Víctor Hugo Godoy
Guatemala no ha sido un modelo de estabilidad política, pero no teníamos disrupciones a ese discurrir pacífico desde 1993 cuando el Golpe de Estado de Jorge Serrano. Quisiera, con motivo del terremoto político que ahora estamos viviendo; trasladar a los lectores a épocas pasadas en que al igual que ahora se vivieron situaciones extraordinarias. Por ejemplo, a esta legislatura ya le correspondió elegir a un nuevo Vicepresidente: al licenciado Alejandro Maldonado, sustraído de la Corte de Constitucionalidad.
En septiembre de 1980 al Congreso y al Consejo de Estado les correspondió escoger al Coronel Oscar Mendoza Azurdia como Vicepresidente en sustitución del Dr. Francisco Villagrán Kramer, quien había enviado su renuncia al puesto cuando se encontraba en Washington.
Tengo presentes las intensas jornadas que vivieron los diputados para la escogencia del sucesor de Jorge Serrano, al final de mayo y principios de junio de 1993. Hubo una sesión frustrada en que se quería elegir al Vicepresidente Gustavo Espina, pero no hubo acuerdo, señalándose por el contrario, la complicidad de éste con el ex mandatario en el rompimiento constitucional. Recuerdo también que con Rafael Arriaga Martínez, Alfonso Alonso y Ricardo Gómez visitamos la tarde del 3 de junio al reincorporado Procurador de los Derechos Humanos Ramiro de León Carpio con el propósito de analizar la situación. Salimos de su despacho a las cinco de la tarde compartiéndonos él su decisión de que no se postularía para ser electo Presidente por el Congreso de la República, pues prefería ser electo por el voto popular en 1995.
Sin embargo, al siguiente día en uno de los pasillos del Congreso me abordó Mario Taracena con el celular en la mano y me dijo “te quiere hablar Ramiro” y lo oigo “vos Víctor Hugo, me decidí y sí estoy en la jugada, necesito tu apoyo”. La cosa no estaba sencilla. La UCN, que era la mayoría parlamentaria, se oponía porque muchos diputados no le perdonaban el haberlos abandonado y porque, si lo elegían Presidente, acabaría con la candidatura de Jorge Carpio, por razones del parentesco. La Democracia Cristiana, en su mayoría respaldaba a don Arturo Herbruger porque lo consideraban con mejor experiencia y más independiente del poder económico que tanta oposición les había plantado durante el ejercicio de gobierno. Finalmente, y luego de dos rondas de votación y la renuncia de don Arturo Herbruger a su postulación fue electo Ramiro de León Carpio para completar el período constitucional.
Si la Corte Suprema de Justicia da curso a la petición de antejuicio contra el Presidente, será la primera vez que por sindicación de delitos de orden común el Congreso de la República deberá ocuparse y definir sobre el asunto. Anteriormente, la Asamblea Legislativa conoció un juicio político sobre la salud mental del dictador Manuel Estrada Cabrera, desaforándolo. Este no es el caso ahora y lo que deberá resolver el Congreso es declarar si ha lugar o no a la formación de causa en contra del Presidente de la República.