Juan de Dios Rojas
Un adiós pasajero, a esta temporada, en el entendido que volverá el año entrante con semejante rostro, o quizá potente, preocupación general y de los agricultores especialmente que pierden sus sembradíos de granos básicos fundamentalmente. Pero tampoco se dan por vencidos y confían en su voluntad, dedicación a semejanza de poseer un ánimo invencible de sobra conocido.
La mencionada canícula, conformante del fenómeno climático infaltable, sea como sea, siempre constituye algo perdurable en la creación; la gente del área montesina la adversa, empero comprende en base a sus experiencias inconfundibles, tiene en medio del corredor seco, parcelas pequeñísimas donde obtiene el deseado producto vital, obtenido de manera raquítica siempre.
Esta vez, todos nos dimos cuenta lo prolongado de la misma, cálculos pesimistas abundaron de boca en boca, mientras hizo acto de presencia en el escenario. Siempre la razón de comentarios recalcitrantes colmó muchas mentes, como resulta diríase obligado, ante inverosímiles expresiones, fruto de desesperantes actitudes, rayanas a no dudar de la lejanía de solucionarse.
El presente grupo de mis puntos de vista, aprovecho sin aires de sabelotodo, expresar ajeno a únicamente adherirme a tanto oír, analizar y pensar cuánto origina el fenómeno en cuestión. Inevitable en definitiva en cuestión de elementos utilizados en la actividad diaria y fundamental, misma que utiliza millares de brazos similares al acero, convertidos en el deseado grano básico.
De manera seguidilla, a continuación le corresponde su turno al tiempo propio para hacer realidad vencedora todo el proceso apropiado, con pequeñas o naturales fases consistentes en lluvias leves, a veces chaparrones en pequeño volumen, inclusive sorpresiva caída de granizo a lo largo y ancho del lambrantío, por supuesto rueda y motiva a los chicos cuyos gozos son efímeros.
A nuestro país guatemalteco si bien es cierto los agricultores dijeron adiós a la canícula, unos contentos, el resto cariacontecidos expresan a título de contienda un choque de versiones, en uso de la libertad de expresión y afirmado en ser técnicos, expertos y experimentados, basan sus expresiones basados en estudios académicos y la mejor escuela que da la experiencia diaria.
La canícula, se diga lo que se diga con buena o mala fe nunca jamás será borrada del mapa agrícola y del tiempo. Llega tras señales muy conocidas en el escenario de la naturaleza, tiene desarrollo a pesar de ciertas desventajas y también sale por la tangente en búsqueda epocal de otras latitudes mundiales -repito-para bienestar, tranquilidad y amargura o desilusión además.
No podemos negar algo significativo de ese cambio climático que amarga a la mayoría. Aunque tampoco podemos achacarle únicamente a molestias a granel. Es un período de tiempo obligado a efecto de los hombres del campo tienen un espacio bueno para hacer planes, trazar metas y atenerse a una metodología apropiada, verdadera sumatoria de logros, fracasos y experiencias seguras.







