La estructura criminal que opera en la Confederación Deportiva Autónoma Guatemalteca (CDAG), fue reestructurada supuestamente para que a finales de año sea nuevamente designado un Comité Ejecutivo, así como en 17 Federaciones y Asociaciones de la Asamblea Nacional del Deporte que apoyan la denominada “clica” de Gerardo Aguirre Oestmann.
Dicha asamblea tiene 49 entes que trabajan con atletas de alto rendimiento y que en algún momento, nos representan en competencias internacionales, del ciclo olímpico para representarnos en los Juegos Olímpicos, que se desarrollan cada cuatro años.
Las “huestes” de Luis Néstor Madrid han usurpado funciones que le competen al Organismo Legislativo y cambiaron, a su sabor y antojo, el Tribunal del Deporte Federado (TEDEFE), el Tribunal de Honor y las funciones que le corresponden, por mandato constitucional, a la Contraloría General de Cuentas de la Nación (CGC).
En su lugar formaron tres comisiones “ilegales“, las cuales son: la Comisión Electoral, la Comisión de Ética y la Comisión de Fiscalización, en un estatuto que fue entregado al Comité Olímpico Internacional (COI), donde únicamente tiene entrada Willy Kaltschmitt, quien es miembro honorario de dicho organismo internacional. Las “malas lenguas” dicen que fue el “hechor material” de la auto suspensión que tiene nuestro deporte.
Antes de la suspensión del Comité Olímpico Guatemalteco (COG), los magistrados de la Corte de Constitucionalidad (CC), resolvieron que la CDAG no tenía la facultad de modificar la Ley del Deporte, porque eso únicamente le compete al Congreso de la República y por ese motivo el COI no deja que nuestros atletas participen con la bandera nacional y han tenido que utilizar otros entes que apoyan mientras se levanta la sanción.
Los atletas guatemaltecos han sido los únicos afectados, porque la “clica del deporte federado”, se ha beneficiado durante más de 16 años de un presupuesto que sobrepasa, los Q11 mil 200 millones, que no han sido manejados transparentemente y que ha servido para pagar “asesores de confianza” que los mantienen en el poder del deporte federado, para seguir con sus fechorías.
Un claro ejemplo, es el anterior presidente de CDAG, Fernando Cáceres, quien funge como asesor del Comité Ejecutivo con un salario de Q25 mil, el mismo que tenía en el momento de dejar el anterior alto cargo deportivo. Aunque la Oficina de Acceso de la Información Pública reporta que actualmente hay más de 250 asesores, los dirigentes deportivos se niegan a detallar los sueldos y cargos.
Mientras tanto, en la Contraloría General de Cuentas se encuentra abierta una auditoría para “contarle las costillas” a las Federaciones de Gimnasia, Tae Kwondo, Balonmano, Atletismo, Badminton, Natación y Boliche con la finalidad de conocer cómo han manejado el presupuesto proveniente del aporte constitucional, pero hasta la fecha no han podido demostrar transparencia, lo cual puede provocar que varios federativos sean llevados ante los tribunales de justicia por malos manejos.
El presupuesto nacional traslada anualmente Q700 millones para el deporte federado, mientras que el COI transfiere únicamente Q250 millones, razón por la que la CC ordena que deben ser auditados por nuestro ente contralor. La Constitución es bien clara que todo fondo público debe ser transparentado, pero en el caso del deporte federado no se cumple, hacen “piñata los impuestos”.
Los federativos que no apoyan las “mañoserías” de Aguirre y compañía, aseguran que ha sido hábil para conformar, un círculo de personas de confianza, quienes han construido una fortaleza que evita sea despojado de una “mina de oro”, donde se ha sentado por más de tres décadas, aunque esté vedado para ocupar un alto cargo, el cual ya no le interesa porque sigue siendo el “Rey detrás del trono”.
Lo más deleznable de toda esta historia “gansteril”, es que todo esto ha sido conformado con fondos públicos, los cuales deberían de ser invertidos en construir nuevas instalaciones deportivas, que permitan un entrenamiento de calidad y no como sucede, en este momento, que los atletas tienen que ir, con su propio dinero al extranjero, para “codearse con atletas de primer nivel”, tal es el caso del marchista Erick Barrondo, el corredor Luis Grijalva y el patinador Faberson Bonilla, que tienen otro nivel competitivo, pero por cuenta propia.
Eso sí los Presidentes de Federaciones y Asociaciones que se oponen a la “clica de Aguirre y compañía” son hostigados, amenazados y extorsionados con la Comisión de Fiscalización, que se inventa cualquier cosa para sacarlos del ruedo y eso es lo que han hecho recientemente, con lo que usurpan funciones del ente contralor estatal. Además, lo que hacen es no trasladar el Presupuesto Anual, con el fin de ahogar el trabajo de los dirigentes honestos, quienes tienen que buscar apoyo económico en la iniciativa privada.
Por el momento veremos qué es lo que sucede en esta historia, pero lo que sí tengo claro es que todo lo que sube cae, sobre todo por su propio peso.