Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com

Para quienes tenemos numerosos años de experiencia política, universitaria, empresarial y nacional, es una obligación analizar y compartir nuestros criterios con quienes nos honran con leer o escuchar nuestras opiniones.

La democracia en Guatemala se fortalece lenta y paulatinamente. Una de las maneras de hacerlo es mediante el ejercicio del derecho de sufragio y/o postulando a ser electo por la ciudadanía guatemalteca.
En las recientes elecciones se impuso un nuevo récord, más del 71% de la ciudadanía concurrió a votar, contradiciendo a quienes directa o indirectamente pretendieron posponer o suspender el evento. Ello sin incluir al 1.5 millones de guatemaltecos residentes en el exterior, muchos de ellos empadronados y que no pudieron ejercer su derecho al voto.

Al analizar el evento debemos evaluarlo así: 1) convocatoria y campaña, 2) prensa y encuestas; 3) elección y resultados por cada una de las cinco papeletas; 4) actuar del Tribunal Supremo Electoral, las juntas de ciudadanos, la observación internacional y nacional del evento y 5) la segunda vuelta o balotaje.

Uno: La campaña electoral debe dividírsele en previa a la convocatoria y después de la convocatoria. La mayoría de los partidos y binomios presidenciales, improcedentemente, iniciaron la campaña de diferente manera muchos meses antes de la convocatoria.

El Tribunal Supremo Electoral, respetando la ley vigente, convocó a elecciones generales el 2 de mayo, estableciendo que el 6 de septiembre se realizarían las mismas y el 25 de octubre la segunda vuelta o balotaje si ninguno de los binomios presidenciales lograban la mitad más uno de los votos válidos en la primera vuelta. Al así hacerlo, el TSE observó y cumplió la ley.

Ante las circunstancias reinantes, hubo grupos de izquierda que sin ser representativos pretendieron cuestionar el evento eleccionario e ilegalmente sugirieron se modificaran las fechas o se suspendiera la elección.

Dos: La prensa y las encuestas deben de evaluarse y señalar que una parte significativa de los medios de comunicación, periodistas y/o columnistas tomaron una actitud no de informar objetiva e imparcialmente sino, queriéndolo o no, tomaron posición partidaria convirtiéndose en activistas. En ese sentido, muchos adoptaron una posición en contra del partido Lider y Manuel Baldizón.

Las encuestas fueron escasas; sin embargo, su contenido reflejó los diferentes momentos y opiniones de quienes fueron consultados, acercándose a las tendencias que se vieron materializadas y comprobadas en las elecciones del 6 de septiembre.

Tres: En cuanto a la elección propiamente dicha, el pueblo de Guatemala demostró su civismo, su capacidad de análisis, su madurez y con ella su voluntad de decidir y de elegir según su criterio.

Del 71% que concurrieron y ejercieron su derecho de voto, en primer término nos referiremos al uso de la papeleta blanca con la que se elegía el binomio presidencial. Tal y como se evidenciaba en las encuestas, especialmente en las últimas, la población concentró su voto en tres binomios correspondientes al partido FCN-Nación, Unidad Nacional de la Esperanza, UNE, y partido Lider, quedando electos los dos primeros para una segunda vuelta.

¡Guatemala es primero!
Continuará.

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