El nuevo año siempre despiertas expectativas positivas; sin embargo, todos sabemos que lo único que cambian en Guatemala son las fechas de los calendarios, pues la situación continúa siendo la misma tanto en materia política como en términos económicos y sociales.
En el espacio político, la maquinaria oficial con toda la institucionalidad controlada, se aprestan a definir con claridad su futuro político. En estos términos, ello significa continuar la presión sobre fiscales, jueces y opositores para mantenerlos a raya; tal es el caso de la fiscal Virginia Laparra, la fiscal Santizo y el caso de José Rubén Zamora, a quienes, por lo visto en las diferentes cortes, los buscarán mantener presos, una inquina infame contra personas que únicamente lo que han hecho es hacer su trabajo honrado.
Sin embargo, la lucha más importante en lo político se orienta definir su candidato o candidata o bien el dúo o trío de candidatos que formarán parte de su estrategia electoral, buscando que Sandra pueda ser nuevamente el pivote que asegure una segunda vuelta para el candidato oficial (Manuel Conde), que hasta hoy no repunta o bien decantarse por el candidato del Pacto de Corruptos, en donde el caso de Zury toma mayor ventaja.
Sin embargo, la nominación de Thelma Cabrera cobra mayor interés, puesto que según las encuestas más recientes, se encuentra ubicada en un tercer lugar, con cifras bastante interesantes por lo que seguramente ella o su candidato a vicepresidente (Jordán Rodas), van a ser sujetos de denuncias judiciales para botar su fuerza y asegurarle a los grupos de los conservadores las posibilidad de asegurar los primeros tres o cuatro lugares (en donde Mulet y Arzú), podrían ser los que seguirían en esta línea de pensamiento y así excluir cualquier atisbo de oposición.
Es indiscutible el grado de aceptación del MLP en Guatemala, es un activo impresionante, ojalá que se pudieran sumar apoyos políticos que pudieran consolidar esta opción o bien generar una plataforma más amplia de expresiones políticas, sociales y ciudadanas, para incrementar las potencialidades de Cabrera, en donde el papel de Manuel Villacorta y el grupo de Toriello, vendrían a sumar fuerzas, así como Semilla. Dispersos creo que al final jugarán a favor del sistema.
En materia económica, la situación tampoco pinta bien. La recesión en varios países del primer mundo es indiscutible, según la directora del FMI una tercera parte de los países llegarán a recesión, lo que implica que no es sistémica, pues el caso de Estados Unidos muestra un repunte impresionante, aunque con señales contradictorias, con lo cual, se habla ahora de “Slowsesion”, lo que significaría no una recesión, pero sí una desaceleración en todo el mundo.
Esta situación se complica aún más, según el Banco Mundial, con la inflación como telón de fondo, lo cual provocaría un incremento en los precios de los alimentos -situación que en Guatemala actualmente es un hecho y que más allá de la inflación (más o menos el 10%), se denota un proceso especulativo en distintos ámbitos que provocará serios problemas a la población dependiente de su ingreso-.
El suministro de cereales también se verá reducido, con lo cual la situación en materia de alimentos se agudizará -en buena medida por la invasión de Rusia a Ucrania, pues este último país es uno de los grandes proveedores mundiales de cereales-.
Y finalmente, a nivel mundial, el precio del gas natural y los fertilizantes vendrá a presionar aún más la situación económica, con lo cual la recesión o la desaceleración, serán facetas que se observarán en distintos países y veremos cómo las mismas inciden sobre nuestra economía.
La situación social de nuestro país continúa grave. La desnutrición, la pobreza y la desigualdad continuarán su marcha inexorable contra millones de compatriotas, en una danza macabra de un año nuevo, pero sin futuro para ellos.