Gripe aviar H1N5 hace presencia en Guatemala. Foto La Hora: Cortesía.

 

La región contaminada de H1N5

El 3 de enero del 2023 El Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) de Costa Rica, confirmó el hallazgo de los primeros tres casos de influenza aviar A(H5N1) en pelícanos silvestres encontrados en playa Cocles, en Puerto Viejo de Talamanca, provincia de Limón. El jefe de Epidemiología del Senasa, Alexis Sandi, afirmó que «esta enfermedad era exótica hasta el momento en Costa Rica. El brote identificado está limitado a aves silvestres, no se ha reportado en aves domésticas».

El 7 de enero en “la gaceta” de Honduras, aparecía la noticia de que el gobierno declaraba una emergencia sanitaria por gripe aviar debido a que se había detectado presencia del virus H1N5 en pelícanos en la playa de la ciudad de la Ceiba y en la laguna de Ciudad de Alvarado (Puerto Cortés)

El 14 de febrero el MSPAS las autoridades sanitarias de Guatemala, declararon este martes un estado de emergencia en todo el territorio nacional, tras confirmar casos de gripe aviar provocada por el virus H5N1 en aves silvestres en el departamento de Livingston.

El virus de la influenza A H5N1 ha afectado principalmente a las aves, que están sujetas a muchos otros virus de la influenza A que no parecen afectar a los humanos, aunque se han informado algunos casos humanos en personas en contacto cercano con aves infectadas para algunas cepas (H5N1, H9N2 y H7N7). En los centenares de casos (generalmente trabajadores avícolas) en los que el H5N1 ha dado el salto de las aves a los humanos, ha tenido una mortalidad del 70 %, similar al ébola y mucho más alto que el SARS y muchísimo más que el COVID-19.

Las pandemias se producen, cuando el virus cambia lo suficiente como para que esencialmente no haya inmunidad nativa de infecciones pasadas. Y hasta donde se sabe, el aparecimiento del H1N5 en humanos tuvo lugar hasta 1997 en Hong Kong. De darse una mutación que afecte al hombre de manera severa, el nuevo virus atravesará la población mundial como un cuchillo caliente a través de la mantequilla, como lo hizo el SARS-COV2.

Los casos humanos de H5N1 parecen ocurrir con una frecuencia inusual en los niños. La verdadera preocupación mundial es que el H5N1 continúe con un cambio genético que se adapte mejor a la transmisión de persona a persona. Ya ha tenido una distribución geográfica sin precedentes en aves y se ha encontrado en mamíferos como tigres y gatos domésticos.

El combate al H1N5

En nuestro artículo de opinión del viernes, decíamos que la vacuna en las aves, puede producir suficiente protección para prevenir enfermedades, pero no lo suficiente para prevenir infecciones. Por lo tanto, el virus puede circular silenciosamente entre la población de aves y los métodos habituales de seguimiento que buscan anticuerpos contra el virus, ya no funcionarán.

El control de este mal tiene varios actos que hay que considerar en su combate. Lo primero: detectar la enfermedad e identificar el virus y si es altamente patógeno erradicarlo en su fuente, es decir, en las aves silvestres o de corral, con el fin de limitar la carga viral en las especies aviares susceptibles y en el entorno y, por ende, disminuir los riesgos de infección humana por aquellos virus de la influenza aviar, que suponen un riesgo zoonótico. El objetivo de eso es dotar de mayor seguridad al sector productivo y a los intercambios comerciales, protegiendo la seguridad sanitaria de los alimentos y los medios de subsistencia de los agricultores y avicultores en los países en desarrollo.

En este mismo sentido, las personas que tienen contacto con aves durante su actividad laboral, deben conocer el riesgo de exposición a los virus de la influenza aviar y tomar las medidas correspondientes. Existe una tercera línea de acción a considerar: la política de sacrificio sanitario de aves, tradicionalmente utilizada para erradicar esta enfermedad.

El éxito de todas esas líneas de acción, depende de la inversión financiera, pero también de una respuesta rápida, lo que requiere un alto grado de sensibilización de los veterinarios y de los propietarios de animales, y unos Servicios Veterinarios de elevada calidad, que respeten las normas internacionales en materia de calidad de los Servicios Veterinarios.

Pero también depende de políticas económicas ligadas a pérdidas. Cuando la infección se ha propagado, esta etapa demanda de parte de los creadores industriales y de aves de patio, de una combinación de sacrificio sanitario, restricción de los movimientos, una mayor higiene y bioseguridad, y una vigilancia adecuada y vacunación de emergencia. Atender esos aspectos como compensación, podrían maximizar los esfuerzos de erradicación en ciertas situaciones. Pero la compensación de las pérdidas, sigue siendo un punto muy álgido dentro de las políticas nacionales en varias partes del mundo, incluido el nuestro. En los países infectados y en aquellos con riesgo de infección, contar con un mecanismo de compensación de pérdidas, alienta la presentación de parte de los propietarios de aves, de informes y la notificación de la presencia de la infección y la enfermedad. Los dueños de las aves de patio –de poca atención por los sistemas nacionales- deben implementar medidas de bioseguridad y evitar que haya contacto entre sus aves y las aves silvestres. Los propietarios de aves, deben seguir las medidas de protección al estar cerca de aves silvestres y propias, recomendadas por el MSPAS.

