Al final de la semana anterior en Estados Unidos, el expresidente Donald Trump anunció que posiblemente mañana, martes, sea ordenada su captura por la investigación que viene realizando la fiscalía de Nueva York respecto al manejo financiero que se hizo en el proceso para comprar el silencio de una posible víctima de abusos sexuales. Al dar el aviso, Trump pidió a sus seguidores que estén listos para manifestaciones de protesta y, como consecuencia de ello, Nueva York se encuentra ya con su Policía en estado de alerta, recordando los acontecimientos del 6 de enero de 2021, cuando se produjo el violento ataque al Capitolio.
Ahora que en Guatemala se ha puesto de moda el delito de obstrucción a la justicia y hasta se quiere aplicar a quienes en ejercicio de la libre expresión garantizada por la Constitución puedan formular críticas o señalamientos a funcionarios que trabajen en tribunales o fiscalías, vale la pena ver qué es realmente una acción que implique ese delito. Porque la intención es evidente, en el sentido de que la movilización que está pidiendo Trump es para impedir que la fiscalía a cargo del caso pueda materializar una supuesta orden de captura que podría surgir si finalmente es acusado formalmente.
El proceso iniciado en Nueva York investiga pagos realizados durante una campaña política para comprar valioso silencio. El dinero lo puso, durante la campaña, el abogado de Trump, Michael Cohen, y ya con Trump en la presidencia le reembolsó el monto a su abogado mediante cheque personal. Tanto el primer pago, a Stormy Daniels, como el segundo, a Cohen, constituyen delito, según las leyes del Estado de Nueva York, y es la razón por la que un jurado ha citado al expresidente a declarar, como paso previo a cualquier acusación formal.
El mensaje de Trump no deja lugar a dudas y es similar a los que envió luego de perder las elecciones. Textualmente, dijo a sus seguidores, usando llamativas mayúsculas, que “¡¡¡Llegó la hora¡¡¡ No podemos permitir que esto continúe. Están matando a nuestra Nación mientras nosotros nos quedamos sentados. ¡Debemos salvar a Estados Unidos¡ ¡¡¡Protestemos, protestemos, protestemos!!!” reza su llamado en esta ocasión, que tiene absoluto parecido al que hizo para ir a “defender la democracia” forzando a senadores y congresistas a anular la elección de Biden.
Esta vez la concentración mayor posiblemente no sea en Washington, aunque se estima que podrá darse en muchos sitios, pero tendrá como eje central la fiscalía distrital de Nueva York, por lo que la ciudad está ya en alerta.
