Pekín
Agencia dpa
El británico Sebastian Coe y el ucraniano Serguei Bubka, dos exestrellas del atletismo, irán mañana en busca de la presidencia de la IAAF en unas elecciones marcadas por la sombra del doping y las promesas de reforma.
Tres días antes del inicio de los Mundiales de Pekín, la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) definirá en la capital china a su nuevo jefe entre dos figuras de peso.
Coe, doble campeón olímpico en los 1 mil 500 metros en la década de los 80 y jefe del comité organizador de los Juegos de Londres 2012, parte como el favorito. Pero el legendario Bubka, dueño de seis títulos mundiales y 35 récords en el salto con pértiga y actual presidente del Comité Olímpico de Ucrania, aspira a dar la sorpresa y seguir escalando en su carrera como dirigente deportivo.
El ganador sucederá al senegalés Lamine Diack, que dejará su cargo tras 16 años y en medio de críticas por la presunta laxitud de la IAAF en la lucha contra el doping.
Ambos candidatos tendrán mañana cinco minutos para hablar delante de los representantes de las 214 federaciones nacionales en el Congreso del organismo, aunque será meramente protocolar. Los votos y los respaldos políticos se tejen en otro lado.
El equipo de campaña de Coe, actual vicepresidente de la IAAF, viene publicando casi a diario los apoyos que consigue de las distintas federaciones nacionales y los números parecen estar a su favor. Bubka cuenta con sus mayores adherentes en África, pero no sería suficiente para alcanzar la presidencia.
La elección del nuevo jefe del atletismo se produce en momentos en que el deporte madre de los Juegos Olímpicos se encuentra jaqueado por los escándalos de doping.
Hace una semana, la IAAF informó que 28 deportistas que participaron en los Mundiales de Helsinki 2005 y Osaka 2007 compitieron con valores anómalos en su organismo, en una revelación que se suma a las denuncias que vienen realizando medios internacionales.
La televión alemana ARD y el dominical británico «The Sunday Times» publicaron recientemente un informe que denuncia que un tercio de los medallistas de competiciones de resistencia en Juegos Olímpicos y Mundiales entre 2001 y 2012 arrojaban valores sospechosos de doping. El estudio se basó en 12 mil análisis de sangre obtenidos al parecer de un banco de datos de la IAAF.
La entidad calificó de «sensacionalistas y confusas» las acusaciones y condenó «la divulgación de datos médicos privados y confidenciales», pero la Agencia Mundial Antidoping (AMA) se mostró «muy alarmada» por las informaciones y el tema doping se metió inevitablemente en la campaña.
Coe señaló que una de sus prioridades será la creación de una agencia antidoping independiente en el seno del atletismo, mientras que Bubka prometió «tolerancia cero» y «aplicar las sanciones más duras que las leyes existentes permitan».
Más allá de la problemática del doping, ambos coincidieron en que el atletismo necesita fuertes reformas en toda su estructura y en especial en el esquema de sus competiciones.
Bubka también opinó que el «atletismo se encuentra en un punto crítico» y prometió «no dejar ninguna piedra sin mover». «Si soy elegido presidente, uno de mis primeros pasos será poner en marcha el proyecto Visión 2025, que será la revisión más grande que se haya hecho en el atletismo», afirmó el ex pertiguista ucraniano también en diálogo con dpa.