Alfonso Mata
Enfermedades no transmisibles (ENT) y su importancia.
Básicamente las ENT incluyen fundamentalmente cánceres, enfermedades cardiovasculares, diabetes y enfermedades pulmonares crónicas. Estos cuatro grupos de enfermedades, son responsables de más del 80% de todas las muertes prematuras por ENT. La OMS ha señalado que las ENT matan a 41 millones de personas cada año, lo que equivale al 71% de las muertes que se producen en el mundo. 15 millones de esas personas están entre los 30 y 69 años de edad; más del 85% de estas muertes «prematuras» ocurren en países de ingresos bajos y medianos.
Bajos niveles de educación, dificultades financieras individuales y públicas, desplazamiento y migración, malas condiciones laborales, analfabetismo, falta de acceso a medicamentos y de asequibilidad a los programas de tratamiento y seguimiento, e infraestructura sanitaria centralizada para las ENT son argumentos que se han encontrado en los pocos estudios realizados para determinar qué hacer con las ENT.
Estas enfermedades suelen ser de diferente etiología en hombres y mujeres y de diferente peso sus condicionantes y determinantes y a menudo se definen como crónicas, pero con una temporalidad variable. En el caso de la mujer, las enfermedades no transmisibles [ENT] son las principales causas de mala salud en su edad reproductiva incluidas las condiciones específicas del embarazo y las enfermedades infecciosas y una causa cada vez más importante de morbilidad y mortalidad materna en todo el mundo. Existe un amplio espectro de condiciones que se incluyen en las ENT.
Dada la creciente prevalencia de las ENT en todo el mundo, la Estrategia mundial para la salud de la mujer, el niño y el adolescente [2016-2030], se ha determinado de parte de la OMS, una hoja de ruta para poner fin a todas las muertes evitables en las mujeres y de esa manera se han integrado las ENT, en la respuesta de salud sexual, reproductiva, materna, neonatal, infantil y adolescente (SRMNCAH) e incluye un objetivo que aborda las ENT como un componente esencial del pilar Survive.
FORMAS DE ESTUDIAR Y ENTENDER LAS ENT
Cuando la gente se topa con enfermedades que no son causadas por una infección aguda o propiciadas por accidentes o traumatismos físicos, mentales o ambientales, usualmente les da un carácter explicativo que se caracteriza por una simplicidad inmediata del que nada reflexiona, obteniendo eso una respuesta igualmente simplista en que muchas veces predomina de fondo una causa única de que todo es Dios o el azar, o que debemos contentarnos con la sencilla toma de medicamentos.
Ninguno de esos extremos tiene sentido ni para el que ejerce la medicina ni para el investigador. Creemos que la forma de análisis de los fenómenos salid-enfermedad depende del propósito que tengamos para analizarlos. Si lo que queremos es evitar que se presenten enfermedades y sus problemas, tendremos que analizar la mayor cantidad posible de circunstancias, mediatas e inmediatas, que conducen a que ellas se instalen en esas personas y es en ese sentido en que analizaremos cómo atacar las llamadas enfermedades no transmisibles y dentro de estas las que tienen consecuencia a lo largo del tiempo en la salud y bienestar y no sujetas con su aparecimiento a muerte violenta y cuyo conjunto se denomina enfermedades crónicas degenerativas.
UN EJEMPLO QUE PERMITE COMO ENTENDER LA REFLEXIÓN
En cualquier enfermedad se conjugan fenómenos de tres campos de acción: el físico, el biológico y el social. La complejidad de cómo los fenómenos de estos tres campos interactúan para propiciar o no una enfermedad, es grande y esa interacción organizada en factores condicionantes y determinantes, vuelve difícil su clasificación. Los modelos estadísticos han venido a solucionar en parte esto y solo cuando los analizamos bajo la lupa de los métodos estadísticos, es decir, ponemos en conjunto los diversos factores que pueden influir en un resultado determinado, nos damos cuenta que en muchísimos casos, el atribuir a una sola causa un fenómeno cualquiera de enfermedad, constituye una manera trivial, simplista e inmediatista de analizar los hechos. Pero ese análisis necesita también de una reflexión, reflexión que se debe acoplar a indagar la prevención de la enfermedad. El salubrista Héctor Abad Gómez nos muestra con un ejemplo la complejidad de la reflexión ante un rompimiento de la salud.
Si decimos que la causa de la muerte de un sujeto fue una puñalada en el corazón, es posible que estemos expresando una “verdad” inmediata evidente, pero que en realidad nada significa. Si nos vamos al otro extremo, al extremo de la causa última o final, pudiéramos decir también, con toda “verdad”, que la causa real de su muerte no fue otra que la de haber nacido. Es decir, si no hubiera nacido no habría muerto. Y si “profundizáramos”, aparentemente más aún, llegaríamos hasta el origen de la vida y el origen del universo y nos encontraríamos con el eterno e indisoluble problema de si hay o no hay un Ser Supremo que concibió, previó y ordenó todos los hechos del universo, pasados, presentes y futuros, es decir, al extremo filosófico del determinismo absoluto.
Otro extremo es la creencia de que todos los fenómenos individuales y sociales son debidos a lo que hemos llamado “azar” y el hombre nada puede hacer, porque todo sucede sin reglas ni leyes, o por reglas y leyes inmutables, que el hombre no puede cambiar y que son producto solamente del azar o destino. Estos extremos, sin embargo, no son los caminos por los que ha transitado ordinariamente la llamada ciencia o el llamado método científico.
El autor concluye diciéndonos que ninguno de esos extremos tiene sentido y que la forma de análisis adecuado depende del propósito que tengamos para analizarlos. Si lo que queremos es evitar que se presenten hechos similares, tendremos que analizar la mayor cantidad posible de circunstancias, mediatas e inmediatas, que conducen a algo; en nuestro ejemplo a la muerte violenta de ese hombre. Es el propósito lo que define los distintos métodos que apliquemos.
EL SISTEMA DE SALUD DEBE CAMBIAR SU ENFOQUE SOBRE EL TEMA
Una cosa si resulta evidente en este tema: Se necesita un mayor enfoque en los efectos y los factores de mitigación de las ENT y uno de esos temas tiene que ver con descartar mitos y creencias culturales y políticas respecto a estas enfermedades que deben romperse y de los cuales trataremos en otro artículo.
Otra razón para pensar en serio sobre las ENT es que se prevé que la carga de las ENT siga su aumento en incidencia y prevalencia y que para 2030, las ENT serán la mayor causa de muerte en todos los países en desarrollo. Por lo tanto, los gobiernos de estos países no pueden darse el lujo de pasar por alto las políticas, planes e intervenciones en relación con las ENT. Existen varias medidas rentables para prevenir y controlar las ENT. Estos incluyen tanto intervenciones para toda la población, como el control del tabaco, como tratamientos específicos para personas de alto riesgo.
En el sistema nacional de salud de Guatemala, sus componentes son frágiles y deberán adaptarse para abordar las ENT de manera amplia y adecuada, al mismo tiempo que continúan abordando las enfermedades transmisibles. Qué significa una reforma en este sentido: en cuanto a acciones: 1º generar compromiso político y abordar las limitaciones de los sistemas de salud, 2º desarrollar políticas públicas en promoción de la salud y prevención de enfermedades, 3º crear nuevos modelos de prestación de servicios y 4º garantizar la equidad en el acceso y pagos.