Marco Trejo
El Tribunal Supremo Electoral (TSE), nos ha vuelto a demostrar que sus autoridades no son “probas”, mucho menos idóneas para ocupar el cargo y solamente nos han encaminado a tener un proceso electoral 2023-2028 con muchas “nebulosas” que ensombrecen las Elecciones Generales del próximo 25 de junio.
Los magistrados electorales más parecen “huizaches” que funcionarios con capacidad e idoneidad, que ocupan un cargo con la experiencia necesaria para manejar las riendas de un ente colegiado tan importante como lo es el TSE y, por el contrario, ponen en riesgo la estabilidad social y política de una nación.
En los últimos días, hemos visto con el caso de Prosperidad Ciudadana que se pretende montar un “complot” para desestabilizar el país, incluso esta semana circularon rumores de un posible golpe de Estado, lo cual es inviable desde cualquier punto de vista.
La comunidad internacional ha empezado a voltear las miradas hacia Guatemala, esta situación que se vive de que si participan o no algunos candidatos, llama mucho la atención porque no es algo normal en un proceso electoral y este tipo de hechos solamente las vemos en “dictaduras” como los de Nicaragua, Venezuela y Cuba, donde no hay elecciones sino que imposiciones.
La acción presentada por la secretaria general del Partido Prosperidad Ciudadana, Lilian Piedad García Contreras de suspensión definitiva y archivo del amparo promovido por el partido Cambio, es incomprensible para muchos, pero legalmente ella es la que goza de la representación legal del ente político del lápiz y Manuel Baldizón lo que busca es crear inestabilidad.
Por esa razón es que la señora García Contreras ha solicitado, con un recurso judicial, que se deje sin efecto y se archive la acción legal promovida por Baldizón, por ser algo espurio y que es totalmente extemporáneo, porque ya pasaron 8 meses de que se realizó la Asamblea de Prosperidad Ciudadana.
Estas acciones legales han hecho que muchas personas no estén claras de lo que sucede y pueda suceder en este proceso electoral y se han pasado al grupo de los indecisos, porque a falta de 30 días para la fecha de elecciones, el futuro se ha vuelto incierto y ha generado muchas dudas dentro de los más de 9 millones de personas que conforman el padrón electoral.
Los guatemaltecos tenemos que tener certeza jurídica de que vamos a participar en unas elecciones limpias y que no tengan tachas de ninguna índole, porque en caso contrario el mayor ganador será nuevamente el abstencionismo y nuestro próximo gobernante no va tener la “legitimidad” necesaria para gobernar, porque su caudal de votos será muy bajo y no tendrá el apoyo de la ciudadanía guatemalteca (apoyo e identificación).
Por todo lo que anteriormente he descrito, se hace necesarios que el sistema de justicia resuelva con premura, porque estamos a las puertas de un proceso electoral que marcará el destino de nuestra querida Guatemala y que necesita de certeza jurídica para continuar su camino “democrático” y poder buscar mejores rumbos para que le dejemos un mejor camino a las próximas generaciones.
Es muy importante que todos nos mantengamos informados y que busquemos las respuestas a todas nuestras interrogantes, tenemos que ser ciudadanos que participen en sus procesos electorales, pero de una manera consciente y sobre todo responsable, Guatemala nos necesita en este momento en que todo se vislumbra sombrío y nebuloso.