El tratamiento ideal
Es con la ayuda de alimentos, actividad física y medicamentos que, en la diabetes, el paciente puede ajustar los niveles variables de azúcar en la sangre. Hay un principio universal: Los niveles de azúcar en la sangre, generalmente aumentan después de comer y disminuyen durante la actividad física. Los estilos de vida saludables en diabéticos y no diabéticos, son esencialmente los mismos que se recomiendan para la población general. Incluyen alimentos con una gran proporción de verduras y legumbres, frutas, bayas, cereales integrales y grasas vegetales, frutos secos, pescado, productos lácteos bajos en grasa y aves. Se debe limitar la ingesta de carnes rojas y embutidos grasos, azúcar y sal.
El tratamiento nutricional
El tratamiento nutricional para la diabetes se basa en la ciencia y la experiencia comprobada. Los que conocen del tema han formulado los objetivos generales para el tratamiento nutricional de la diabetes que bien pueden resumirse de la siguiente manera:
⦁ Para lograr y mantener los objetivos de peso corporal.
⦁ Para lograr objetivos establecidos individualmente para el azúcar en la sangre, la presión arterial y los lípidos en la sangre.
⦁ Para satisfacer las necesidades nutricionales individuales.
⦁ Para mantener la alegría de comer.
⦁ Para proporcionar al paciente herramientas prácticas para la planificación de las comidas.
Algunos aspectos básicos
La diabetes es una enfermedad heterogénea que requiere un tratamiento individualizado. Las pautas de tratamiento nacionales e internacionales, son pautas para el asesoramiento sobre grupos de alimentos y composición dietética en la diabetes. La alimentación también está adaptada a posibles tratamientos farmacológicos.
Para las personas con diabetes tipo 2, la pérdida de peso suele ser tema central. Esto requiere una ingesta energética reducida y un tratamiento estructurado e individualizado con métodos basados en la evidencia. En caso de restricción energética, es necesario ajustar las dosis del fármaco para evitar la hipoglucemia. La actividad física es un complemento importante (adyuvante) para mantener la pérdida de peso.
Otro aspecto importante es el conocimiento de los alimentos que demandan mayor o menor necesidad de insulina. La necesidad de insulina se ve afectada por el contenido de carbohidratos, grasas y proteínas en la comida y por la calidad de los carbohidratos. Estos factores varían entre diferentes comidas y alimentos y entre diferentes dietas.
Entonces un primer paso al establecer la dieta es identificar y evaluar las fuentes de carbohidratos. Los carbohidratos se encuentran en diferentes grupos de alimentos, algunos proporcionan fibra y otros nutrientes importantes, por ejemplo, cereales integrales, verduras, tubérculos y frutas. Otros grupos de alimentos son bajos en nutrientes o aportan mucha energía, azúcar, sal y grasas saturadas, como snacks, dulces, bollería y bebidas azucaradas. El último grupo también incluye ciertos alimentos ricos en almidón como la pizza, las tartas y el pan blanco.
El tratamiento nutricional del cuidado está en general dirigido a reducir la cantidad de fuentes de carbohidratos bajas en fibra y aumentar la ingesta de alimentos ricos en fibra, grasas de origen vegetal y pescado. Aspectos adicionales que pueden ser relevantes son: cómo los requerimientos de insulina se ven afectados por factores a la hora de comer, tales como si la comida está en forma líquida o sólida y la ingesta de alcohol debe ser antes o junto con la comida.
Finalmente se hace importante brindar asesoramiento dietético basado en los alimentos, para que pueda traducirse en opciones de alimentos para las personas con diabetes. Es responsabilidad del terapeuta dar consejos prácticos sobre la elección de los alimentos, la cocción y la sustitución de productos en las comidas o ingredientes en las recetas. Existen herramientas generales para un cambio en la dieta que se pueden utilizar, por ejemplo, el modelo del plato y el conteo de carbohidratos. El modelo del plato es una herramienta educativa que proporciona una imagen visual de cómo se pueden distribuir los alimentos en el plato, para lograr un buen equilibrio entre los distintos nutrientes energéticos y grupos de alimentos en una comida.
Se deben fomentar los hábitos alimentarios regulares, ya que la regularidad facilita la introducción, evaluación y mantenimiento de nuevos hábitos. Hoy en día, no se conoce ningún orden de comidas que sea claramente preferible a cualquier otro. Los productos específicos para la diabetes no son recomendados por las organizaciones líderes y el cuidado de la salud.
Aspecto básico de la dieta: Bajo índice glucémico y carga glucémica.
El índice glucémico (IG) es un método para clasificar diferentes alimentos en función de la rapidez con la que elevan los niveles de azúcar en la sangre, según una porción que contiene 50 gramos de carbohidratos. Como referencia se utiliza pan blanco o glucosa. Los alimentos a menudo se dividen en IG alto, medio o bajo. Cuanto más bajo es el IG, más lentamente elevan el azúcar en la sangre. Si una comida contiene cantidades similares de carbohidratos con IG alto y bajo, el valor promedio de IG será medio.
La carga glucémica (GL) se calcula multiplicando el IG por la cantidad de carbohidratos expresada en gramos y dividiendo por 100. Un GL más bajo, da como resultado un azúcar en sangre más bajo después de una comida y se puede lograr eligiendo alimentos con un IG más bajo, un contenido de carbohidratos más bajo, o ambos. Todas las dietas que contienen una menor cantidad de carbohidratos en gramos por día, dan como resultado una CG más baja. El término GL no proporciona información sobre las cualidades dietéticas, como la cantidad de fibra, energía, grasas, proteínas o la elección de alimentos.
Tratamiento intensivo de estilo de vida
El cambio de comportamiento es la base del tratamiento dietético en la diabetes. Plantea grandes exigencias al individuo para crear hábitos que perduren en el tiempo, especialmente en relación con la pérdida de peso. El apoyo individualizado y adecuado para alcanzar los objetivos marcados puede ser decisivo.
El tratamiento intensivo del estilo de vida consta de varios componentes:
⦁ asesoramiento sobre el aumento de la actividad física,
⦁ seguimiento del peso y la dieta y establecimiento de objetivos.
⦁ Retiro de malos hábitos como tabaquismo y alcoholismo
Por lo tanto, el tratamiento intensivo del estilo de vida implica más visitas al terapeuta, visitas más frecuentes durante los primeros tres a seis meses, seguidas de un seguimiento menos frecuente durante uno o dos años.
El tratamiento intensivo del estilo de vida puede basarse en diferentes regímenes en diferentes estudios, y los estudios también pueden tener protocolos para otros componentes del tratamiento que difieren. Por eso un buen asesoramiento es básico.