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Decía un viejo maestro: en la constipación o estreñimiento, el estreñimiento es una queja común y desafiante, pero un enfoque sistemático para evaluar a los pacientes con estreñimiento, puede conducir a tratamientos efectivos. El estreñimiento es una de las dolencias atribuibles a los trastornos de la motilidad digestiva. La prevalencia de estreñimiento es del 15% en la población general, con una mayor proporción de mujeres a hombres y una mayor prevalencia en los ancianos especialmente mayores de 65 años.

De qué estamos hablando

Se caracteriza por una evacuación infrecuente o incompleta de las heces y su definición está sujeta a la edad: una frecuencia inferior a unas tres veces por semana en adultos, en niños de entre 1 y 4 años, se considera la frecuencia inferior a 1 cada 2 días y en el lactante inferior a 1 cada día. También se habla de estreñimiento cuando existe sensación de evacuación incompleta (inferior a 35 g por día en un adulto joven).

Suele ir asociado a otras molestias digestivas, como la sensación de pesadez, pérdida de apetito, lengua sucia, gases o fatiga.

Causas

Las causas más frecuentes del estreñimiento en niños mayores y adultos, son las derivadas de una alimentación desequilibrada pobre en fibra (pan integral, verduras, frutas, legumbres), rica en azúcares refinados y grasas saturadas, a la costumbre de beber pocos líquidos, y a un descenso de la actividad física o sedentarismo, propio de los países desarrollados.

También se asocia a ciertas dolencias del tubo digestivo (colopatías), dolencias extradigestivas (hipotiroidismo, diabetes), embarazo, anorexia y a una represión de la necesidad de evacuar. Asimismo, es frecuente presentar estreñimiento, al cambiar de hábitos, por ejemplo, al realizar un viaje o tras una época de estrés. Tampoco hay que olvidar que ciertos fármacos contribuyen a la aparición del estreñimiento.

Entonces, las causas del estreñimiento se pueden dividir en causas primarias (tránsito lento u obstrucción de la salida) o secundarias. Las causas secundarias pueden incluir deshidratación simple o ingesta inadecuada de líquidos, trastornos metabólicos, medicamentos, trastornos neurológicos, trastornos miopáticos y anomalías estructurales.

Como se diagnostica en adultos y jóvenes
ROMA IV Criterios
Criterios ROMA IV para el estreñimiento funcional (debe tener al menos 2 de 6):

• Menos de tres deposiciones por semana
• Esfuerzo durante >25% del tiempo
• Heces duras o grumosas > 25% del tiempo
• Sensación de obstrucción anorrectal > 25% del tiempo
• Sensación de evacuación incompleta > 25% del tiempo
• Maniobras manuales requeridas para ayudar a la defecación > 25% del tiempo

Tipos de estreñimiento:

Estreñimiento funcional. Es un estreñimiento ligado a una dieta desequilibrada pobre en fibra y residuos o con un aporte escaso de líquidos. Otro tipo de estreñimiento funcional es el ligado al síndrome de colon irritable, una dolencia multifactorial en la que se solapan factores como el estrés, la ansiedad, los trastornos emocionales o ciertos factores alimentarios.

Estreñimiento de origen orgánico. Es el que se produce de forma secundaria a un proceso patológico sea o no digestivo.

Estreñimiento iatrogénico. Es el causado por la ingestión de determinados fármacos o substancias; por ejemplo, los jarabes antitusígenos de codeína y derivados opiáceos, las sales de aluminio y de calcio propias de los antiácidos, los anticolinérgicos, antihistamínicos H1, antidepresivos IMAO, neurolépticos, antagonistas serotoninérgicos, ciertos antihipertensivos como la clonidona o algunos antiarrítmicos. Hay que tener especial precaución con las asociaciones de fármacos, que pueden acentuar todavía más el estreñimiento. Asimismo, es desaconsejable el uso de laxantes irritantes, ya que, aparte de producir alteraciones intestinales, pueden crear dependencia.

Productos para el tratamiento del estreñimiento

Primero tratar con lo más común Normas higiénicas y dietéticas. Cuando las normas higienicodietéticas no consiguen los resultados deseados, a lo que más se recurre es al empleo de laxantes. Sobre estos hay que hablar un poco más.

Sobre los famosos laxantes

En general, los laxantes son todas las sustancias que favorecen la evacuación de las heces aumentando su frecuencia. Hay que tener en cuenta que el empleo de laxantes de forma prolongada está desaconsejado, por lo que el médico suele informar al paciente de los riesgos y las limitaciones del empleo de estos fármacos.

Pero la familia de los laxantes tiene varios productos que se pueden clasificar según su mecanismo de acción: formadores de masa, emolientes, osmóticos, salinos, estimulantes y los usados por vía rectal.

Laxantes formadores de masa: son compuestos que aumentan el volumen y la consistencia de las heces. Actúan debido a sus propiedades hidrófilas y formadoras de masa, aumentando el volumen, el peso y la fluidez de las heces y disminuyendo el tiempo de tránsito por el intestino. Es el caso de la fibra de la dieta (la fibra del salvado de trigo, de las ciruelas, el kiwi y las legumbres). Acá un consejo cuando estos se usan. Para prevenir efectos indeseables, como meteorismo, diarreas o distensión abdominal, es aconsejable que el aumento de la cantidad de fibra en la dieta diaria se haga de forma gradual y no bruscamente. Las algas del género Gelidium son muy ricas en mucílagos, que se hinchan con el agua y tienen un efecto laxante suave y fisiológico. Su consumo tiene que ir acompañado con una ingestión abundante de líquido. Las gomas y los fármacos como la carboximetilcelulosa y metilcelulosa, son también agentes formadores de volumen.

