Cuarenta años después de su histórico título, Yannick Noah regresó este sábado como gran estrella a la pista central de Roland Garros, ofreciendo un concierto en la víspera del arranque de la edición de 2023, al que se unió su rival en aquella final de 1983, Mats Wilander.
Este sábado el sueco, ahora comentarista para Eurosport, participó en el homenaje. «¡Yo gané uno, él siete (títulos de Grand Slam)!», bromeó Noah. Wilander, con una guitarra, pisó el escenario para cantar junto al francés ‘Knocking on heaven’s door’ de Bob Dylan.
Luego dejó a Noah terminar el show con su primer gran éxito cuando pasó de tenista a cantante, Saga Africa, que se convirtió en el himno de la victoria francesa en la Copa Davis de 1991. Noah fue el capitán de un equipo liderado por sus amigos Guy Forget y Henri Leconte que batió en Lyon a los estadounidenses Pete Sampras y Andre Agassi.
La leyenda de 63 años participará el domingo en la inauguración de una pintura que recordará aquel triunfo de 1983, el último título francés en categoría masculina, no solo en Roland Garros, en todos los Grand Slams.
La pintura estará a algunos metros de la imponente estatua de Rafael Nadal, gran ausente este año y vencedor de 14 ediciones de la Copa de los Mosqueteros.