Gladys Monterroso

licgla@yahoo.es

Abogada y Notaria, Magister en Ciencias Económicas, Catedrática de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Diploma otorgado por la Corte de Constitucionalidad en 2005, como una de las Ocho Abogadas Distinguidas en Guatemala, única vez que se dio ese reconocimiento, conferencista invitada en varias universidades de Estados Unidos. Publicación de 8 ediciones del libro Fundamentos Financieros, y 7 del libro Fundamentos Tributarios. Catedrática durante tres años en la Maestría de Derecho Tributario y Asesora de Tesis en la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

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Gladys Monterroso
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“La política es el arte de impedir que la gente se entrometa en lo que le atañe.” Paul Valéry

El próximo 20 de enero, se convocará a elecciones generales, por la clase de estructura política de nuestro país, no tenemos elecciones de medio mandato, lo que de lejos podría ser deseable, para nosotros que vivimos no sé cómo en este país, tenemos suficiente con vivir esta angustia cívica que nos aqueja cada cuatro años, para sufrirlos cada dos, esta es una época de negocios de todo tipo, que subyacen de los que conocemos, debido a la necesidad que hoy tendrán aproximadamente más de veinte grupos recién formados, de ser conocidos para que consigan por lo menos mantenerse y que les trasladen financiamiento electoral, siempre producto de nuestros impuestos.

Uno de los tantos problemas que afrontamos es ¿A quién creemos? Respuesta difícil, porque todos los candidatos, desde los chicos a los grandes, mentirán, a eso se reduce la política guatemalteca, si así se le puede llamar, a falta de verdaderos planes nos venderán más espejitos, solo que plásticos, porque muchos son reciclados, para convencer a algunos votantes, y a otros comprarlos, los políticos del 2023, regalarán desde láminas hasta pollos, esa es nuestra verdadera sociedad, la que va a los mítines de unos y otros para satisfacer el estómago, pero no votarán.

¿Qué porcentaje de votantes eligen? Recordemos que en teoría vamos a las urnas a elegir a nuestras autoridades y representantes, ya que somos una sociedad republicana, sin embargo un altísimo porcentaje de la abstención nos aleja de ser una democracia, veamos, si hace casi cuatro años el porcentaje del abstencionismo ascendió a un 61.41%, no podemos vanagloriarnos de ser una democracia, sobre las autoridades así electas, es bastante cuestionable su validez por ese elevado porcentaje de abstencionismo, nos llama a debatir sobre la legitimidad de nuestras autoridades y representantes, la lógica indica que no son legítimos, derivado de lo anterior, las autoridades que son nombradas por gobiernos y Parlamentos ilegítimos, serán también ilegítimos, situación que debe llamarnos a reflexionar.

Veamos, la simpleza del mensaje de los candidatos, ofreciendo salud vivienda y educación, es burlarse de la inteligencia de la población, estas son necesidades sentidas, todos lo sabemos, porque nadie ha cumplido con esas promesas vacías, conocemos la oferta porque a eso se traduce, así como sabemos no se cumplirá, lo ideal sería que alguno se salga del guion y sea más estadista que los otros, sepa que ofrecer y lo cumpla.

He empezado a ver atisbos de lo que podríamos llamar precampaña, me confirmo en que, si así son las vísperas ya podemos imaginar cómo serán las fiestas, la simpleza de la exposición en todo su esplendor, que se traduce en la falta de un discurso sólido, que ha llevado a la sociedad guatemalteca a utilizar el día de las elecciones para salir a pasear, o a realizar diligencias, menos para ir a votar, porque al ciudadano común, lo mismo le da que gane las elecciones cualquier candidato o grupo, al final, al día siguiente igual hay que buscarse los frijoles, porque somos un país sin esperanza de cambio real alguno.

De todos los problemas que nos agobian, uno estructural es que somos una sociedad que no lee, y que de la poca gente que lo hace, un porcentaje mínimo lee libros de contenido académico, la mayoría que lee se conforma con cualquier cosa, derivado de eso, no nos integramos al debate político en el amplio sentido de la palabra, si a ello sumamos que un 99% de nuestros políticos no tienen conocimiento de la ciencia política, mal andamos.

Escuché a expertos en discursos, comentando que las disertaciones se habían convertido con el paso del tiempo en más simples y vacías, que Nixon empezó a simplificarlas, posteriormente los discursos de Hillary Clinton estaban estructurados para personas de 14 años, los de Trump para personas de 12 años, si, se lanzan ese tipo de discursos, en la hasta hoy aún primera potencia mundial, ¿Cómo son los discursos de nuestros políticos para nosotros? Demasiado básicos y sin contenido, se nos enamora con muy poco.

Estando, así las cosas, debemos hacer un esfuerzo por no permitir que otros decidan por nosotros, debemos exigir conocer los planes de trabajo, no folletitos de los partidos, esos no son planes de gobierno, son publicidad, no nos quedemos en el continente, entremos al contenido, no nos conformemos con las hojas, lleguemos a las raíces.

El problema del guatemalteco es que ha decidido no ser el artífice del destino del país en el que vive.

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