Laxantes emolientes: Actúan reblandeciendo el contenido intestinal y dificultando la absorción del agua Y de esta forma las heces se hacen más blandas y se eliminan con mayor facilidad. Se trata de aceites minerales que penetran en el interior de las heces. Un ejemplo característico de este grupo es el aceite de parafina y el de oliva. También se encuentra el docusato sódico que actúa como surfactante y facilita la humectación de los componentes grasos de las heces con el agua intestinal.

Laxantes osmóticos: Son laxantes azucarados como lactulosa, manitol, sorbitol y lactitol, compuestos por azúcares no absorbibles. La lactulosa es un disacárIdo formado por galactosa y fructosa que, al no ser absorbido como tal, llega al colon, donde es utilizado como sustrato para estimular la flora intestinal. El lactitol es un disacárido de segunda generación, formado por galactosa y sorbitol, que se metaboliza al llegar al colon por la flora bacteriana (bacterias bífidas y lactobacilus), aumentando el volumen fecal y estimulando el peristaltismo intestinal. Por su buena tolerancia, los laxantes osmóticos son los de elección para el estreñimiento resistente a la dieta o cuando el tratamiento con fibra resulta insuficiente. También son los de primera elección en casos de tránsito lento o megacolon.

Laxantes salinos. También actúan por efecto osmótico y aumentan la hidratación y el volumen de las heces. Los más utilizados son las sales de magnesio (sulfato, fosfato).

Laxantes estimulantes. Son los de elección cuando se desea un efecto inmediato y para casos puntuales, ya que son irritantes. Su empleo continuado puede causar dependencia y colitis iatrogénica, que se caracteriza por la aparición de diarreas, gases y dolor abdominal. Por tanto, son poco recomendables en el tratamiento del estreñimiento crónico.

Actúan en las terminaciones nerviosas intestinales, estimulando la motilidad y aumentando la acumulación de líquidos en el intestino. Los laxantes estimulantes utilizados tradicionalmente son los derivados antraquinónicos, como el sen y cáscara sagrada, que actúan aproximadamente a las seis horas de su ingestión. El aceite de ricino contiene ácido ricinoleico, cuya acción se manifiesta a las 2-6 horas. Otros derivados antraquinónicos naturales son el riubarbo y el áloe.

Dentro del grupo de los laxantes estimulantes, también se encuentran los derivados polifenólicos como la fenoftaleína, el picosulfato sódico y el bisacodilo.

En adulto con enfermedad cardiovascular, hay que tener en cuenta que la administración de este tipo de laxantes, puede interferir en la acción de numerosos fármacos cardiovasculares.

Laxantes utilizados por vía rectal: Su empleo es habitual en forma de supositorio, el más utilizado es el de glicerina, que en pocos minutos (de 15 a 30) provoca la evacuación de la región rectosigmoidea, debido principalmente a que ejerce una acción lubrificadora de las heces.

Puede usarse en todas las edades, aunque siempre será desaconsejable su uso prolongado. Además de la glicerina, también se utilizan compuestos como la lactulosa o el lactitol.

También se utilizan, por vía rectal, microenemas para el alivio sintomático y ocasional del estreñimiento, así como para facilitar el vaciado intestinal en casos de que esto sea necesario. Estos enemas en monodosis están compuestos de laurilsulfoacetato de sodio y citrato trisódico dihidratado.

Cómo prevenir y tratar el estreñimiento

Incorporar diariamente alimentos ricos en fibra en la dieta, ya que la fibra contenida en alimentos de origen vegetal, tiene la propiedad de aliviar el estreñimiento y prevenir enfermedades que se le asocian (cáncer de colon, hemorroides, diverticulosis).

Otro de los beneficios de la fibra soluble de los alimentos, es su contenido en fructooligosacáridos, que contribuye a proteger la flora intestinal y favorecer el peristaltismo intestinal.

No hay que olvidar que realizar una actividad física moderada y regular, es un importante factor para evitar el estreñimiento.

Beber líquidos abundantes. Ingerir por la mañana en ayunas un zumo natural de frutas, una infusión diurética o, simplemente, un par de vasos de agua tibia. En cualquier caso, se aconseja beber durante el día 1,5-2 litros de agua.

No reprimir el reflejo de la defecación y, si es posible, acudir al baño a una hora fija (el desayuno favorece el reflejo gastrocólico).

Comer despacio, dedicando tiempo suficiente y masticar bien los alimentos.

Conclusión

El estreñimiento es una queja muy común, especialmente en adultos mayores, con un impacto significativo en los costos de atención médica. Una historia cuidadosa, un examen físico y análisis de sangre, pueden ayudar a excluir causas secundarias de estreñimiento. El manejo del estreñimiento crónico incluye educación del paciente, modificación del comportamiento, cambios en la dieta y terapia con laxantes.

Alfonso Mata
Médico y cirujano, con estudios de maestría en salud publica en Harvard University y de Nutrición y metabolismo en Instituto Nacional de la Nutrición “Salvador Zubirán” México. Docente en universidad: Mesoamericana, Rafael Landívar y profesor invitado en México y Costa Rica. Asesoría en Salud y Nutrición en: Guatemala, México, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Costa Rica. Investigador asociado en INCAP, Instituto Nacional de la Nutrición Salvador Zubiran y CONRED. Autor de varios artículos y publicaciones relacionadas con el tema de salud y nutrición.
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