QUITO, Ecuador
AP

Tras una reunión de casi cinco horas, los presidentes de Venezuela y Colombia anunciaron ayer un paquete de medidas dirigidas a normalizar las relaciones bilaterales. Sin embargo la frontera compartida de 2 mil 200 kilómetros seguirá cerrada hasta nuevo aviso, excepto por un par de ríos que comunican ambas naciones.

Nicolás Maduro y Juan Manuel Santos anunciaron también el inmediato regreso de los embajadores e investigar la situación actual de la frontera a nivel ministerial. Las delegaciones acordaron además volver a reunirse mañana en Caracas para seguir trabajando, dijo el presidente ecuatoriano Rafael Correa al leer el documento final.

En declaraciones a la prensa vertidas en el palacio presidencial de Quito, Maduro dijo que fue una reunión «franca» y «clara» en medio de un «clima de hermandad».

«Triunfó la sensatez y el diálogo», resumió el presidente venezolano.

Por su parte, Santos explicó que pidió a Venezuela respetar los derechos de los colombianos en el país vecino e investigar las recientes violaciones al espacio aéreo. Santos dijo «entender» la preocupación de Maduro sobre la presencia de grupos armados y de mafias del narcotráfico en la frontera. y dijo que la mejor forma es «hacerlo juntos».

«Nos une la lucha contra el contrabando, las bandas criminales y la ilegalidad. Somos países hermanos», concluyó Santos.

Los mandatarios se reunieron para intentar poner fin a una crisis que comenzó a finales de agosto cuando Caracas decidió cerrar los pasos fronterizos y expulsó a unos 1 mil 600 colombianos. Desde entonces otros 18 mil colombianos —según cifras de la ONU— han salido de Venezuela voluntariamente por temor a represalias.

La reunión fue posible gracias a la mediación de Correa y de su homólogo uruguayo Tabaré Vázquez, en calidad de presidentes de Unasur y Celac respectivamente.

Para facilitar el diálogo, ambas delegaciones pactaron una fórmula que incluyó un primer cara a cara entre Santos y Maduro en la residencia privada del presidente Rafael Correa. A la reunión se sumaron después los cancilleres de ambos países. Sin embargo en la foto final Maduro y Santos se sentaron en el extremo opuesto de la mesa y evitaron cruzar palabra alguna frente a las cámaras.

La reunión entre ambos mandatarios estuvo precedida por varios incidentes que enturbiaron el ambiente. La semana pasada, el ejército colombiano denunció la entrada ilegal a su territorio de 15 soldados venezolanos que estaban persiguiendo a un supuesto contrabandista.

Para Colombia el encuentro fue posible gracias a que se cumplieron las tres condiciones que había impuesto Santos: se abrió un corredor humanitario para escolares que viven a un lado y estudian al otro, se suspendieron las deportaciones ilegales de colombianos y los expulsados podrán regresar a recoger los enseres abandonados a la carrera.

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