Por KIMBERLY PIERCEALL y BRADY McCOMBS
SALT LAKE CITY / Agencia AP
Equipos de rescate y búsqueda atravesaron las riveras lodosas de un pequeño pueblo polígamo en la frontera de Utah y Arizona en busca de cuatro personas que estaban desaparecidas después de que inundaciones mataran por lo menos a otras nueve.
Dado que se pronostica más lluvia, algunos hombres se posicionaron en ubicaciones elevadas a lo largo de la ruta, observando si más agua obligaría a suspender la búsqueda en Hildale, la aislada comunidad que es la base de la secta polígama de Warren Jeffs.
Los cuatro desaparecidos eran parte del grupo de 13 niños y tres mujeres que iban en dos vehículos y que fueron arrastrados el lunes varios cientos de metros (yardas) por una riada. Tres sobrevivieron.
Los habitantes la llamaron la peor inundación recordada por la comunidad. Los pueblos hermanos de Hildale, Utah, y Colorado City, Arizona, se ubican a unos 505 kilómetros (315 millas) al sur de Salt Lake City, al pie de pintorescos acantilados de roca. Fue en el cañón Maxwell de esta zona que fuertes lluvias provocaron torrentes que barrieron las calles de la comunidad.
Las mujeres y los niños estaban en dos autos distintos, una furgoneta y un todoterreno, en un camino de grava al norte de los pueblos, informó el subjefe de bomberos de Hildale, Kevin Barlow. Aparentemente regresaban de un parque de la zona cuando llegaron las inundaciones, agregó.
El Servicio Meteorológico Nacional había emitido una alerta por inundaciones repentinas tres horas antes que decía: «Muévete ahora a un lugar más elevado. Actúa rápidamente para proteger tu vida». Se desconoce si las víctimas estaban al tanto de la alerta.
Las riadas son comunes en la zona propensa a inundaciones repentinas, pero el volumen y ritmo de la lluvia del lunes fue un «incidente de cada 100 años», indicó Brian McInerney, hidrólogo del Servicio Meteorológico Nacional de Salt Lake City.
La búsqueda destensó de forma temporal la relación entre los seguidores de Jeffs y los que no son miembros de su secta pero aún viven ahí. Más de cuatro años después de que Jeffs fuera condenado a cadena perpetua por agresión sexual a niñas menores de edad a las que consideraba sus esposas, la comunidad se dividió entre los leales que siguen viendo a Jeffs como víctima de persecución religiosa y los disidentes que aceptan los esfuerzos del gobierno por llevar la ciudad a la sociedad moderna.