Mario Alfredo Alvarado Vela
USAC-Escuela de Historia
Hablar de esta tradición que marca para muchos el inicio de la época navideña en nuestro país es un punto de partida a nivel de investigación para indagar en sus orígenes e importancia para con ello entender, las festividades que marcan el ocaso del año en curso.
En este contexto debemos partir que esta tradición tiene mas de dos siglos de celebrase en Guatemala es muy probable que las luminarias nombre con el que se conoce a este tipo de hogueras o fogarones surgiera en la ciudad de Santiago de Guatemala a mediados del siglo XVIII.
La importancia de la misma radica en que es una celebración de corte religioso que es la víspera que se conmemora cuando se hace la tradicional quema del diablo y es la celebración de la Inmaculada Concepción, una festividad de corte muy hispánico y ligada a España desde el medioevo.
El hecho de llevar la luz de Cristo en medio de las tinieblas y limpiar el ambiente en la víspera de la festividad de la Inmaculada hacen de esta tradición algo rico en cuanto lo material y patrimonial recordemos que si bien el dogma de la Purísima fue declarado hasta el año 1854 desde siglos antes se venia ya celebrando esta víspera junto con lo importante de los rezados y visitas devocionales para con la madre de Dios.
Es por ello que en Guatemala esta celebración lleva siglos celebrándose como un paso previo a la purificación del día siguiente a las llamadas vísperas, actualmente dicha tradición se alejado bastante de su origen religioso para ir mas a lo secular y rallar con la satira.
Esto cuando se hacen piñatas y se traslada a ser una critica de lo que sucede en el país y no como en antaño que se quemaban objetos de uso diario y del medio ambiente.
Actualmente la celebración de la quema del diablo se sigue celebrando en toda Guatemala ya con un enfoque más festivo y laico, pero no debemos olvidar sus orígenes que son netamente religiosos.
Son famosos los fogarones que se hacen en occidente del país especialmente en el área de Quetzaltenango, así como en el área central del país en la Antigua Guatemala y los viejos barrios de la Nueva Guatemala de la Asunción donde se rememora y prepara el paso para el cortejo de la Purísima en el caso de la capital hablamos del cuatro veces centenario rezado del templo franciscano que se viene celebrando desde el año 1617.
La quema del diablo sigue resistiendo los embates de quienes la califican como una celebración sin sentido y contaminante, hasta lo que aun siguen defendiendo esta tradición que marca los usos y costumbres que nos legaron los primeros misioneros que se establecieron en el Nuevo Mundo, pero con la quema de piñatas en forma de diablos que se queman en las calles de nuestros pueblos.
Actualmente esta tradición sigue persistiendo, pero será solo el tiempo y el conocer sus orígenes lo que nos darán la brecha para que la misma siga existiendo y conservándose como lo es la festividad de apertura de la época de fin de año en Guatemala.