Y ¿qué hago si encuentro un ave muerta? Déjela estar, e inmediatamente, si está en un área contaminada, no la sacrifique, llame y consulte con la instalación de salud más cercana, para obtener información acerca de qué hacer con aves muertas.

 

La vacunación:

La vacunación debe considerarse una medida adicional, cuya finalidad primera es reducir la replicación y la excreción virales. La vacunación de emergencia es la opción cuando existen pruebas de la introducción de la influencia aviar o siempre que la situación epidemiológica indique que podría darse una propagación masiva y rápida de la infección. En términos generales, la vacunación de emergencia puede llevarse a cabo de forma protectora (vacuna sin sacrificio) o de forma eliminatoria (vacuna con sacrificio). La vacunación protectora (vacunación sin sacrificio) implica que se permite que los animales vacunados terminen su ciclo de vida económica normal. La vacunación de rutina puede ser un método adecuado cuando la enfermedad es endémica o cuando las condiciones locales lo exigen. Usada adecuadamente, la vacunación de rutina puede ser útil para reducir la mortalidad y las pérdidas de producción.

La teoría detrás de la vacunación, es que aumenta considerablemente la dosis necesaria para infectar a un ave y, una vez infectadas, las aves arrojan mucho menos virus que las aves no vacunadas. Sin embargo, existe alguna evidencia de que la excreción de virus por un ave, puede aumentar con el tiempo a medida que el virus muta. Hay tan poca experiencia con la vacunación como medio para controlar los virus de este tipo, que su uso es una apuesta arriesgada. Hay demasiado que no sabemos en este momento. La disponibilidad de reservas de vacunas en todos los países de riesgo contribuirá a que pueda darse una respuesta rápida ¿la tenemos nosotros? Seguramente que no.

Desde el punto de vista científico, la estrategia de vacunación se utiliza para inducir una inmunidad protectora en la población objetivo. Un buen programa de vacunación aumentaría el nivel de inmunidad protectora en las parvadas y la resistencia a la infección.

Dado que los virus de la influenza cambian constantemente, los institutos de investigación continuamente crean nuevos virus de vacuna experimental (CVV, por sus siglas en inglés) según sea necesario. La creación de virus de vacuna experimental, es el primer paso en la producción de una vacuna contra la influenza. Hay información mundial disponible acerca de cómo fabricar un virus de vacuna experimental (CVV) correspondiente al virus de la influenza aviar altamente patógeno (influenza aviar) disponible. Las vacunas deberán elegirse basándose en la prueba de que el producto es capaz de prevenir la circulación del virus en las especies objetivo.

Combinada con la aplicación de medidas de bioseguridad eficaces, la vacunación podría evitar la introducción del virus de la influenza aviar o, en su caso, reducir su propagación, minimizando así los efectos negativos sobre la producción avícola y reduciendo las posibles pérdidas económicas.

Según las normas internacionales, resulta fundamental que el consumo de carne de aves de corral vacunadas no represente un riesgo para la salud humana. Debido a la utilización de ciertos excipientes, algunos fabricantes de vacunas aconsejan un periodo de suspensión tras la vacunación, durante el cual no debería consumirse la carne de dichas aves. Esta advertencia figura siempre en la información que acompaña a las vacunas y deberá tenerse en cuenta.

En nuestro caso y en estos momentos, la vacunación preventiva en una zona que todavía no se halle contaminada, deberá basarse en un análisis del riesgo, utilizando la información de los programas de vigilancia existentes. En el caso de que se contemple la vacunación en una zona contaminada, se requerirá información adicional y deberán tenerse en cuenta el tipo de virus, las especies de aves.

Finalmente, una advertencia mundial reciente (feb 2023), de la Organización Mundial de Sanidad Animal (WOAH), que no se debe dejar pasar por alto: Se ha notificado un número creciente de casos de influenza aviar H5N1 en varios animales mamíferos, tanto terrestres como acuáticos, que causan morbilidad y mortalidad. Esto genera una creciente preocupación por la amenaza para la salud de los animales domésticos y salvajes y la biodiversidad y, potencialmente, para la salud pública. La situación actual destaca el riesgo de que la influenza aviar H5N1 se adapte mejor a los mamíferos y se propague a los humanos y otros animales.

Alfonso Mata
Médico y cirujano, con estudios de maestría en salud publica en Harvard University y de Nutrición y metabolismo en Instituto Nacional de la Nutrición “Salvador Zubirán” México. Docente en universidad: Mesoamericana, Rafael Landívar y profesor invitado en México y Costa Rica. Asesoría en Salud y Nutrición en: Guatemala, México, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Costa Rica. Investigador asociado en INCAP, Instituto Nacional de la Nutrición Salvador Zubiran y CONRED. Autor de varios artículos y publicaciones relacionadas con el tema de salud y nutrición.
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