A estas alturas la incertidumbre sobre el proceso eleccionario se hizo mayor. Los diferentes partidos políticos y, principalmente, sus candidatos se muestran tensos, se les ve ansiosos y algunos más desesperados. Pareciera que de un inicio color rosa se pasó a una situación en donde todo se oscureció de repente. Pero aún más, las encuestas terminaron convirtiéndose en formas de manipulación para levantar o bajar candidatos, lo cual, ante la evidencia de estas últimas, así parece, pero ello significó que se alterara el tablero político y los candidatos hoy se encuentran en estado de alerta.
Las damas parecen ser las que han sido mayormente golpeadas por estos últimos hechos, principalmente Zury Ríos, quien ha visto –con enorme preocupación–, cómo su candidatura no solo hace aguas, sino que se cae poco a poco, pero con tendencia inexorable. De un inicio de júbilo, junto con los Unionistas, parecía que se potenciarían mutuamente, pero sus propios movimientos en candidaturas hoy les se han convertido en su peor pesadilla. La presencia de impresentables candidatos provenientes de la gestión del perverso e inútil Jimmy Morales (Degenhart y Jovel) hoy les cobra su craso error, aún más la inclusión de militares con un pasado nefasto le agrega mayor negatividad y ni hablar del pasado de su padre, un hecho que ella sabe muy bien, pero intenta superar, sin nada de éxito.
La segunda dama, Sandra Torres, descansa en su capacidad organizativa y de la fuerza en el terreno que tiene su partido, pero parece que hasta ahí llegó, no avanzó más, pareciera que sufre de un estancamiento tardío. Sin duda, un partido fuerte en lo rural, pero plagado de candidaturas cuestionables o de baja categoría –un hecho que se ha repetido durante las últimas legislaturas–, también le está cobrando la factura. Sus candidatos son prácticamente los mismos, esos que sin escrúpulos votaron a favor de iniciativas regresivas y conservadoras, esos diputados que no cuentan con ninguna preparación, sino al contrario descansan en su experiencia de amañamientos, triquiñuelas y corrupción.
El caso de Mulet, parece que va en dirección contraria a las damas. Estimo que su candidatura se ha estabilizado, pero lo principal se ha separado poco a poco del grupo que comanda –según los datos falsos o reales de las encuestas. Su peor contrapeso se encuentra en su principal financista, puesto que es un miembro prominente de la oligarquía guatemalteca, quien al final, tarde o temprano, tomará el control de su potencialidad de gobernante, para decidir qué o no hacer con respecto al país. Por supuesto que mantener los privilegios que él mismo ha empujado y consolidado no están en discusión, ni mucho menos mantener los impuestos tal como se encuentran hasta hoy. Su discurso conservador no contribuye a fortalecer la democracia, al contrario, la debilita.
Estimo que el caso de Manuel Villacorta representa un candidato que poco a poco, pero con tendencia alcista, consolida votos, creo que al final Manuel se ha constituido en el candidato que ha capitalizado el descontento con los candidatos conservadores. Su discurso es claro, pero principalmente es contundente. Creo que representa el candidato que preocupa a todos aquellos que mandaron a hacer encuestas a la medida. Más allá de ello, es la persona más formada de todos los anteriores y se ha impuesto una agenda de transformación, de cambio, de evolución y ahí está su fortaleza.
El caso de Bernardo Arévalo resulta también interesante, pues, poco a poco, ha venido subiendo en sus porcentajes. Estimo que Bernardo podrá capitalizar una bancada más grande que en la anterior legislatura, sin dejar de mencionar que Nino, puede ser una sorpresa en la Alcaldía capitalina y ojalá así sea.
Winaq-URNG, cuentan con candidatos a diputados que merecen mi respeto, como el caso de Helmer Velásquez, viejo y querido amigo, un tenaz luchador por las causas sociales, estimo que también pueden obtener una bancada de mayor calado que antes.
Al final, guatemaltecas y guatemaltecos, sean parte de esta revolución silenciosa y digna para ganarle al fraude, a los conservadores, a los mismos de siempre, no permitamos que sigan usurpando el poder del Estado, devolvámosle la esperanza a nosotros mismos y a nuestra heredad.
