pmarroquin@lahora.gt
@ppmp82
El diario New York Times consiguió una confirmación que LaHora.gt no obtuvo y por eso nunca publicamos lo relacionado con el supuesto soborno.
Alguna gente dice que al no tener aceptación de Blanca Alfaro, magistrada del Tribunal Supremo Electoral (TSE) ni confirmación de Miguel Martínez, el trabajo carece de sustento, además porque el mismo Times dice “substantiated” es decir, que no ha fundamentado/comprobado que Alfaro haya sido sobornada. En enero sabremos.
Hoy el Gobierno libera el audio de la pregunta que la periodista le hizo a Alfaro, en ella dicen el nombre de quien pudo ser el testigo y la verdad es que sabiendo cómo funcionan las cosas en Estados Unidos, luego del 14 a las 14 de enero de 2024, podremos saber muchas cosas.
¿Por qué luego de enero? Porque si Martínez va a ser sancionado o reclamado por Estados Unidos, será cuando Alejandro Giammattei deje de ser Presidente. De todos es sabida la relación del Presidente y el ex Jefe del Centro de Gobierno y no es mucha costumbre que los americanos sancionen o reclamen a un Presidente y/o su círculo cercano mientras están en el poder.
Y ahí es donde puede ser que un tema como este del supuesto soborno o las mil cosas que han venido haciendo y que los americanos conocen, provoque alguna acción contra Martínez, contra Giammattei y por eso siempre he dicho que ir a Ucrania, mantener la relación con Taiwán o ayudar para detener la migración no son cosas que el Presidente hace convencido, sino queriendo “hacer puntos” para evitar acciones en su contra.
Ayer, un vocero del Departamento de Estado nos dijo que: “No confirmamos la existencia de supuestas reuniones, ni discutimos el contenido de conversaciones diplomáticas. Siempre que recibimos información que cumple las normas legales estadounidenses para evidencia sobre casos de corrupción, actuamos mediante los mecanismos existentes para designar o sancionar a individuos conforme a la normativa y la legislación estadounidenses. Nuestro historial en Guatemala de designaciones bajo las secciones 353 y 7031(c), y sanciones bajo la Ley Magnitsky Global, con más de 60 personas designadas o sancionadas públicamente en los últimos dos años, es prueba de cómo informamos y actuamos contra la corrupción cuando las acusaciones cumplen los requisitos para evidencia según la normativa y la ley estadounidenses.”
Pero más allá de eso, hay un tema que Martínez y Alfaro, deben dilucidar. ¿Cómo es que mantienen una relación tan estrecha que les permite hablarse como si fueran amigos? El audio de Edwin Escobar cobra más sentido.
Martínez llama y Alfaro rápido levanta el teléfono. ¿Será que así de fácil llamó para decir que algunos candidatos no eran de su agrado? ¿Será que cuando Roberto Arzú dijo el Presidente y el Muchachito que lo acompaña, Alfaro recibió la llamada de Martínez?
¿Cómo una magistrada del “independiente y supuestamente” autónomo TSE le pasa el audio de su llamada con el Times a Miguel Martínez y Víctor Valenzuela, Presidente del Tribunal de Honor y Secretario General de VAMOS, respectivamente?
O las cosas nunca se dieron o Blanca Alfaro se arrepintió de haber tirado debajo del bus a Martínez, tal y como se arrepintió el Testigo A de haber quemado a Giammattei, pero por eso insisto, una vez dejen el cargo estaremos en mejor posición de saber.
Y toda la atención se centra en EEUU porque aquí se sabe que Consuelo Porras no ha movido un dedo para indagar acerca de la corrupción gubernamental, a pesar de que los indicios son suficientes para tomar acción.
Y por eso es que hay quienes dicen que Porras y su continuidad en el MP sí están en la papeleta presidencial porque Edmond Mulet dijo que si gana le tratará de dar las gracias, mientras que Sandra Torres y Zury Ríos han dado los suficientes signos de que ella está haciendo un buen trabajo y seguirá en el MP, pase lo que pase, si alguna de ellas dos resulta electa.
Estamos a pocas horas de tener un poco más claro el futuro de Guatemala.