Bocinas estridentes, automóviles bloqueando la intersección, semáforos cambiando de colores constantemente, una situación que en segundos pasó a ser un caos vehicular. Es un panorama real y caótico, en el cual surgen acciones desesperadas para abrirse paso y llegar lo más pronto posible al destino previsto, pero ¿qué pasaría si con empatía y respeto implementamos el paso uno a uno?
La propuesta va más allá de una señal de tránsito instalada por las autoridades, debe ser una medida de cortesía, empatía y respeto con quienes se comparte un espacio vial. El paso uno a uno se refiere a cuando un automóvil avanza en la intersección y se permite que el siguiente sea de otra vía, alternándose cada carril para que todos avancen.
Esta propuesta se implementa en las calles en donde no hay ninguna señal de tránsito que indique lo contrario.
En algún punto del día y por diversos factores el espacio vial se reduce, por lo cual los automóviles deben maniobrar entre los carriles, buscando que el tránsito fluya. Pero cuando todas las personas quieren pasar de primero, irrumpen en la vía y provocan un caos vehicular, más conocido como “congestionamiento”. ¿A qué se refiere este término?
CONGESTIONAMIENTO
Para controlar un fenómeno, y en su medida erradicarlo, primero debemos entenderlo. La Real Academia Española (RAE) define la palabra “congestionar” como: obstruir o entorpecer el paso, la circulación o el movimiento de algo, y en este caso, el tránsito vehicular.
Un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) señala que unos vehículos generan más congestionamiento que otros y su influencia en el tráfico se refleja en el espacio vial que ocupan en comparación con un auto.
Por ejemplo, un bus genera más congestión que un auto compacto, pero transporta a más personas. Si un bus lleva 50 pasajeros aproximadamente y un auto en promedio 1.5 personas, entonces cada ocupante del vehículo pequeño produce 11 veces la congestión atribuible a cada pasajero del transporte colectivo. Si aumenta la participación de los buses se reduce el tráfico.
¿QUÉ FACTORES AGRAVAN LA SITUACIÓN?
Un inadecuado diseño o mantenimiento de la infraestructura vial son algunas de las causas del congestionamiento vial.
En varias ciudades es frecuente detectar otros inconvenientes como la falta de demarcación de los carriles de circulación, inesperados cambios en su cantidad, la ubicación de estaciones de buses en puntos donde el ancho de la calzada es reducido y otras deficiencias que entorpecen la fluidez del tránsito.
Asimismo, el mal estado del pavimento, especialmente la presencia de baches genera crecientes restricciones de capacidad y aumenta la congestión.
CONDUCTAS A CONSIDERAR
Hay conductores que muestran poco respeto por los demás y con quienes comparten las vías, intentando ahorrar algunos segundos de tiempo de viaje para sí mismos; tratan de imponerse en las intersecciones, bloqueándolas y son desconsiderados con los otros conductores.
Por eso, es importante generar conciencia del impacto de la cordialidad en el tráfico, así como el respeto del paso y seguir en un constante aprendizaje de las señales de tránsito. Recuerda que las pequeñas acciones de cortesía hacen grandes cambios.