otto Pérez Molina y de Roxana Baldetti y como consecuencia la designación por el Congreso del binomio presidencial que actualmente gobierna, integrado por el licenciado Maldonado Aguirre y el doctor Fuentes Soria, han producido las condiciones para un tsunami al detener y reducir la captación de todo tipo de impuestos y como consecuencia la falta de liquidez en septiembre, octubre, noviembre y diciembre para que el gobierno pueda satisfacer las urgentes necesidades en salud, en seguridad, y en pago de salarios en el sector público.

No existe gobierno o empresa privada que pueda operar si no tiene la mínima liquidez necesaria y prueba de ello es la crisis que se han producido en Grecia y en otros varios países de Europa.
De la misma manera que en el presente año el Organismo Legislativo estuvo paralizado a base de interpelaciones que nunca se concluían, el actual gobierno tiene que comprender y encontrar solución para obtener los suficientes recursos que le permitan operar y proveer los insumos que la salud pública requiere en medicamentos, material quirúrgico y pago de servicios para que los hospitales y puestos de salud funcionen.

Puede retrasarse en el pago de salarios aunque no debe, pero no puede dejar de tener los insumos suficientes para que la salud y la seguridad operen.

Los integrantes del Congreso ya saben quiénes no quedaron electos y quienes sí. Independiente de cuál sea el binomio que la población decida elegir para presidente y vicepresidente de la República el 25 de octubre, el gobierno no puede paralizarse en los servicios esenciales.

El nuevo binomio tiene que percatarse que se está acercando a los efectos de un tsunami financiero y no puede justificarse diciendo que los hilos de comunicación entre el Ejecutivo y el Legislativo están suspendidos, porque a un enfermo no le importa.

La criminalidad siempre aprovecha las oportunidades o debilidades que las fuerzas de seguridad le brinden.

Muchas personas están distraídas con el juicio de La Línea, con la solicitud de antejuicio contra diputados y jueces, lo que si bien es importante, no es algo que va a sustituir que el Ministerio de Salud Pública y el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social presten los servicios que les corresponde de forma mínima y eficiente.

Las enfermedades no se detienen. Las personas se enferman y mueren si no se les da el tratamiento y los medicamentos que requieren, por ello el actual binomio presidencial y el nuevo Ministro de Salud, Mariano Rayo (exdiputado unionista) tienen que comprender que hay una luz amarilla que puede convertirse en una luz roja en cualquier momento, si no se le presta la atención y se destinan los recursos económicos necesarios para resolver la crisis hospitalaria y los malos servicios que la población está señalando.

En cuanto a la lucha contra el crimen organizado, el narcotráfico y demás, si no se aumenta la atención, ellos sabrán aprovechar la oportunidad y antes de que termine el año 2015 habremos retrocedido y nos estaremos colocando a la par de Honduras.
¡Guatemala es primero!

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