Estamos a horas de que cierre la inscripción de candidatas, candidatos y a un par de días de que inicie la campaña electoral “autorizada”, sí, entre comillas, porque el partido oficial (por poner solo un ejemplo) ha estado durante cuatro años haciéndola con recursos del Estado, lo cual hay que remarcar que, si lo viéramos metafóricamente como una carrera, ésta ha iniciado en total desventaja, ya que es como si al partido oficial el banderazo de salida se lo hayan dado horas antes que a los demás, favoreciéndole con kilómetros de ventaja.
Por supuesto que un proceso electoral no debería ser concebido como una carrera, pero en la realidad es peor que eso, pues aun cuando se pregona que “elegir y ser electo” es un derecho fundamental de la democracia, el sistema colonial insiste en asegurar que este derecho (como todos los otros) sean únicamente gozados por la hegemonía, porque para estos a la mayoría lo que le toca es obedecer y agachar la cabeza, para aceptar al “arlequín” que coloquen como presidente.
Estamos en medio de un proceso electoral que no solo ha iniciado con ilegalidades e ilegitimidades, sino que abiertamente (una vez más) se ha declarado a favor de los grupos políticos que son responsables de que el Estado sea funcional únicamente para criminales, corruptos y parásitos. Quienes controlan las leyes y el Estado controlan también la democracia; mientras al pueblo lo apalean a los ricos los masajean, así funciona la institucionalidad del Estado colonial, siempre servil, siempre corrupto.
El 23 de marzo se cumplieron 41 años del golpe de Estado que llevó a Ríos Montt al poder y a auto decretarse como presidente y 23 años han pasado desde que él fuera presidente del Congreso de la República, en el que su hija Zury Ríos ya fungía como diputada. En mayo se cumplen 10 años del juicio por genocidio en el que Efraín Ríos Montt fue declarado culpable. Aun así, con todo esto, esta será la primera campaña electoral de su hija como candidata a presidenta, la cual, siendo ilegal según la Constitución, fue avalada por el Tribunal Supremo Electoral.
El TSE está cumpliendo un papel fundamental para la consumación del fraude, sus magistrados han estado en completa disposición de generar las condiciones para ello. Mientras que con falsedades e ilegalidades bloquearon la participación del binomio presidencial del MLP, aceptaron sin titubear a la hija de un golpista, a un pastor evangélico, a narcos y exconvictos.
¿Confianza? Confianza es lo que menos genera el TSE y las Cortes que avalaron sus decisiones complacientemente. Es un insulto a nuestra inteligencia el hecho de que hasta Jimmy Morales pretenda ser electo como diputado, parece un mal chiste de esos en los que él es experto, sin embargo, es la realidad política de este país.
Algo que no podemos olvidar es que las estructuras no caen muriendo las personas, porque no ha sido suficiente con que Arzú o Ríos Montt estén muertos, ya que sus descendientes son la continuidad de este sistema putrefacto.