«La civilización se encuentra de nuevo en un punto de inflexión. Se inició una guerra contra nuestra patria», dijo en la plaza Roja de Moscú, ante miles de soldados, políticos rusos y varios dirigentes de exrepúblicas soviéticas.
El mandatario se dirigió a las fuerzas rusas, sobre todo a los cientos de miles de reservistas movilizados: «el futuro de nuestro Estado y de nuestro pueblo depende de ustedes», insistió, acusando de nuevo a las potencias occidentales de utilizar a Ucrania para conseguir «el hundimiento y la destrucción de nuestro país».
«¡Por Rusia, por nuestras valientes fuerzas armadas, por la victoria! ¡Hurra!», clamó antes de dar paso a la marcha de miles de militares.
DESFILE MÁS MODESTO
Esta ceremonia anual busca ensalzar el poderío ruso, máxime cuando la victoria de 1945 ocupa un lugar central en el nacionalismo impulsado por Putin.
Pero este año, las conmemoraciones tienen lugar bajo la sombra de los fracasos militares en el terreno.
El desfile de esta edición es mucho más modesto que los precedentes: no hay demostración aérea ni blindados, excepto un T-34 soviético de la Segunda Guerra Mundial.
En las calles de Moscú, familias rusas asistieron al desfile entre fuertes medidas de seguridad.
Giya Merkeliya, un conductor de 55 años, llevaba una imagen de su abuelo, fallecido en combate en 1943.
«Estoy esperando la victoria», que «todos los chicos vuelvan, y que todo vaya bien», dijo a AFP.
La víspera, el 8 de mayo, día en que muchos países occidentales celebran el fin de la Segunda Guerra Mundial, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, prometió que Rusia sería derrotada como lo fue el nazismo.
Kiev recibió el martes a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para celebrar el Día de Europa.
«Nuestros esfuerzos para una Europa unida, la seguridad y la paz deben ser tan fuertes como el deseo de Rusia de destruir nuestra seguridad, nuestra libertad y nuestra Europa», dijo Zelenski junto a la responsable europea.
Para ello, es necesario que la Unión Europea (UE) acelere la entrega de municiones, «una cuestión clave», insistió el mandatario.
También exhortó al grupo a decidirse a abrir las negociaciones para la adhesión de Ucrania al bloque y poner fin a «la incertidumbre política artificial» en las relaciones entre Kiev y Bruselas.
Von der Leyen ensalzó la lucha de Ucrania contra las fuerzas rusas.
«Ucrania está combatiendo por los ideales de Europa (…). En Rusia, Putin y su régimen destruyeron estos principios. Y ahora intentan destruirlos en Ucrania», dijo.
En el terreno, tras 15 meses de ofensiva en Ucrania, el ejército ruso parece debilitado por las bajas, los reveses en el campo de batalla y las tensiones entre el Estado Mayor y los paramilitares del grupo Wagner.
ACUSACIONES DE LA WAGNER
El jefe de la milicia escogió la simbólica fecha del 9 de mayo para acusar a la jerarquía militar de querer «engañar» a Putin sobre cómo estaba siendo dirigida la campaña en el terreno.
Prigozhin también dijo que soldados del ejército regular se fueron de sus posiciones en Bajmut, epicentro de los combates en el este de Ucrania.
«Abandonaron sus posiciones, huyeron todos», dijo en un video en Telegram.
«¿Por qué el Estado no consigue defender el país?», abundó, asegurando que lo que se mostraba en la televisión rusa no reflejaba la realidad.
Las conmemoraciones del 9 de mayo tienen lugar en medio de fuertes medidas de seguridad, después de que se multiplicaran los ataques en territorio ruso atribuidos por Moscú a Kiev.
Dichos ataques se producen cuando se anuncia como inminente una amplia contraofensiva ucraniana, destinada a intentar recuperar los territorios ocupados por Rusia en el sur y el este del país.
El ataque más espectacular, aunque sujeto a muchos interrogantes, fue uno con dos drones la semana pasada sobre el Kremlin.
Moscú lo presentó como un intento de asesinar a Putin pero Ucrania negó estar detrás del ataque.
El resultado de estos ataques y actos de sabotaje fue que varios desfiles en distintas ciudades del país fueron anulados.
En el terreno, Moscú continúa bombardeando Ucrania.
La fuerza aérea ucraniana afirmó el martes haber derribado 23 misiles de crucero rusos, de los 25 lanzados durante la noche.
La administración militar de Kiev dijo que derribo unos 15 «objetivos aéreos enemigos» alrededor de la capital, pero no señaló víctimas ni daños importantes.