La desfachatez de Curruchiche insulta al que votó y al que cuidó el voto

Pedro Pablo Marroquín

Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.gt
@ppmp82


Lo que natura no da, Salamanca no presta” reza el popular dicho y la verdad es que cae como anillo al dedo tras las declaraciones que le dio a la prensa el día de ayer y que puede ver aquí en esta columna.

Rafael Curruchiche se esmera, cada vez que sale, en ser más arrogante que la vez anterior y quiere dar la errada sensación que él y Consuelo Porras son los salvadores de Guatemala a los que, los más de 5 millones que fuimos a votar en la primera vuelta, debemos de darle las gracias por lo que están haciendo.

Curruchiche se inventa que hay 1 mil denuncias de valientes guatemaltecos y con ese número se siente cómodo para atacar la democracia de este país.

Nadie sabe sobre qué versan las supuestas denuncias y además de la afrenta que esto significa para los votantes, es un verdadero insulto y falta de respeto para los miles de ciudadanos que dieron su tiempo para servir a Guatemala en las Juntas Electorales en todos los distritos.

Lo que dice y hace el Ministerio Público (MP) no tienen ni pies ni cabeza. En un sistema con un Estado de Derecho real, sólido e independiente, no deberíamos ni ocupar mucho tiempo en sus acciones, pero dado que parte de la podredumbre del sistema pasa por el control de las cortes y la instancia de justicia, las acciones del MP sí ponen en juego la democracia.

Llevarse las actas 4 y 8 son la clave para que aquí se abra la puerta a repetir elecciones con tan solo “perderlas” o “alterarlas” o que no asuman aquellos que no sean del agrado de Consuelo Porras, Rafael Curruchiche, Alejandro Giammattei y Miguel Martínez y por eso es que ahora hace tanto sentido aquel audio filtrado que el comunicador de la Presidencia atribuyó a inteligencia artificial.

Lastimosamente, los mensajes de apoyo a la democracia de todos los sectores, incluyendo aquellos que le dieron en su momento el beneficio de la duda a Porras, no han sido entendidos por doña Consuelo y Cía. y habrá que buscar maneras más enfáticas.

Los mensajes han sido sumamente claros. La democracia se respeta y hay un consenso generalizado que el Caso Semilla se debe investigar, pero se necesitan acciones objetivas e imparciales, además que también se investiguen todos los otros casos similares.

Escuche a Curruchiche. ¿Es imparcial? ¿Tiene objetividad? Pelea con el mundo, con el elector, con el que cuidó el voto, con los candidatos, miente descaradamente una y otra vez. Está obsesionado y un fiscal no puede volver las cosas personales porque pierde objetividad y como dije al inicio, el fiscal no tiene las mejores virtudes para comunicar agraciadamente.

El primer pacto de todos los interesados en que Guatemala avance por un camino de bien debe ser definir la manera en la que se le quitarán a Porras y Curruchiche los medios con los que están matando la democracia, la voluntad de la gente y la ilusión de seguir siendo una nación diferente a Nicaragua y Venezuela.